003

422 37 6
                                    

Se subió a su auto y se dirigió a su casa lo más rápido que pudo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Se subió a su auto y se dirigió a su casa lo más rápido que pudo.

¿Por qué estoy tan ansioso?

Entró a casa y no saludó a su gata. Abrió la computadora y entró al email.

"No es la primera vez que me masturbo pensando en usted; para ser sincera, lo estoy haciendo ahora mismo. Al sentir su voz, su perfume, su tacto... Dios, estoy tan mojada ahora mismo, quiero que mis dedos sean reemplazados por su pene, necesito sentirlo, quiero que me llene. Máncheme completamente, córrete dentro, en mi cara, en mis pechos, en mi espalda o abdomen. Haga lo que quiera conmigo, solo quiero que se desquite conmigo, profesor.

Jumin no respiró por un segundo.

No, no, no —pensó.

Miró sus pantalones; vio su propio bulto.

Sentía que su pene palpitaba; estaba completamente duro.

[...]

— Ah, mierda. — Gimió.

Desabrocho su pantalón, bajo su ropa interior, su miembro salió a la luz; su glande estaba hinchado y brillaba por el líquido. Su mano experta para eso se movía de una forma deliciosa; lo estaba disfrutando tanto que no quería eyacular, pero su mano inconsistente no paraba; aceleró el movimiento, de arriba abajo, apretando su propio pene, y dejó caer su espalda en la silla. Caía transpiración de la frente; estaba por explotar. El semen salió volando, manchando su propia ropa y saltándole hasta la propia cara.

"Niña, no sé qué tramas, pero deberías cuidar tus palabras".

𝘊𝘰𝘳𝘳𝘦𝘰 𝘢𝘯𝘰́𝘯𝘪𝘮𝘰 | 𝘑𝘶𝘮𝘪𝘯 𝘏𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora