♡Capítulo 7.

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Al mediodía, como era de esperar, había más tráfico que por la mañana y eso le añadía más presión a la ya de por sí tensa situación en la que Hoseok se encontraba.

Le costó un rato y varios arranques y frenazos un poco bruscos adaptarse al vehículo de Yoongi, pero al final lo consiguió; con paciencia, con cuidado, e intentando aparentar normalidad cuando otros conductores le miraban.

En realidad, nadie le observaba con especial atención, mas él se sentía como si le estuvieran examinando y sospechando de su buen hacer, porque era consciente de que estaba haciendo algo indebido al conducir sin carnet. Todo aquello sucedía mientras Yoongi seguía intentando recuperar la compostura y refrescarse usando una revista como abanico en el asiento de atrás.

Seok hizo una parada rápida en una farmacia para comprarle supresores y regresó corriendo al coche. Yoon miró con confusión todas las pastillas que el castaño trajo en la bolsita de plástico; había comprado de tres marcas diferentes ya que no sabía cuáles tomaba, pero ninguna era la acertada. Tanto daba, por el momento servirían. Se tomó uno con un poco de agua en lo que Seok regresaba al volante.

Llegando a casa divisó un sitio libre para aparcar enfrente de su bloque de pisos, y aunque le dio un golpe a un contenedor intentando meter el coche en el espacio delimitado, finalmente logró estacionarlo bien.

— Vamos, hyung.

Yoongi lucía un poco desorientado y le preguntó a dónde iban, pues no veía su casa por ninguna parte, ni siquiera era su calle. Hoseok le explicó rápidamente que le llevaría con él a casa porque ahí estaría tranquilo y bien atendido, al menos hasta que localizara a alguno de sus conocidos para que fueran a por él.

Llevar al alfa desde un extremo de la calle hasta el otro fue como llevar a un borracho, pero entre tambaleos, tirones y tropezones, pudieron llegar hasta la puerta del edificio y de ahí al ascensor

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Llevar al alfa desde un extremo de la calle hasta el otro fue como llevar a un borracho, pero entre tambaleos, tirones y tropezones, pudieron llegar hasta la puerta del edificio y de ahí al ascensor. Cuando entraron en el pequeño apartamento de Seok, lo primero que hizo este fue llevar a Yoongi al dormitorio y cerrar la puerta.

Misión cumplida, se dijo. Luego puso los brazos en jarra, suspiró y se felicitó a sí mismo por la buena acción que había hecho. Un momento... ¡¿Pero qué había hecho?!

Hoseok se apartó de la puerta de golpe y se llevó las manos a la cabeza, como si hasta ese momento no hubiera sido consciente de la gravedad de la situación. ¡Había metido a un alfa en celo en su casa, en su habitación! Eso podía ser peligroso, ¿por qué no lo había pensado antes?

A pesar del repentino pánico que le invadió, Seok se mantuvo cuerdo y se recordó que tenía un plan. Debía preguntarle a Yoon a quién llamar para que fuera a recogerle y ayudarle de ahí en adelante. Sí, eso tenía que hacer... pero para ello tenía que entrar en la habitación y de pronto eso le daba un poco de reparo y temor. ¿Y si de repente se ponía violento?

— A ver, Hoseok, calma — se dijo a sí mismo. — Solo es Yoongi hyung el que está ahí dentro, no un león.

Tragó saliva, respiró hondo y abrió lentamente la puerta que no hacía ni dos minutos que había cerrado. Yoon ni siquiera se movió, estaba tumbado en la cama mirando al techo.

Bonita Casualidad [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora