2. (2014) Reencuentro

463 24 1
                                    

Otra vez esa maldita pesadilla ¿Por qué me tiene que atormentar prácticamente cada noche?
Miro el reloj de mi mesilla de noche. Estupendo nunca me despierto pronto y hoy son las cinco de la mañana y tengo los ojos como platos.

Segun se va disipando la niebla de la pesadilla me doy cuenta que queda un día, para que todo finalice y me gradué. Dentro de un día seré oficialmente una graduada en historia del arte, por la Universidad Complutense de Madrid, un auténtico sueño para mi. Además a partir de la semana que viene empezare a vivir en ¡Londres!.

Me levanto y voy al aparador donde tengo toda mi colección de gomas de pelo. Mentira solo tengo una, porque por alguna extraña habilidad extraña habilidad, que tengo, las pierdo todas. Me miro al espejo, y el reflejo que me devuelve es el de un rostro cansado. Tengo unas ojeras enormes vamos, iguales que las de un mapache. El pelo parece un nido de pájaros y tengo la marca de la almohada en la cara. Me río de las mujeres, que aparecen en las películas y siempre están divinas cuando se levantan. Me voy a la cocina, para prepararme una taza de té humeante y mientras espero a que el agua se caliente, me siento en el sofá y me empieza a invadir lentamente el sueño.
Al cabo de un rato me despierto sobresaltada con la mala suerte de que me caigo de bruces contra el suelo.
- ¡Genial Rose empiezas bien el día, esto promete!- Cabreada cual ogro, me meto en la ducha y dejo que el agua caliente se lleve todos mis males.

En todo lo que acabo de limpiar la casa, bueno si se le puede llamar así a un piso de cincuenta metros cuadrados, son las doce de la mañana y como cada mañana desde hace cuatro años realizo una ruta de running, que va desde plaza de España hasta el Parque del Retiro.
Cuando llevo unos pocos minutos en el parque, me da uno de los tirones más dolorosos que ha dado en toda mi vida, en el gemelo. Me detengo y empiezo a frotarlo para que se desvanezca el dolor. Creo que mi ruta a concluido por hoy.
- ¡Genial Rose ves como el día prometía!- Digo frotandome el gemelo. De repente oigo que alguien dice mi nombre. No hago ni caso porque puede ser a otra persona, empiezo a andar, sin poder evitar ir cojeando. Pero alguien me da unos golpecitos en el hombro. Cuando me giro me quedo completamente paralizada. Me hago una imagen de mi misma en la mente como si fuera el personaje principal de cuadro del grito, de Munch.

- ¡Cómo estas hacia muchísimo tiempo que no te veía! ¡Qué guapa! ¡Y qué mayor estas!.
-Ehhh... Yo...- Me aclaró la garganta y le digo.- Hola Clare, cuánto tiempo. -¡Pero por qué hoy me tiene que pasar todo a mi! Cuatro años hacia que había roto mis lazos con la familia Willson Ruiz y justo hoy aparece un miembro de ella. Si hoy no me parte un rayo por la mitad, será un auténtico milagro.
-¡¿Qué tal te va todo?! Me ha dicho tú madre que te han cogido en la sucursal de la casa de subastas Christie's en Londres.
- Si, me voy la semana que viene.- ¡Voy a matar a mi madre!
- ¿Oye te apetece tomar un café?.
- No, gracias de verdad es que me tengo que ir, hoy tengo un montón de cosas que hacer.
- ¡Venga! Sólo será un ratito.
- Venga, vale pero lo compramos en ese puesto, que estoy completamente sudada.- Digo resignandome a lo inevitable.
-¡Vale!

Caminamos hasta el puesto que hay enfrente de nosotras y pedimos nuestros respectivos cafés y nos sentamos en un banco que esta enfrente de la laguna artificial.
-Bueno... ¿Qué tal esta Em?.- Digo para romper el silencio que se había instalado entre nosotras. Se queda en silencio y me contesta suspirando.
-Bien, no me puedo creer que haya crecido tal deprisa- Toma un sorbo de su café y me mira a los ojos-. No es por hacerte sentir mal pero se quedo destrozada cuando te fuiste, entiéndelo todo sucedió tan deprisa, un día estabas y al siguiente no.
Me quedo en silencio y aparto rápidamente todos los malos recuerdos de esa terrible tarde, en la que mi vida cambio.
- Si, bueno, es que... Me concedieron la beca para estudiar en Londres y no pude rechazarla.
- Nanny.- Me coge de la mano y me dice muy sería.- Se porque te fuiste, fue por Adam ¿verdad? Se que estabas enamorada de él.- Me recorrió un escalofrío por la espalda al oír su nombre, me duele el corazón con solo oírlo, hacia mucho tiempo que no hoy su nombre en voz alta.
- No sé a que te refieres- Le digo apartando la mano de la suya.
- Claro que sabes, yo lo veía todo ¿Sabes? Veía como os mirabais el uno al otro, de hecho, sabia que llevabais juntos un tiempo- Se queda en silencio otra vez, y vuelve a cogerme las manos-. Sé que te hizo daño, pero también debes saber que desde que te fuiste esa tarde, y al día siguiente no dabas señales de vida- Vuelve a quedarse en silencio-. Él cambio completamente, lo dejo con Charlotte, se fue a...
- ¡No! Por favor te lo suplico, no quiero hablar de él, no te enfades, pero hace mucho que rompí cualquier lazo que me uniera con él y la verdad es que me ha ido muy bien.
No me lo creía ni yo, durante estos cuatro años había intentado mantener relaciones normales con otros chicos, pero no había sido capaz, quería más y sabía que no lo podía tener, porque sabía perfectamente lo que era sentirse completa y absolutamente enamorada. Además cada día sentía como si me faltará una mitad de mi alma.
-Vale.- Dice mirando al suelo y suspirando.- Respetaré tu decisión, pero te pido por favor que te acerques a nuestro piso a merendar antes de que te vayas a Londres, a Em le haría mucha ilusión verte, desde que te fuiste no ha vuelto a tener otra niñera.
Mire hacia el suelo y fije la vista en mis deportivas Nike rosas fluor.
- Vale, pero por favor evita cualquier alusión a él.
- Eso esta hecho.-Dice con una sonrisa que le llegaba hasta la mirada, mira su reloj, y pega un grito.- ¡Uh! ¡Qué tarde es! Nanny me tengo que ir tengo una reunión muy importante con unos inversores japoneses y sabes como son con lo de la puntualidad.-Coge el bolso y su café y antes de irse dice.- Le pediré a tu madre que me de tú número y así te llamo y quedamos ¿vale?.
Me da un beso en la mejilla y se va corriendo, me quedo impresionada en el banco, por lo menos cinco minutos.

Unidos Por el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora