Salvada por el popular (Jarry)

Capítulo 1

"Riiinn, riiinn, riiinn"

Maldito despertador, tenías que venir y sacarme de mi maravilloso sueño. Preferiría mil veces estar en mi mundo a vivir la vida real. Os explico un poco sobre mi vida, me llamo Jade, tengo 16 años y soy la nerd del instituto. Tengo el pelo castaño claro y ondulado, y mis ojos son marrones, nada fuera de lo normal. Me levanté y me fui al baño, hice mis necesidades y me recogí mi pelo en una coleta. Después me vestí cómoda, no me gusta ir como lo hacen las populares, es decir en plan putón, no entiendo porque directamente no se ponen unas bragas tejanas, porque los shorts son cada vez más cortos. Bajé a desayunar, mi padre estaba sentado en la mesa de la cocina, leyendo el periódico con un café. Cuando pasé por delante me miró con cara de asco. No me afectaba, al menos no tanto como antes. Desde que mamá se fue me mira mal, cree que no soy su hija, pero aún no sé porque. Simplemente lo ignoré, cogí una manzana y me fui caminando al instituto.

Vivo en Barcelona, cerca de Pedralbes la zona más pija de la ciudad, en una pequeña casa, que teniendo en cuenta las mansiones que están unas calles más arriba, esto es pequeño. Cuando lleguéa a mi instituto me dirigí directamente a mi taquilla. Pero cuando llegué me encontré con las populares, ya sabéis, esas chicas que se creen mejor que todo el mundo pero en realidad son la basura del planeta. En fin, que estaban allí para amargarme el día, como siempre.

- Mirad a quien tenemos aquí - dijo Brithany, la abeja reina - A la don nadie de la escuela. Dime una cosa. ¿Por qué sigues viniendo si a nadie le gustas? Haznos un favor y desaparece.

- O muérete, a nosotras nos da igual, mientas no estés en nuestro camino... - le siguió Ashley.

- Y no nos molestes o lo pagarás caro rarita - me amenazó Tiffany.

Después de eso me empujaron, tirándome al suelo y desparramando todas mis cosas por él. Cuando sus risas y el sonido de sus tacones se escuchó lejos me levanté. Hoy era lunes, así que tendría que soportarlas durante cuatro días más.

Me dirigí a clase de historia, odiaba la historia, sé que es importante saber algunas cosas pero no todo. ¿No dicen que hay que dejar el pasado atrás? ¿Entonces por qué se empeñan en enseñarnos todo lo que ha pasado a lo largo de la historia? Sinceramente no lo entiendo. Que se le va a hacer, me dirigí a mi sitio de siempre, primera fila al lado de la ventana. Preferiría atrás para pasar más desapercibida, pero allí se ponen los populares, para cotillear y no prestar atención. La profesora llegó y empezó a dar clase, que consistía básicamente en contarnos su vida, yo mientras tanto hacia los resúmenes del tema. Pero un grito llamó mi atención.

- Señorita Salazar (Tiffany), señorita Prescott (Ashley). ¿Les importaría decirnos que estaban susurrando? - preguntó enfadada la profesora.

- Claro que no profesora - sonrió Ashley con malicia - estábamos diciendo que Jade es una rata de biblioteca y que es una nerd antisocial - dijo como si nada.

Unas risas surgieron de la parte de atrás, yo solo me encogí en el asiento, no podía hacer mucho más.

- Se acabó, tenéis un parte de expulsión - chilló enfadada la profesora.

- ¡Pero eso es injusto! - chilló Tiffany - No es nuestra culpa que ella - dijo señalándome - sea una rarita antisocial.

Ellas no son las típicas pijas de se me ha roto una uña, ellas son pijas y delicadas a la hora de vestir y todo lo que tenga que ver con marcas de lujo: ropa, coches, accesorios, etc. Pero su carácter era como el de una choni poligonera, me explico, eran chillonas, peleonas y no les importaba pegarte una ostia si era necesario. Por eso eran tan peligrosas.