Reencuentro

No fuiste detrás de mi

Narra Shikamaru

Su fragancia siempre me ha nublado, inhalo su olor le acaricio la oreja con la nariz y desciendo por su cuello hasta su hombro sin dejar de besarla.

Todo en ella tiembla a mis caricias, le fascina y yo estoy fascinado con ella.

Estiro mis manos alcanzando sus senos los cuales peñisco con la finalidad de endurecer sus pesones y lo logro

— Mmmmm... —gimes y es el mejor sonido de la vida.

Me acomodo de costado en el diván y me recuesto sobre mi brazo derecho

La oriento para que haga lo mismo y la jalo acomodando su cola delante de mi sexo.

— Levanta la pierna —digo y ella inmediatamente accede a mi pedido.

Con mi mano izquierda la jalo acomodándola cerca a mi para luego colocar mi miembro en su entrada.

La siento ansiosa y yo lo estoy mucho más

— Mmmm... —gime otra vez al sentir que estoy entrando en ella de a pocos— sigue...

Sus pedidos son órdenes para mi y empiezo a moverme con frecuencia sintiéndome en el cielo.

— Eres tan ajustada que me encantas —susurro cerca de su cuello— la tengo durísima— le digo aumentando mi ritmo mientras levanto su pierna izquierda.

Solo nos falta grabarnos para ser una porno amateur

— Ahhh... Ahhhh... Dios que rico... sigueee

— Siénteme entero... la tienes todita adentro

Mascullo en su oído

— Si más fuerte —pide— ¡Más Fuerte! —exige

Me vuelve loco sentirla tan excitada, hago lo que me pide pero a su vez dejo caer su pierna y serpenteo mi mano a su clítoris para masturbarla

Una serie de improperios y maldiciones salieron de su boca

— ¡Me voy a venir! ¡Espera! ¡Espera! —yo continúo embistiéndola y jugando con su pequeño botón a la vez que siento su cuerpo convulsionar en mi pecho— ¡Mier...da...! ¡Ya no puedo! Ya no...

Grita y siento su humedad desbordarse, su olor es demasiado excitante.

Llevo mi mano izquierda por su cadera y recorro sus senos manoseándolos mientras subo hasta donde quiero llegar.

Su cuello.

La cojo del cuello y la apego más a mi para esta vez moverme como el demonio.

Ya hemos hecho esto antes por lo que mi intención es apretar su cuello por momentos para dejarla sin aliento.

— Ahhhhh —grita antes de que apriete su cuello para luego gemir no pudiendo hacer más

— Ahhhh —jadeo porque necesito venirme su serpenteo me tiene alborotado

Continúo moviéndome golpeándola por el culo haciendo que sus senos bailen al compás de mis embestidas.

— Ahhhh Carajo... —exploto en ella

— Shika...

La conozco y sé que no pudo llegar esta vez

Normalmente el pene se cae después de una eyaculación pero si estás tan excitado y sientes demasiadas ganas de continuar puede ser que puedas hacerlo