7. No Te Atrevas...

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Nota: A este capítulo le va muy bien la canción de Apologize, de One Republic, de fondo. La letra le da bastante significado a lo que sienten los dos personajes.

(Rose)

Entramos en el ascensor, me zafe de sus brazos y me separe de él, estaba realmente cabreada ¡¿Qué se había creído?! ¡¿Con qué derecho me trataba así?!. Yo no se lo iba a permitir, de ninguna manera. Jamás bajaría mis defensas con él, era una cuestión de supervivencia.

-Me esta cansando esta actitud tuya Rose, actúas como una cría, hace cuatro años que no te veo, no he vuelto a saber nada de ti y necesito respuestas- Dijo mirándome a los ojos. ¡Pero de que iba!¡Esto era el colmo!.
La sangre se me subió a las ojeras, apreté los puños contra mis piernas. Estaba realmente cabreada con él e incluso tenia ganas de golpear algo. Y yo no era así.

- Pues como ya te he dicho, yo no tengo nada de que hablar contigo, llegas cuatro años tarde- Le dije empujándole con el dedo en el pecho-. Y si te crees que porque trabajemos juntos mi actitud respecto a ti va a cambiar, lo llevas claro guapo- Alce la mirada hacia sus ojos. Sabia lo que él estaba viendo en ellos, odio. Destilaba odio por todos los poros de mi cuerpo. Un odio que había guardado en mi interior durante estos últimos cuatro años.
No pude contener lo que sentía.
- ¡Te odio Adam, te odio! - Empecé a dar vueltas por el ascensor-. ¡No te atrevas a pedirme explicaciones Adam! ¡Oyeme bien! ¡Tú no sabes nada de mi!- Me quede de espaldas a el y me lleve las manos a la cabeza, en un intento de calmar toda la rabia que sentía. Resople y me di la vuelta para quedar nuevamente de frente a él-.Mira por el bien de nuestros trabajos, vamos a limitarnos a ser profesionales, nada más ¿Entendido?- Sonó el timbre del ascensor que indicaba que ya había llegado a mi planta.
Recogí mis bolsas del suelo y mientras cogía las bolsas del suelo abrí un poquito esa trampilla que llevaba tantos años cerrada. Me volví a girar en su dirección.
-Ya es demasiado tarde Adam, llegas cuatro años tarde.

El no dijo nada, solo miraba al suelo. Negado con la cabeza salí del ascensor, las puertas se cerraron, me dirigí hacia la puerta del apartamento, metí la llave, entre, y cerre la puerta.
Ya no aguanté más, las bolsas se cayeron de mis manos y acto seguido fui yo detrás, me abrace a mi misma y allí me quede. No sé el tiempo que paso, si fueron horas o minutos, lo único que sabia era que me encontraba rota de todas las maneras posibles.

(Adam)

No sabia que decir, nunca la había visto así, tan furiosa. Ella no era así, lo habia podido apreciar durante lo que duro nuestra relación, pero en especial una vez en la que una chica de su instituto la habia empezado a insultar, antes de que empezaramos a salir.

Habia teniado que ir a buscarla al instituto para llevarla al cumpleaños de Em. Oí todo de pura casualidad, porque la estaba esperando en la puerta. Cuando oí como la insultaba me dieron unas ganas enormes de matar a esa chica, porque no podia creerme que alguien se metiera con una persona como ella. En el momento en el que la vi mi corazón se aceleró, me llevaba pasando cada vez que la veía desde hacía ya varias semanas. Durante ese tiempo no sabia que era exactamente lo que sentía por ella, pero dos meses después supe que estaba enamorado de ella. Por todo eso, después me pase la mayor parte del tiempo esquivándola. Hasta el día de la boda de mi hermano, seis meses después.
El motivo de que no la dijera nada era porque no estaba bien, no era lo correcto ¡Por el amor de dios, si por esa época ella acababa de cumplir los diecisiete años y yo tenia treinta años! Era simplemente imposible.
Cuando nos subimos al coche y le pregunte que había sucedido con esa chica, ella se limitó a cruzarse de brazos y me dijo que no tenia importancia. Cuando me dijo eso me hirvió la sangre y le dije que tenia que reaccionar, que no podía dejar que las personas la trataran así, porque no se lo merecía. Ella me contesto que ese tipo de personas demostraban lo que eran cuando hacían esas cosas y que algún día se darían cuenta de que no era lo correcto. En ningún momento la vi afectada, es más, me di cuenta de que tenia una madurez mental muy poco común en chicas de su edad. Su inocencia podia engañar a la gente, pero en momentos como esos fue cuando me di cuenta que era una persona muy sabia y generosa.

