¿De verdad sería un problema haberse acordado de su nombre?
- Clodette, ¿por qué acordarse de mi nombre es un problema?
- Mira, antes de cruzarme contigo, ya he conocido a tres chicos más. Y ninguno de ellos recuerda su nombre. Louis, Nara y... Zack...-No pudo seguir. Se le trababa la lengua.
-¿Qué pasa con Zack? ¿Por qué esa cara al decir su nombre?
- Si, es su apodo, Mark, el tampoco recuerda su nombre, pero el no es como nosotros. El nos intentó matar, a Nara a y a mí.
Se quedaron en silencio, Mark pensó que Zack podía ser el chico que tenía una sonrisa en la cara cuando aparecieron en aquel lugar. Se le revolvieron las tripas al pensar que pasaría si se lo encontraban ahora.
-Clodette, hay que seguir, tenemos que salir de aqui antes de que esto se derrumba o algo así.
Siguieron adelante pero esta vez con un paso más tranquilo, casi andando. Mark se adelantó un poco de Clodette. Y de repente, por arte de magia, el paisaje cambió.
Ahora estaban en una selva. Con árboles que llegaban hasta el puente. Con mucha flora. Había un diferencia. Se veía el final del puente.
El chico se giró entusiasmado para comentarselo a su compañera. No estaba. Se veía una casi imperceptible pared transparente que separaba un paisaje de otro. La vista era borrosa, peo se podían ver las manos de su compañera apoyados en la pared, como intentando derribarla. Mark se acercó a ella e hizo lo mismo. Pudo distinguir los labios de Clodette, formando en ellos las palabras: "déjame aquí, sigue tú". Le costó la vida separarse de ella, pero luego comprendió que si el se salvaba, quizás y solo quizás, podría luego venir a rescatarla.
Corrió hacia delante, con una lágrima en su sonrosada mejilla. Intentaba recordar la voz de Clodette en su mente, para que así puediese sentirse acompañado. Pero la melancólia le llenaba su mente. Impidiendo a su cerebro funcionar.
Llegó al final del puente. Miró hacia atrás intentando ver la ya no visible pared invisible. Sacudió la cabeza, intentando disipar de su recuerdo el rostro de la chica que le había acompañado durante un día, y que le había sacado de su soledad.
Observó el paisaje que tenía ante sus ojos y no pudo evitar formar una O en su boca. Había flores gigantes, de colores fosforitos. Árboles que brillaban y llegaban hasta donde no se alcanzaba a ver. Había un lago encima de él y se acercó para beber agua. Se reflejó en el agua. Y por primera vez vio su rostro en el agua. Se echó para atrás al ver que tenía una marca en la frente que ponía. "Muere". Se volvió a mirar y la palabra no estaba. Pensó que había sido una alucinación.
Metió las manos en el agua para recoger el agua pero algo le cogió de las manos. La cosa tiró de él y le metió en el agua. Eso le intentaba ahogar. Como si la palabra que antes había aparecido en su rostro le dijese lo que iba a pasar unos instantes después.
Se le metió algo en la boca. Por su textura parecía que era otra cosa de las que tenía atadas en las manos. Algo tiró de él por la espalda y le sacó del agua.
Antes de desmayarse vio un rostro delante de él. El rostro de un chico de tez morena y ojos verdes le decía algo pero no alcanzó a oírlo.
* * *
-¡Ey flojo! ¡Despierta de una vez!-Gritó el chico moreno pegando a Mark en la cara, haciendo que éste se depertase.
-¡Ay tío! -Se quejó.
- Louis, porfavor-Le dijo remarcando su nombre.
-¿Louis? ¿Conoces a Clodette?
- Si, la conocí antes de ayer pero la perdí al cambiar de paisaje.
- Si, yo también, aquí hay algo raro. Los paidahes cambian alrededor del puente. Y lo peor es que si lo pasas no puedes volver. A, por cierto, me llamo Mark.
- También perdí a Sofía. Una chica majísima. Pero a ella no la perdí detrás de una pared invisible. Ella se cayó por el puente.
- Espera, espera. Esa era la chica rubia ¿no?-Louis asintió.
- Mark, yo soy diferente a los demás.-Dijo señalando a su cuello. En su cuello había escrito unas palabras escalofriantes:
"TÚ NO PODRÁS SOBREVIVIR"
Parecía que aquel lugar quería asesinarlos a todos. Y así es como Mark le contó que el recordaba su nombre y que Clodette era también diferente de los demás por el puente dorado.
- Creo que vamos a morir.-Afirmó Louis levantándose y teniéndole una mano a Mark para que le acompañase.-Busquemos cobijo para la noche, o moriremos esta noche.
Se dirigieron hacia un árbol con una rama que parecía lo suficientemente ancha y fuerte para los dos. Cuando iban a subir, una baba les cayó en la cabeza. Miraron encima de ellos y vieron una cabeza de monstruo gigante. Con antenas en vez de orejas pero con cara de humano y ojos de mosca.
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UN PUENTE, UN DESTINO
Ficción General¿Qué pasaría si te despertases sin recordar nada? 16 jóvenes convivirán en una isla, pero no en el suelo. Una isla elevada. Rodeada por precipicios. No solo tendrán que convivir: TENDRÁN QUE SO...