Capítulo 11

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La noche llegó y el escenario de la noche anterior se repitió. Aki y Power ya se retiraban del local y Denji aún no aparecía. ____ se quedó parada y en silencio mientras miraba la puerta dubitativa.

—¿Hoy vendrá? —se preguntó en su mente. —Probablemente, sí. —se respondió y preparó una mesa.

Pero nuevamente, Denji no llegó. No importa cuánto tiempo estuvo sentada, simplemente no aparecía y era obvio que no llegaría por esperarlo unos minutos más.

—Otra vez pasó. —se dijo así misma mientras cerraba la puerta del local.

____ soltó un suspiro profundo y empezó con su caminata. Más o menos ya tenía la idea de dónde podría estar su amigo, pero aún así decidió pasar por aquel restaurante y confirmar su sospecha. Ahí estaba sentado él. Denji comiendo junto a aquella pelirroja. Era como si estuviera viendo la escena que pasaba en su cafetería desde otra perspectiva.

—¿Por qué aún no me acostumbro a esto? —se preguntó una vez siguió su camino.

El sentimiento que sentía en ese momento no era nuevo, ya lo conocía muy bien. Lo sintió tantas veces que ya debería estar acostumbrada según ella, pero no era así.

Lo sintió desde niña al ver a sus padres dejarla de lado por su hermana menor. Lo sintió cuando su mejor amiga se fue con una alumna nueva. Lo sintió muchas veces y con diferentes personas.

____ se sentía tan reemplazable, era como si no importara cuánto se esforzara, siempre habría alguien que sería mejor que ella y le quitaría todo lo que logró. Así solía pasar con actividades y competencias, no tenía nada de malo según ella, ¿pero por qué con su estima? ¿Por qué era tan fácil para las personas decirle que la querían y al día siguiente ignorarla? ¿Por qué era tan fácil dejarla de lado por otras personas?

Ella quería sentirse especial. Especial y única para alguien. No importaba si era como amistad, mascota, familia o novio; solo quería que alguien la amara incondicionalmente.

¿Por qué le afectaba tanto eso?

En ese momento, se sentía una dramática, solo no fue a verla dos días, no era como si la hubiera dejado botada cual basura. Había desarrollado sentimientos tan fuertes por aquel rubio que ahora sus acciones le afectaban. Se había enamorado de aquel mago.

—La vida sigue, ____. —se dijo así misma antes de cerrar los ojos y dormir.

Mañana tras mañana pasó, Denji ni siquiera se había aparecido para recoger algunos postres y venderlos en la calle. Simplemente se había esfumado de su vista y rutina.

Una tarde se habían acabado los ingredientes y Power acompañó a ____ a comprar al supermercado.

—Nos falta harina, huevos y vainilla. —dijo Power mientras colocaba ingredientes en la canasta. —Vamos, vamos. Yo los ví cerca de aquí. —dijo mientras se alejaba corriendo.

____ caminó detrás de ella mientras cargaba la canasta. De pronto, una chica se cruzó por su camino. Era la pelirroja del restaurante y vaya que era hermosa.

—Permiso, por favor. —pidió ____ tratando de pasar.

La pelirroja se volteó a mirarla y se movió.

—Disculpa, no te había visto. —se disculpó.

—No te preocupes. —le respondió ____ con una sonrisa.

—Tú...eres ____, ¿verdad? —le preguntó la pelirroja una vez ____ pasó por su lado.

—Eh, sí. ¿Por qué?—preguntó ____ extrañada, ellas nunca se habían visto ni presentado directamente.

—Nada. —le respondió mirándola. —simplemente escuché de ti mediante algunos clientes y te reconocí por la tarjeta que lleva tu nombre y el de tu cafetería.

—Oh, claro. Disculpa, pero ¿cuál es tu nombre?

—Makima.

—Bueno, Makima, fue un gusto conocerte. Cuando quieras puedes pasar por mi cafetería. —le dijo ____ despidiéndose con educación. Ya se estaba tardando y Power no aparecía, eso podría significar que algo malo estaba pasando.

—Igualmente, adiós.

Y así se alejaron ambas jóvenes.

En realidad, Makima no tenía contacto alguno con los clientes. Ella solo dirigía todo desde su despacho. La razón por la que conocía a ____ fue porque aquel nombre salió de la boca de Denji muchas veces. Al principio, no le tomó importancia, pero luego de enterarse de que ____ era dueña de la cafetería que le hacía competencia, gran parte de su atención se centró en ella.

Makima no quería competencia. Ella había abierto aquel local para ganar dinero y tener muchos clientes, pero al ver que muchas personas preferían ir a aquel pequeño local, algo en ella se encendió.

No olvidaría jamás a aquel señor de cabello gris que le gritó que sus panes integrales sabían a plástico, para luego caminar en dirección a la cafetería de ____. Tuvo un tic en el ojo izquierdo todo el día.

Fue por esas razones que tuvo en la mira a ____ y aprovechó que Denji estaba detrás de ella para sacarle información. Algo que malograra la imagen de la cafetería, copiar recetas, cualquier cosa que la ayudara a deshacerse de su competencia. Pensó que la información de Denji sería suficiente, pero se equivocó.

—¿Conoces a más personas que trabajen por aquí? —le preguntó intentando saber de todos los dueños.

—Oh, sí. Hay una señora que vende flores en esta esquina. Soy su cliente fiel. —aclaró señalándose con el pulgar. — aunque no sé su nombre, no sé si sea adecuado preguntárselo porque es muy mayor. También hay una chica. —dijo haciendo una leve pausa y soltando una sonrisa. —Se llama ____ y es mi amiga. Es muy linda y buena, deberías conocerla. Te caerá bien. —añadió esto último para luego seguir comiendo.

Cada vez que mencionaba el nombre de la pelinegra, solo salían halagos hacia la belleza o la dulzura que derrochaba _____. Fue en ese momento que supo que tenía que acercarse a ____ para conseguir la información que necesitaba.

Y aquel encuentro fue su primer paso, era obvio que la había visto, simplemente fingió para tener un buen encuentro y que la dueña de la cafetería pensara bien de ella. Y así fue, ____ pensaba que Makima era una persona amable, aunque ella solía pensar eso de todas las personas que apenas conocía.

—Hoy conocí a ____. —habló Makima. —nos encontramos en el supermercado.

—¿De verdad? —preguntó Denji. —Ahora que lo pienso, hace mucho que no la veo.

—Sí, tenías razón, es muy linda.

—Se lo dije, es muy hermosa. Recuerdo que la primera vez que la vi, creí que era una ilusión. Siempre fue buena y amable conmigo. —dijo recordándola y bajando un poco el tono de su voz. —Tal vez...debería ir a verla. —dijo levantándose de su asiento.

—Ya es algo tarde, creo que estos días estuvo cerrando su local temprano.

—¿Por qué lo haría? ¿Siempre se queda hasta las...—dejó de hablar al recordar la razón.

—¿Ocurre algo? Puedes dejarme si es importante. —aclaró Makima.

—No, no, no te preocupes. Luego lo arreglaré. —respondió volviendo a sentarse.

Denji no volvió a hablar de ____, pero en su mente solo deambulaba ese nombre. Sabía que había hecho mal, sabía que había dejado plantada a su amiga, a la chica de la cual se enamoró y ahora no sabía cómo arreglarlo.

Flores para el corazón - DenjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora