CHAPTER NINE

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—¡Llegué! — Escucharon de repente un grito. Todos se asustaron por el ruido repentino, pero los Potter se tranquilizaron al reconocer la voz de Sirius.

—¡Tío! —Harry fue el primero en ir a abrazarlo.

Sirius lo abrazó con mucho cariño. Y cuándo vió que la pelirroja no estaba ahí la buscó con la mirada.

—¿Qué hacés que no me viniste a abrazar? — Cuestionó con una ceja alzada. — ¿Y quiénes son ellos?

Charlotte se rió y fué a abrazarlo. 

—Ellos son nuestros amigos, Ron Weasley y Hermione Granger.

—Sirius Black. — Se presentó el pelinegro.

—Y es su peor desgracia. — Hizo su aparición Remus.

—Tio Moony. — Charlotte fue corriendo a abrazarlo, hacía bastante que no lo veía, a Sirius lo había visto el día anterior de irse a hogwarts, a Remus no, había estado ocupado. Pero siempre se mantuvieron en contacto mediante cartas.

—Lottie. — Sonrió Remus.

—Grosero. — Se quejó Sirius.

Hermione y Ron se rieron en voz baja, mientras que Harry también abrazaba a Remus.

—Un gusto conocerlos, y en definitiva sos un Weasley. — Dijo Remus mirando a Ron.

—Sí, lo es. Ron Weasley. — Aclaró Harry.

—Un gusto, Hermione Granger. — Se presentó Hermione.


—Remus Lupin.


—¡Padfoot! ¡Estaba contándoles sobre los merodeadores, de nuevo!


—¡Genial! Vamos, ¿En dónde te quedaste? — Le contestó con emoción Sirius a James.


Y ahí estaban de vuelta, James y Sirius contándoles a Ron, Harry y Charlotte sobre los merodeadores, y Remus y Lily hablando.

Después de un rato largo, Lily avisó que Mary y Marlene no iban a poder venir, ya que tenían una misión en la orden. Seguían existiendo los mortífagos aún después de la caída del señor tenebroso, y si bien había algunos que ya se conocían y habían sido juzgados en su momento, para después algunos ser perdonados (Cómo por ejemplo Lucius Malfoy), había otros que no quisieron redimirse y seguían atacando de vez en cuando.

A Bellatrix Lestrange fue imposible perdonarla, había cometido muchísimas cosas horribles, y tenía mucha sangre en sus manos.


—¿Cómo está Minnie? — Les preguntó Sirius. — Seguro mal, nos debe extrañar.



—Está muy bien "Minnie", y no los extraña. — Respondió Charlotte riéndose.



—Seguro, pobre mujer. — Comentó Remus.



—¿Y alguna chica Harry por ahí? — Cambio de tema Sirius, mirando con una expresión pícara a su ahijado.



—¡Por favor Sirius! ¡Tiene once años! — Exclamó Lily.



—¿Y qué? James a sus once años estaba enamoradisímo de vos, Lily-Flor.



—Ejem, bueno...No importa. — Dijo James, tratando de traer paz, Sirius y Lily siempre estaban discutiendo. — Harry, sólo...Ignora  a Padfoot.



—¡Sigo acá! — Se quejó el pelinegro — No me merezco este trato. Soy un simple padrino hablando con su ahijado.



—No seas dramático Sirius.



Hermione miraba a Charlotte, Charlotte miraba a Harry, Harry miraba a Ron y Ron miraba a todos.



Era interesante ver cómo seguían teniendo la misma amistad a pesar de los años, y de los problemas, a pesar de la traición.


Un rato más tarde estaban los cuatro en la habitación de Harry.



—¿De qué trabajan tus padres, Hermione? — Le preguntó Ron, curioso.



—Son dentistas.



—¿Denti qué? — Se confundió Ron.



—Dentistas, son... Médicos para los dientes.



—Ah.



Charlotte los miraba, no sabía que decir, y Harry dudaba de estar escuchando lo que decían.



—¡A cenar!



Los chicos escucharon la voz de Lily, y al analizar bien las palabras Charlotte y Ron bajaron corriendo, emocionados, sin duda Lily cocinaba muy rico, Harry cayó un poco tarde y los siguió, y Hermione bajo caminando, a su tiempo.



Comieron pavo y papas, había un montón de comida, no tanta como en hogwarts, pero un montón, Sirius y James también lo disfrutaban, todos estaban teniendo conversaciones de a dos, Remus con Lily, James con Sirius, Charlotte con Ron, y Harry con Hermione, después, Charlotte se puso a hablar con su hermano, y con su amiga.



Fue una Navidad hermosa, sin duda alguna. Después de comer pavos, siguieron budines de Navidad.



Los mellizos observaron cómo James abrazaba a Lily, y escuchaban hablar a los demás, con una sonrisa. Amaban a sus padres, tanto como ellos amaban a sus hijos.



Después de los budines, para sorpresa de todos (excepto James) Lily dijo que había helado. Entonces siguieron comiendo.



Más tarde, los Gryffindor y la Hufflepuff se encontraban delante de la chimenea, hacía frío, mientras que los adultos "responsables" estaban tomando café, bueno, eso solo lo hacía Lily. James, Sirius y Remus (sí, Remus) estaban tomando alcohol.



—¿Quieren chocolate caliente amores? — Les ofreció Lily. — También hay bizcochuelo.



No sabían que decir, pero terminaron aceptando, era Navidad, y a demás, rechazarle algo a Lily era imposible.



Quince minutos después Lily apareció con sus chocolates calientes y el bizcochuelo.



—Merlín Harry, adoro a tu madre. — Exclamó Ron



Harry asintió, muy concentrado en comer.



Estaban todos muy contentos, fué una Navidad Feliz.

MAYBE I'M IN LOVE || RON WEASLEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora