Capítulo 6

621 67 15
                                    

"DESCONOCIDOS"

OLIVIA

Hace medio año atrás Marko me había citado en su sede para proponerme un trato que había cambiado mi vida para siempre. Un trato que de no haber aceptado ahora mismo estaría en una nave industrial todavía entrenando con mi padre. O quizá sería parte de los rebeldes.

Una vida que puede sonar bastante peor que la que llevo ahora, pero por desgracia si nunca me hubiese cruzado con el príncipe ahora no me pasaría las noches dando vueltas en la cama preguntando a la nada cuando dejaría de dolerme todo lo que había pasado. Cuando volvería a dormir tranquila y sin pesadillas. O cuando seria la noche en la que no llorara hasta que mis ojos empezaban a picar.

Así que la idea de volver a hacer un trato con él me causaba rechazo. Demasiado como para poder siquiera pensar en ello.

— No.

— ¿No? — Levantó las cejas levemente.

— No volveré a hacer un trato contigo, nunca. — Me miró un momento y negó cruzándose de brazos.

— Yo creo que sí. — Ladeó la cabeza —. Estoy seguro de que sí.

— Y yo te aseguro que no.

— ¿Ni siquiera si es uno que propongas tú? — Sonrió cuando se dio cuenta que su afirmación hizo que en mi rostro se filtrara una leve confusión.

— ¿Qué?

— Vamos, Olivia. — Seguía sin acostumbrarme que mi nombre sonara de él —. Durante meses no has tenido la decencia de venir aquí, pero hoy estás delante de mí, escuchándome.

— Has amenazado con...

— Y a ti eso te importa lo más mínimo. — Me interrumpió levantando sus cejas —. Así que si ahora estás aquí es porque a esa cabecita tuya se le ha ocurrido algo. Dime, ¿qué tienes pensado qué podemos hacer para solucionar nuestra... situación? — Esa última palabra pareció costarle, pero se alejó unos pasos para ir hacia una de las sillas que había cerca de la pared, una silla que debería estar alrededor de la mesa que tenía justo al otro lado de la habitación. Pero la había movido.

Le dio la vuelta y se sentó sobre ella con los brazos apoyados en el respaldo.

— Te escucho. — No me podía creer que no mostrara ni un signo de arrepentimiento en él. Incluso después de todos estos meses aquí parecía que nunca había pasado nada de lo que vivimos. Estaba ahí sentado, exigiéndome proponerle un trato y esperando pacientemente mis palabras.

Pero si algo no había desaparecido de sus ojos desde ayer era el resentimiento. Pero lo mantenía bajo control, quizá porque sabía que si se ponía agresivo o se mostraba tan rebelde como ayer nunca conseguiría nada de lo que quisiera.

Era un chico listo. Eso lo tenía claro, y estaba segura de que esta máscara que tenía encima de que no le importaba realmente lo que le había hecho y estaba dispuesto a negociar conmigo era una farsa.

Ian se equivocó al elegirme a mí como su actriz en todo esto, si alguien tenía que serlo ese era Marko. Lo había demostrado bastante durante mucho tiempo.

— No voy a hacer un trato contigo — Repetí.

— Bien. — Se resignó después de unos diez segundos de una mirada intensa en la que parecía convencido de que iba a hablar, pero al darse cuenta de que no se echó un poco hacia atrás, pero sus manos siguieron en el respaldo de la silla y sus codos quedaron colgando enfrente de su cuerpo —. Entonces no me queda otra que hacerlo yo.

El Juego De La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora