11. Viejos Amigos.

289 17 7
                                    

-¿Dónde estás? Te llamo y no contestas, me estoy empezando a preocupar, por favor llámame en cuanto oigas este mensaje.

Recorro las calles de Madrid desesperado por encontrarla ¿Dónde se ha podido meter?.

Son las dos de la tarde, aparco el coche en la acera opuesta a la puerta del instituto. La gente sale amontonada, parece una estampida de elefantes, en medio de la selva.
Me bajo del coche y voy hacia Melisa, su mejor amiga.
- Melisa ¿Puedo hablar contigo un momento?.
- Si, claro señor Willson. Chicas seguir vosotras ahora os cojo- Las chicas que están con ellas asienten y se van.
- Oye siento molestarte ¿Pero sabes algo de Rose?.
- No, la he llamado pero no contesta supongo que debe de estar enferma o con algún royo de los suyos- Es la primera vez que hablo con ella y no me cae muy bien, no sé, hay algo en su mirada que me dice que no es una buena persona- ¿Por qué lo pregunta señor Miller? ¿No ha ido al trabajo?.
- No, ni tampoco ha llamado.
- No sé, a lo mejor esta con alguno de sus ligues- Me mira a los ojos y se pasa la lengua por los labios, me da asco ¿Cómo puede hablar así de ella si es su mejor amiga?-. Vera señor Miller me preguntaba si le gustaría ir a tomar algo conmigo, no sé y quizás luego ir a algún sitio más tranquilo los dos- Me pone las manos en el pecho y pestañea muy rápido, le retiró inmediatamente las manos.
- No, pero de todos modos muchas gracias por contestar a mis preguntas- Digo mientras me doy la vuelta y me voy dejándola allí.
Vuelvo a llamar a su teléfono móvil pero no me lo coge. En ese momento me llega un mensaje de texto.

De Charlotte:
Espero que no me la juegues, porque en este momento tienes mucho que perder.
XOXO

Tiro el movil en el asiento del copiloto ¿Dónde estará?.

Llego a mi casa a eso de las cinco de la tarde, he recorrido todo Madrid, los lugares a los que solíamos ir, sus lugares favoritos, todo y no la he encontrado. También he llamado a su casa y me ha saltado el buzón de voz. Estoy realmente desesperado, ya no se que hacer, tengo un mal presentimiento.
Abro la puerta y voy hacia mi despacho, pero mi madre me intercepta.
- ¿Dónde has estado todo el día? Tú padre esta muy disgustado, teníais una reunión muy importante y no has ido.
- He estado con un amigo por ahí.
- Cielo- Me coge la cara entre las manos-. ¿Qué te pasa, te veo muy disgustado?.
- Nada mamá es solo que se me había olvidado por completo lo de la reunión, nada más.
- No pasa nada cielo, seguro que a tu padre se le pasa el enfado, sabes como es, ningún enfado le dura eternamente. Bueno, voy a ver que tal va la cena- Menos mal que se lo ha creído, aunque se que mi excusa es pésima- ¡Ah! Por cierto, ¿Te has enterado de la gran noticia?.
- ¿Qué gran noticia?.
- La de Rose.
- ¿Qué pasa con Rose?.
- Le han concedido una beca en uno de los internados más prestigioso de Londres, se ha ido esta misma mañana, es una pena que se haya ido así, pero me alegro mucho por ella. Se merece todo lo bueno que le pasase.

En ese momento dejo de oír, de sentir, mi corazón no bombea sangre y estoy completamente aturdido, no entiendo nada.

- Cielo ¿Estas bien?- Dice mi madre volviendo a poner su mano en mi cara.
- Si, mamá es solo que me acabo de acordar de que tengo que hacer un par de llamadas.
- Hijo tú siempre trabajando tanto- Dice poniendo su mano sobre mi mejilla y después se va hacia la cocina.
En cuanto la pierdo de vista, salgo corriendo por el pasillo. Entro en mi despacho y marco el número de su casa en el teléfono fijo de mi despacho.
- ¿Si?.
- Hola... Soy Adam Willson, ¿Podría hablar con Rose?, es sobre Em.
- No, lo siento. Rose se ha ido esta misma mañana a Londres, y no pueden llamarla al internado, son reglas muy estrictas.
- ¿Y no puedo localizarla en su móvil?.
- Mira Adam- Oigo como cierra una puerta-. Te agradecería que no volvieras a molestar a mi hija, tiene toda la vida por delante Adam, mira... Yo ya sabia que esto, iba a salir mal desde el principio, pero ella se tenía que equivocar para verlo. Tú Eres demasiado mayor para ella y la has hecho mucho daño. Por favor déjala en paz, te lo pido como un favor personal.
- Pero...- No me deja acabar, y oigo como la línea se corta al otro lado.
¡Dios no entiendo nada! ¿Qué a pasado?.
Me duele todo el cuerpo, estoy furioso, siento como si me hubieran arrancado una parte de mi alma y se que es así, porque ella se la ha llevado consigo. Apoyo las manos sobre el escritorio, la sangre me hierve, ¿Por qué se ha ido sin decirme nada? ¿Qué le he hecho?. En un ataque de furia tiro todo lo que tengo encima de mi escritorio, incluido el portátil. Me vibra el movil en el bolsillo y lo miro rápidamente, esperando que sea ella.

Unidos Por el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora