Capítulo 6

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Denji no estaba muy seguro de por qué reaccionó tan tranquilo ante aquella pregunta, él simplemente la observó sonriente y aceptó siguiendo los pasos de la pelinegra y adentrándose a la casa. Mientras ____ se tomaba unos segundos para cerrar la puerta y dejar sus cosas a un lado, Denji por fin reaccionó y automáticamente empezó a temblar levemente.

—¿Realmente estoy dentro? —se preguntó en su mente. —Oh por dios, estoy dentro de la casa de ____. —afirmó para luego hacer un grito chillón en su mente.

—Listo, siéntete como en casa. —Dijo ____ sentándose en el sofá estirando las piernas y encendiendo el televisor. —Tú también, Pochita. —añadió palmeando el lado derecho del lugar donde estaba sentada para que Pochita se recostara ahí.

—Claro, como en casa... —repitió Denji en voz baja, realmente no se sentía así. Y no era porque no estuviera cómodo, si no porque sus casas eran muy diferentes. Él, por su parte, vivía en un departamento pequeño y con objetos precarios que apenas le alcanzaba a pagar. Por otro lado, ella tenía una casa propia con muchos artefactos por usar. Por alguna razón, sentía miedo, miedo de hacer o tocar algo mal porque no estaba acostumbrado a usarlas o era la primera vez que los veía.

El agarre de ____ en su mano lo distrajo de sus pensamientos.

—Siéntate, no tengas miedo. —le aclaró sonriendo y jalandolo para que se sentara a su lado. —Disculpa que te haya invitado así tan de repente, a decir verdad, pensaba hacerlo ayer, pero no tuve valentía. Así que aproveché que hoy se nos hizo tarde y te invité. No molesta, ¿verdad?

—Eh... no, no lo hace. —respondió aún tímido. ____ aún no soltaba su mano y él estaba seguro que estaba sudando como nunca.

—Bien —respondió sonriendo ante su respuesta. —Pensaba que podíamos ver una película, pero quería saber si ya tenía sueño. —Dijo ____ acercándose un poco a Denji.

—No te preocupes, no lo tengo, ¿qué veremos?

—Pues, aún no lo sé, me gustan las películas de terror, pero eso depende de ti. Además, tengo una cama grande y sería más cómoda. Pero también depende de ti, aunque de igual manera dormiremos ahí. —contó ____ tranquilamente, como si no tomara en cuenta que está invitando a alguien a estar con ella en su cama.

—Tu cama está bien. —respondió rápidamente por los nervios y para no dejar pasar aquella oportunidad. —no pensé que llegaría tan lejos. —se dijo a asimismo.

—Bien, pero antes voy a hacer popcorn para comer mientras vemos la película. Vamos. —dijo levantándose y caminando hacia su cocina.

____ caminaba por la cocina buscando la bolsa de popcorn para prepararlo mientras Denji se apoyaba en una de las paredes y la seguía con la mirada. Ella metió la bolsa en el microondas y le dio la espalda a Denji mientras esperaba.

—¿Qué género de películas te gusta, Denji? —preguntó ____ aún de espaldas.

—No he visto muchas películas en realidad, solo las que pasan por la tele. Prefiero gastar el dinero en la comida de Pochita o en otras cosas, pero disfruté mucho viendo algunas películas de acción.

—Entonces una de acción será. —afirmó y el microondas sonó.

—____... tus manos—habló Denji inconscientemente mientras se acercaba a ella. —Son muy pequeñas y delgadas—dijo esta vez posicionándose detrás de la pelinegra, acariciando desde el antebrazo hasta sus muñecas, para finalmente juntarlas y agarrarlas con una mano. —que podría inmovilizarlas con una sola mano.

La cercanía entre los dos era muy obvia, tanto que ____ podía sentir la pesada respiración de Denji cerca de su oreja. —Eh...¿De qué estamos hablando? —preguntó ____ intentando no malinterpretar la situación, aunque sinceramente, ya lo había hecho.

—Nada, solo lo acabo de notar. —respondió alejándose con nervios. Era como si actuara al inicio bajo instinto y cuando caía en cuenta de lo que hizo, volviera a ser el chico tímido ante el mínimo afecto femenino.

