Estaremos Juntos.

198 10 12
                                    

(Narradora): Nuevamente aquella sensación de placer y necesidad se apoderó de sus cuerpos, los suaves toques que se brindaban hacían que sus cuerpos se estremecieran, sus pieles rosando contra la de su compañero hacía que se erizaran, sus labios se besaban sucesivamente, no tenían descanso alguno, querían todo de la otra persona.

Quién pensaría que se volvería a repetir aquel encuentro, jamás pensaron en volver a repetir lo que en algún momento experimentaron juntos con tanto amor y placer.

Sus labios ya se encontraban ligeramente hinchados por haberse besado tanto tiempo, sus pulmones pedían un poco de oxígeno, se separaron, sus respiraciones estaban agitadas, parecían como si hubiesen corrido por un buen rato.

Sus miradas se conectaron, sus ojos se transmitían tantos sentimientos con tan solo verse por un escaso segundo, pocas veces se sentían de esa forma tan especial, como si solo estuvieran ellos dos en el mundo, completamente solos, sin nadie que los llegase a molestar.

Sus labios se volvieron a juntar, formando un beso apasionado donde se transmitían todo su amor. Las manos del tricolor acariciaban la espalda del más alto, sus dedos se enredaban en las hebras del contrario.

El brasileño acariciaba el torso desnudo de su amado venezolano, con las yemas de sus dedos jugueteaba con los pezones rosados del de menor estatura, cada toque que le daba a esos botones rosados le sacaba leves gemidos ahogados.

Con sus manos empezaba a toquetear cada espacio del cuerpo del hispano, no había un lugar donde sus manos no hubiesen estado anteriormente.

Nuevamente separaron sus labios, volviendo a tomar grandes bocanadas de aire.

Brasil: Estás... Pronto?... (Estás... Listo?...) -habló con dificultad por su respiración agitada-

Venezuela: J-Joda, ya hasta miedo te agarré, pero dale... P-Puedes continuar -como respuesta, el de tez verde depósito un corto beso en la comisura de sus labios-

El brasileño tomó las bermudas del contrario, sacándolas  de un jalón, pudo observar un bulto entre sus piernas, la tela que lo cubría estaba ligeramente húmeda, obviamente el venezolano se encontraba completamente excitado.

Brasil: Então você está tão ansioso quanto eu? (Entonces estás tan ansioso como yo?) -lo miró con una pequeña sonrisa mientras su mano tocaba ligeramente aquel bulto húmedo-

Venezuela: Mmm!~... S-Solo hazlo -a quien iba a engañar? Claro que estaba ansioso por ser tomado por aquél latino no hispano-

El de tez verdosa quitó los bóxers del venezolano, dejando al descubierto su entrepierna, la cual se encontraba ya erecta por los toqueteos que anteriormente el brasileño le otorgó a su cuerpo.

Tomó el miembro del hispanohablante, empezó a masajear lo lentamente, desde la punta hasta la base, suaves gemidos escapaban de la boca del tricolor de estrellas, quien intentaba no dejarlos salir.

El más alto apretaba ligeramente el miembro del venezolano mientras aumentaba la velocidad del movimiento de su mano.

Así pasaron algunos minutos, el brasileño masajeaba el miembro del veneco mientras éste disfrutaba de la sensación tan deliciosa que le brindaba su acompañante.

El tricolor sentía como su éxtasis iba llegando de a poco, estaba que se corría, el de habla portuguesa se dió cuenta de ésto cuando el hispano apretaba las sábanas con fuerza y su cuerpo empezaba a tener ligeros espasmos.

El de mayor estatura se detuvo en seco, dejando confundido al menor, derrepente sintió cómo el de tez verdosa lo jaló de las piernas, acercándolo más él.

Un Cielo Estrellado (Brazuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora