Capítulo 3.

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Capítulo 3.



Domingo, todo transcurrió tranquilo, era el aniversario de casados de la pareja, Akutagawa llevaba toda la mañana en su escritorio, Atsushi únicamente le había dado café, el mayor no había pedido nada más.

Al medio día, su esposo apareció – Ryu – le llamo sonriente

— N-no entiendo el braille – se quejó aun así escucho una hoja moverse. Atsushi sonrió – no te burles

Dejo la hoja en la mesa, Atsushi uso sus dedos para sentir los puntos – es-espera, no están perfectos y – Atsushi comenzó a reír

— déjame intentar leerla

— qué vergüenza

Atsushi sintió pasando sus dedos, había puntos que faltaban, y mala escritura, no entendió algunas palabras, aun así, su corazón latía como loco, sus mejillas estaban rojas, y su felicidad por los cielos.

Termino tomando la hoja y colocándola en su pecho, sus ojos estaban lloroso – me encanta

— pe-pero

— me encanta Ryu, muchas gracias...

— feliz aniversario

— feliz aniversario

"En tu mirada está la clave de la felicidad. En tus ojos aprecio el mundo que me niego. Tu tacto dulce que descubre y tu voz que deslumbra.

Feliz aniversario, con amor. Ryunosuke."


Había sido el mejor día de Atsushi, pidieron comida a domicilio y simplemente disfrutaron de estar juntos.

Los días siguieron avanzando, Chuuya miraba a Dazai, había pactado con Atsushi darles a sus esposos una muestra de confianza después de que ellos mismos recapacitaran, pero Chuuya estaba en esa etapa de negación y aceptación, al mismo tiempo. Así que la paranoia le ganaba a cada instante — Querido

— ¿así Chuuya?

— ¿Aún trabajas con tu compañero rubio?

— sí, aún. También con Ranpo

— ah si, el chiquilín

Dazai comenzó a reír — ¿necesitas algo de los agentes?

— no, bueno, si ¿no había una doctora?

— Si, ¿por qué?

— ¿es buena? ¿No podría ver el caso de Atsushi?

— es buena pero no es para eso — mencionó mirándole serio — Estas semanas hablas mucho con él

— es un buen chico

— Supongo que si

— bien me voy al trabajo

— si yo también

Dazai fue el primero en salir, Chuuya se recostó en el mueble — maldición, necesitó verlo

Llamo a su celular

Atsushi mientras estaba despidiéndose de Ryunosuke, estaban teniendo un beso bastante sumido de tono, apenas estaba acostumbrándose.

Fue cuando escucharon el celular, para Atsushi sus llamadas llevaban tono de fondo y el celular le avisaba quien llamaba. "Llamada entrante, Chuuya" decía el celular

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