Por todo eso, cuando se mostró tan furiosa conmigo y después la oí tan cansada y triste, no la pude mirar a la cara, y preferí quedarme en silencio, porque lo que más me dolió en esos momentos no fueron sus palabras, si no el haber sacado esa faceta de ella, que había mantenido oculta hasta en los peores momentos.

Sonó el timbre que avisaba de que ya había llegado a mi planta, metí el código de mi ático para que se abrieran las puertas, entre en mi casa y me dirigí a la zona del salón, me puse a dar vueltas por él como un león encerrado, en mis venas hervía la sangre por haberla herido de esa manera. La única manera que tuve de deshacerme de esa furia fue tirando todas las cosas que tenia encima de la repisa de la chimenea. Aun así no pude deshacerme de la rabia, así que decidí salir a correr por segunda vez en el día.

En Londres ya eran las nueve de la noche, como estábamos en verano había mucha gente en la calle. Corrí alrededor de unos ocho kilómetros, esto solía aliviarme en momentos de estrés y de tensión, pero esta vez no funciono. Mientras corría no pude dejar de pensar en ningún momento, en estos últimos cuatro años. Mi vida había cambiado por completo, me había desvinculado de la empresa de mi padre, había creado mi propio estudio de arquitectura, que había crecido sin parar y desde que ella me abandonó no había vuelto a atarme con ninguna persona. Mis ligues solían ser completamente diferente a ella, ya que no quería volver a recordarla, dolía demasiado. Sabia que mi madre tenia una estrecha relación con Abigail, la madre de Rose, pero a pesar de esto nunca quise saber nada de ella, me dolía demasiado su recuerdo. No sabía nada de su vida en estos últimos cuatro años, si había tenido una relación con alguien después de mi, no sabia porque había salido corriendo, ni porque no había contestado a mis llamadas o dónde había estado todo este tiempo. Un día de la noche a la mañana había desaparecido y no sabia porque.

Mi vida no había vuelto a ser plena, me limitaba a ir por la vida como un autómata y saciaba todas mis necesidades. Empecé a notar que me quedaba sin aire, me dolía todo, la carrera no me había calmado en absoluto.

Me temblaban las piernas, así que cogí un taxi para ir a mi casa. Cuando llegue decidí que lo mejor para los dos seria que me fuera de ese edificio, así que llame al conserje de unas de mis propiedades, que estaba en la otra punta de la ciudad, para que preparan todo. Me iría dentro de cuatro días del ático.

Estaba completamente exhausto, así que decidí darme una ducha para aliviar la tensión de mis músculos, me tome un whiski y me fui a dormir.

No pude pegar ojo en toda la noche, cada vez que me dormía tenia una pesadilla y me despertaba alterado. Sólo podía pensar en ella y en que la seguía amando con todas mis fuerzas, pero la tenia que dejar ir para que ella fuera feliz.

¡Hola a todos! ¡Cada vez somos más! No sabéis la ilusión que me hace esto, ¡Estoy súper feliz!
Para todos los que no lo sepais me he creado un perfil en Twitter, es @EJBennet, aquí contare novedades sobre lo que haga y recomendaciones de escritores, etc. También podréis preguntarme cualquier cosa por aquí.
Espero que os guste este capítulo, y como siempre os deseo una feliz semana a todos, esperó que comenteis que os parece la historia y la evolución de los personajes, por supuesto podéis hacerme sugerencias sobre la evolución de la historia. Please darle a fav.
Un besazo a todos!!! Sois increíbles :)

Ya se que estamos a 17 de Enero y q todavía no he escrito nada, es q estoy completamente bloqueada, pero prometo que a final de semana subiré un capítulo nuevo, de verdad.
Mientras tanto los que queráis podéis leer mi otra novela (Tú mi redención).
Un besazo enorme a todos!!

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