Judas Shigaraki Tomura y tú

2. Pasantías

Siento un dolor agudo en todo el cuerpo.

¿Donde estoy?

Puedo escuchar voces levemente, pero no puedo abrir los ojos.

No puedo moverme.

Es frustrante.

Tengo miedo.

Tomura...¿Por qué?

1 año antes, U.A, 9:45 A.M:

-Salí horrible en el pase de héroes provisional- Hablé horrorizada mientras observaba la tarjeta con mi rostro.

-Para nada ____, siempre te has visto muy linda - Dijo momo mientras me acariciaba la espalda tratando de animarme.

La noche anterior no había dormido nada, los nervios me comen y me dan insomnio. Todo esto se debe a las pasantías, pero no es para menos, ya que voy a estar con el héroe número uno, Endeavor.
Claramente debido a mi quirk de fuego, a decir verdad es poderoso y todo pero he visto algunos tan geniales como el de control de mente o la creación de objetos que me hacen dudar de mi suerte.

Caminábamos a los dormitorios, ambas nerviosas. Por lo general Momo se mantiene fuerte ante las adversidades pero esto no era para menos, ella también estaba nerviosa. Antes habíamos hecho pasantías claro, pero este es nuestro último año y nos eligieron verdaderas estrellas de héroes, el miedo a defraudar o fallar es gigante.

Saludamos al portero y tomamos el ascensor hacia nuestro piso, afortunadamente dormimos en cuartos cercanos.

-Quizás hoy deberíamos dormir juntas- Propuso, claramente quería asegurarse de que durmiera bien, y eso no pasará.

-Momo sabes que aunque esté contigo no podré dormir igual- Respondí mientras observaba los números del ascensor subir.

-Entonces tómate algún calmante, necesitas estar descansada para lo que se nos viene- Créeme que lo sé, pero es difícil.

-¿realmente quieres que me calme?- Que me recuerde lo que "se nos viene" me acelera aún más el corazón.

-Jajaja, lo siento, se me olvida que mi mejor amiga es una loca en potencia- Comentó entre risas mientras pensaba en la aseveración que había hecho y mi cara de horror ante sus palabras.

-Pues anda recordándolo y escoge mejor tus palabras, y si, me tomare algo- Los nervios me hacen responder mal, pero con mimo somos mejores amigas de hace años por ende lo entiende y me deja desquitarme en mis palabras esquivas.

-Dale, iré a mi cuarto a alistar mis maletas, deberías hacer lo mismo- Algo característico de Momo es que actúa como una mamá.

-Las tengo hechas desde hace una semana- Comenté mientras salíamos del ascensor.

-¿La ansiedad no perdona, no?- Dijo burlona.

-Solo soy organizada- Mentí, aunque si lo era, pero las maletas hechas hace una semana no lo estaban por eso.

-Ajá, de todas maneras no está demás que revises por si se te queda algo, necesitas distraerte y cansarte para que duermas- Respondió mientras caminábamos hacia nuestros cuartos.