Besos angelicales

cap 5

Mi curiosidad despertó al saber la posible solución de la duda que tengo respecto a Abdiel y el maestro, me acerca más al salon sin hacer ruido para poder escucharte mejor la plática.

-¿Que haces aquí?
-Antes que nada ¿no me vas a saludar? bueno no importa, solo estoy aquí para vigilar las cosas, así que no te pongas nervioso.
-¡Mis cosas no tienen nada que ver contigo Zeruel! Así que no es necesario que estés aquí.
-Ahi es cuando te equivocas Abdiel, me tomo muy enserio la violación de la ley celestial, sabes que soy el encargado de las leyes y soy muy exigente en esto, aparte el incumplimiento de la ley debilita el sistema.

-Debilitante el sistema, y por ese motivo debiste ser detenido - cada vez el profesor elevaba la voz y parecía irritado, pero no logro entender a que se refieren, lo que dicen no tiene nada de sentido para mí, de qué sistema hablan, ¿Ley celestial? Cada vez es más confuso.
-No tienes ningún derecho en meterte en mis asuntos y no se quién te crees para que ahora te sientas responsable de las leyes antiguas, ¡Así que ALÉJATE!.
-Escucha con atención, yo solo estoy aquí para observar el espectáculo y de paso recolectar algunos recuerdos que se topen en mi camino - se escuchó como empezaba a reír, al parecer eso molesto más a Abdiel - así que tranquilo no haré nada por el momento.

Abdiel sale hecho una furia del salón y no me dio tiempo de correr pero no se percató de mi presencia ya que fue a la dirección contraria a la que yo estaba, suspiré de alivio por que sentía que me iban a ver espiando su conversación.
Trato de irme del lugar pero cuando llego a las escaleras pasa alguien a mi lado y me empuja provocando que pierda el equilibrio, y la persona que vi lo conocía, como puede logré mantenerme en pie hasta que escucho que hablan tras de mí.

-¿Estás bien? ¿Te lastimarte? - Abdiel se encontraba atrás de mi pero en ningún momento se acerco, se fue al lado contrario su cara muestra mucha preocupación y me examina para ver si tengo alguna herida y al terminar de examinarme con la vista parece aliviado -Si estoy bien gracias por preocuparte, ¿Te podría preguntar una cosa?.

-Claro dime qué ocurre.
-¿Viste a alguien empujarme? - si estaba atrás de mí debió haber visto como ocurrió, así podría quitarme está preocupación, ya que no creo que él pueda hacer eso, es imposible -No solo vi que tratabas de mantener tu equilibrio, ¿Quien te empujó? - su cara cambia a una de rabia, pareciera que estuviera listo de ir tras la persona para golpearlo, pero si dejo eso de lado ¿cómo es que está aquí? ¿Estaba tan distraída que no lo escuché acercarse?, No parece mala persona espero no arrepentirme más adelante por lo que voy a hacer, confiaré en el por unos instantes.

-No estoy segura si lo hizo a propósito o fue accidental, pero fue el profesor Zeruel, yo estoy segura que fue accidental ya que el no tiene la pinta de ser un maestro grosero o algo por el estilo - siento como agarra mi mano para terminar de bajar las escaleras y quedarnos al final del pasillo.

-Ya había hablado con el sobre esto, mira hablé con el para que no se metiera en mis asuntos - se separa de mi como medio metro mientras se recarga en la paredes para tener mejor comodidad para hablar - ¿Osea yo soy tu asunto? Mira yo no te pertenezco como para que digas eso aparte no soy ningún obje... - no pude terminar de hablar ya que junto nuestras fuentes y me empecé a sentir mal todo se volvió negro, creo que me desmayé pero lo único que veo es un recuerdo.

Tengo mucho frío y siento mucho peso sobre mi, no puedo hablar lo único que puedo hacer es observar, escucho como me grita una mujer -No te duermas ¡ZENDA! No te muevas me oyes -lo que logro ver es una casa quemándose y varios bomberos entrando y saliendo, hasta que mi vista se dirige a un par de bomberos que salen con una camilla con un cuerpo cubierto con sábanas blancas manchadas de sangre - ¿Esta muerto? - la mujer que no logro distinguir le pregunta a los hombres mientras llora - lo lamentamos señora, pero ha fallecido y adentro hay otros dos cuerpos más, son dos jóvenes enserio le damos nuestro pésame - sin más se retiran y es cuando por fin puedo moverme pero al tratar de levantarme y caminar vuelvo a caer.

-¡ZENDA!!!! ¡ZENDA! No te vayas.......

Cada vez se escucha más lejos las cosas y todo se ve borrosos hasta volverse negro.