—Bueno, ya está todo listo. Vamos, síganme. —Habló ____ tratando de dejar atrás aquella escena intensa y caminando hacia su cuarto con el envase lleno de popcorn. —Y llegamos, pasen. —invitó haciéndose a un lado y empujando la puerta con un pie para que se abriera más. —Acomódate en la cama y sube a Pochita por favor, no creo que llegue saltando.

—Tienes casa propia y muchas cosas... ¿Cómo conseguiste tanto siendo tan joven?

—Oh, en realidad, es la herencia de mi abuela. Ella tuvo algunos problemas con mi mamá y tíos y prefirió dejarme su herencia. Así que casi todo lo que ves, fue de ella.

Denji quería saber qué tanto puede afectar una discusión como para no dejarle tu herencia a tus hijos. Incluso él recibió una herencia de su padre, solo que a diferencia de muchos, esta fue una deuda. En fin, en algún momento lo sabría ya que por ahora no quería indagar mucho en la vida familiar de la pelinegra.

La película estuvo interesante, cada tanto comentaban cosas que les parecían ciertamente absurdas del guión y soltaban risas. Denji estaba encantado, sin duda esta noche sería su tercera favorita. La primera es cuando conoció a Pochita y la segunda cuando conoció a ____.

Una vez que la película terminó, ____ se levantó y se dirigió a su armario, de ahí sacó su pijama. Luego, de cuclillas, abrió un cajón que se ubicaba en la parte más baja y sacó un pijama más grande, era uno como para un hombre. —No sé si te quede, pero no perdemos nada con que te lo pruebes.

—¿Por qué tienes un pijama para hombre? —preguntó Denji con duda. No iba a mentir, tenía miedo de su respuesta. Si la respuesta era "es de mi novio", todos sus planes se irían por la borda.

—Es de mi hermano, la semana pasada se quedó a dormir, pero se olvidó llevárselo. Anda, pruébatelo, yo iré al baño a cambiarme. —le aclaró mientras se retiraba de la habitación.

Luego de unos minutos, Denji se terminó de cambiar y escuchó unos toques en la puerta de la habitación. —¿Puedo pasar?

Denji abrió la puerta y la dejó pasar. Vaya que se veía linda incluso con un pijama simple.

—Veo que el pijama te quedó bien. No tengas miedo, solo ven a la cama. —habló ____ preparando la cama y recostandose.

Denji ya se había recostado en la cama con la fémina, solo que ahora era distinto, estarían bajo las sábanas juntos. Ella estaría durmiendo en la misma cama que él. Vaya sueño. Él se ubicó en la zona de la derecha y se quedó mirando hacia el techo de la habitación sin saber qué hacer.

—¿Puedo? —preguntó en voz baja ____ mirándolo a los ojos mientras se inclinaba y apoyaba su cabeza en el pecho del mago.

—Claro —respondió Denji soltando un suspiro pesado tratando de aliviar la emoción para luego acariciar la cabeza de la fémina.

Luego de unos segundos, notó que su acompañante había caído profundamente dormida.

Ahora con la pelinegra durmiendo a su lado, apoyada en pecho y con Pochita recostado entre los dos, solo se le venía algo a la mente. En ese momento, se veían como una pareja, una pareja que vive junta criando a su hijo perruno. Cuánto daría porque fuera real, realmente amaría que fuera real. Él viviendo al lado de una hermosa dama que le daría todo el cariño del mundo, que lo amara incondicionalmente y que estuviera siempre con él para seguir compartiendo momentos. Él siempre soñó con eso, podía ser con cualquier mujer, pero en ese momento, solo quería a ____. La quería a ella, la quería para cumplir todos sus sueños, tanto puros como sexuales, la quería amar y recibir su amor.

Denji dirigió su mano hacia la cadera de la fémina y la apoyó ahí con leves temblores por aquel toque. Cuando por fin encontró la calma, empezó a mover suavemente el pulgar en círculos sobre el pijama de ____ hasta que le ganó el sueño.

Y así, con los tres durmiendo profundamente y acurrucados, pasaron el resto de la noche, cada uno soñando con dulces momentos juntos.

"No importa cuánto me demore, ni de la forma en que lo haga, lograré que estés a mi lado, lo juro, princesa."

Flores para el corazón - DenjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora