Flores para el corazón - Denji

Capítulo 5

 ____ salió temprano por la mañana para dirigirse a su cafetería. Llevaba una mochila como siempre solo que esta vez añadió unas cosas más, eran unas flores falsas, unos lentes grandes como los que usó Willy Wonka y algunos stickers para decorar. Cuando volteó por una esquina, pudo observar a lo lejos a Denji apoyado en una pared de su cafetería como si estuviera esperándola. Y lo hacía.

Apresuró sus pasos para llegar más rápido hacia él y poder hablar. Él estaba con la cabeza gacha como si estuviera viendo algo en el suelo, pero mientras más se acercaba, más parecía que estaba durmiendo. Pochita al ver hacia su dirección, la reconoció y corrió hacia ella moviendo la cola, cuando finalmente estuvo con ____, ella lo alzó en sus brazos y lo cargó, para seguir caminando hacia Denji.

Al estar frente a frente, lo tuvo claro, él estaba durmiendo. Probablemente se había levantado muy temprano por su pedido de ayer por la noche y por un momento, ella se sintió culpable.

____ pudo ver que él lucía ciertamente diferente, le había hecho caso. Usaba su mismo traje de mago, sin embargo se podía notar que las pequeñas arrugas que normalmente tenía, habían desaparecido. Además, su cabello estaba más peinado de lo normal y olía diferente. Podría ser poco para algunos, pero para ____ era una demostración de afecto muy bonita, pese a ser cambios mínimos, estos demostraban que él le dio importancia a sus palabras para cumplir con lo que le pidió.

Ella sonrió inconscientemente, Denji se veía tan lindo descansando, sin duda le alegraría mucho verlo así todos los días.

____ alzó su mano lentamente como si aún decidiera su tocarlo o no.

—Denji —lo llamó en voz baja y sacudiendo suavemente su hombro. —Denji —volvió a repetir su acción, esta vez alargando la i. —Denji, despierta. —repitió alzando un poco la voz, cuando lo vio abriendo los ojos poco a poco, se alejó. —Buenos días, Denji. Gracias por venir.

—Oh...buenos días, disculpa. —respondió el mago avergonzado.

—No te preocupes, voy a abrir el local y luego haremos algo.

Cuando el local ya estaba totalmente listo, con las luces prendidas, las mesas y sillas ordenadas, ____ dirigió su total atención a Denji.

—¿Te acuerdas que ayer te hablé de que quería hacer algo con mi cámara? Voy a hacer la idea que me diste y la que estaba pensando. Por eso te dije que arregles, quiero que tu foto sea parte de mi cafetería. Además, quiero que seas el primero. —le contó con emoción.

—¿De verdad? —preguntó incrédulo.

—Claro, claro. Todas las noches que estuvimos juntos forman una parte de aquí y quiero que quede plasmado en una foto. Además, traje unas cosas para usar en las fotos y decorarlas. —le explicó con una enorme sonrisa mientras sacaba las cosas de su mochila. —Bien, ¿dónde quieres que sea tu foto?

—Pues, sería bonito que sea en la mesa donde siempre nos sentamos.

—Cierto, ven. Usa una de esas cosas si quieres. —dijo ____ señalando los objetos que sacó de su mochila.

—Listo, ahora... sonríe. —pidió luego de encontrar el mejor ángulo. —¡Listo! Saliste hermoso, más de lo que ya eres —añadió esto último susurrando.

—¿Sabes? Me parecería mejor si en la foto estamos los dos, al fin y al cabo, el momento que compartimos es de los dos.

—Una foto juntos...claro, claro —respondió intentando contener su enorme sonrisa.

Sinceramente, ____ se sentía como una adolescente hormonal viviendo su primer amor. Ella ya había tenido parejas con relaciones no tan bonitas, pero tampoco traumáticas. Simplemente no le fue muy bien en el amor, pero estos momentos le hacían recordar sus momentos de secundaria cuando el chico que le gustaba le daba el mínimo de atención.

____ se paró al lado de la silla de Denji e intentó tomar una selfie, pero se estaban algo alejados y no salían completos en la foto, se quedó pensativa buscando la posición o ángulo adecuado para tomar la foto perfecta. En ese momento, se arrepentía de haber comprado una cámara antigua que solo tomaba una foto apretando un botón. De pronto, sintió unas manos grandes en su cintura que la sacaron rápidamente de sus pensamientos. Sin darle tiempo de reaccionar, Denji la atrajo hacia abajo, específicamente, sus piernas. Todo en ____ tembló, claramente no esperaba aquella acción, pero no era como que le disgustara.

—Así será más fácil, ¿no crees? —preguntó Denji rompiendo con el silencio. Por fuera, se veía tranquilo, pero por dentro, su corazón saltaba de emoción y sentía que si seguía así, probablemente otra cosa también reaccionaría a aquella emoción. 

No mentiría, para hacer esta acción, se lo pensó muy bien, sin contar que dudó en hacerlo muchas veces en tan solo un segundo.

—Sí, sí, sonríe. —respondió ____ rápidamente.

Ella inclinó su cabeza levemente hacia Denji quedando así sus cabezas cerca. Los dos jóvenes sonrieron y la cámara sonó anunciando que la foto se había tomado.

Cuando ____ estaba por levantarse, Denji la atrajo de nuevo hacia sus piernas sosteniendo su cintura con sus manos. —Espera, toma otra. —le pidió mientras acercaba su mano hacia una oreja de ____ y mantenía la otra mano en su cintura. —Con esta flor se verá mejor. —añadió posando una margarita en la misma oreja.

—Oh...claro, espera, sé cómo hacerla mucho mejor. —dijo agachándose un poco mientras acercaba sus brazos hacia Pochita y lo cargaba. —¿Puedes tomar la foto?

—Sí, está bien. —respondió sosteniendo la cámara y preparándola para tomar la foto.

____ hizo la misma pose, solo que esta vez se notaba un sonrojo fuerte en su cara y posicionaba a Pochita en medio de las cabezas de los jóvenes.

—Listo, creo que esta debería estar en la pared. —dijo Denji mirando la última foto tomada. —Es perfecta.

Luego de eso, cada uno volvió a su rutina de siempre, claro, antes de que Denji se retirara del local, ____ le sirvió un desayuno a él y a Pochita.

El primero en entrar a su local fue su cliente fiel. Él era un hombre de cabello gris con una cicatriz en la cara, desde que lo conoció, le pareció un hombre muy serio y de cierta forma la intimidaba. Pensó seriamente si debía proponerle tomarse una foto ya que no quería incomodar a su cliente. Finalmente, lo hizo.

—Sin miedo al éxito— pensó

Para su buena suerte, el señor aceptó y decidió tomarse una foto con los panes integrales que siempre pedía.

Gracias a aquella acción, pudo conocer más a su cliente fiel. Él se llamaba Kishibe y la razón por la que llegaba siempre temprano era porque le gustaban los panes integrales recién salidos del horno y porque tenía que llegar temprano a su trabajo.

Poco a poco fueron llegando más personas y para su sorpresa, las fotos fueron aumentando rápidamente.

La noche llegó y Denji y ____ volvieron a pasar el rato juntos, ella por su parte, le fue mostrando las fotos una a una y contándole cosas que le parecieron interesantes de sus clientes.

Al pasar el tiempo, ya se encontraban nuevamente en la puerta de ____ listos para despedirse y separarse, pero algo cambió.

—Oye, Denji...¿te gustaría quedarte a pasar la noche?

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Margarita: Las margaritas están entre el grupo de las flores más bonitas que significan amor eterno y amistad, su nombre científico descubre su belleza, Bellis Perennis, o belleza perenne, porque se conserva bella incluso en invierno y es posible encontrarla con todas sus hojas.

*Datos sacados de google*