When the day met the night

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Luz había llegado pronto al parque en el que había quedado con Willow para pasar la tarde juntas, así que se sentó en el banco en el que solían verse. Movía la pierna de arriba abajo en el banco de hierro, caliente bajo el sol. Empezaba a arrepentirse de haber elegido esa ropa aquel día, un peto negro y una sudadera de dos colores, pero era demasiado bonito como para no llevarlo una última vez ese año. Por eso mismo odiaba el entretiempo, acababa llevando la ropa de final de temporada porque quería llevarlos una vez más antes de que el tiempo cambiase.

Miró su teléfono y se puso a jugar mientras repasaba las aventuras de su primer día en la cafetería. Por supuesto, lo principal había sido su horrible primera impresión al casi cargarse la cafetera. Iba a recordar ese momento durante muchísimo tiempo. Pero no quería empezar con eso, podría hacerlo hablando de quedar para almorzar juntas durante los descansos, porque ambas tiendas estaban muy cerca, lo cual era una de las razones por las que Luz estaba deseando empezar a trabajar allí, y no solo por el toque místico que tenía eso de ser camarera.

Y luego estaba Hunter. Era un personaje demasiado extraño como para referirse a él tan solo como "el chaval que le explicó cómo funcionaba todo" mientras hablaba de su día. Le parecía casi imposible no empezar hablando de su día sin mencionar a Hunter.

La llegada de Willow interrumpió sus pensamientos. Ella se había vestido más acorde al tiempo, con un largo vestido amarillo de florecitas y una bolsa de tela al mismo tiempo útil y bonita colgando de un hombro.

—¡Hola, Luz! ¿Qué haces al sol? Te podría haber encontrado en la sombra también.

—¡Ahg, sabía que tenía que haber esperado en otra parte! —dijo Luz. Se secó el sudor de la frente. Supuso que Willow lo habría notado—. ¡Bonita bolsa!

—Gracias —sonrió Willow—. La he cogido según salía de casa. Siento haber llegado tarde, el bus ha tardado más de lo normal.

—Bah, no te preocupes, si la que suele llegar tarde aquí suelo ser yo —Luz señaló una zona a la sombra de los árboles—. ¿Nos podemos mover allí? Me va a dar una insolación con esta ropa. —Willow soltó una risa.

—Claro, no me importa sentarme en la hierba.

Las dos fueron a la sombra y Luz tuvo que contener un suspiro de alivio al salir fuera del alcance del sol. Se dejó caer en la hierba recién cortada e inspiró el aroma. Willow tuvo un poco más de cuidado al sentarse. Cruzó las piernas y se puso el vestido por encima.

—¡Tengo tantas cosas que contarte! —exclamó Luz, agitando los puños. Willow se apartó el flequillo de los ojos.

—Por favor, cuéntamelo todo. Necesito una distracción de mi trabajo. —Luz empezó a hablar antes de poder darle demasiadas vueltas al comentario de su amiga.

—Bueno, como ya sabes, he empezado a trabajar en la cafetería que está prácticamente al lado de donde trabajas tú. —Willow se irguió.

—Oh, sí, se me había olvidado que eso iba a pasar esta semana. ¿Cómo ha ido? —Luz apoyó las manos en el suelo.

—Vale, antes que nada, he pensado que sería muy guay quedar en los descansos para comer, o en los descansos sin más. No creo que mi horario sea muy consistente, pero seguro que nos podemos apañar. —Willow asintió.

—Suena bien —respondió—, seguro que puedo pasarme, Raine mencionó que los desayunos y los almuerzos allí están muy bien. ¿Qué horario tenéis? —Luz trató de recordar las palabras de Hunter.

—Creo que de cinco a cinco. O sea, de cinco de la mañana a cinco de la tarde. —Willow soltó un silbido.

—Guau. Eso te va a ser difícil. Sé por experiencia que no eres una persona muy madrugadora.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2022 ⏰

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Lattes y Lilas (Winter/Huntlow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora