Run Boy Run || 2da Temporada +18

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El sol había caminado muy rápido por el cielo, ya se encontraba a la mitad de este, las calles se escuchaban un poco más transitadas y el frío soplar del viento se hacía presente mientras movía los rubios mechones de cabellos de Park Jimin.

El rubio aún se encontraba en aquel piso donde anteriormente fue traído sin su consentimiento, estaba totalmente sereno mientras que con sus ojos re leía las sílabas de aquellos polvorientos y grandes libros que se encontraban en una de las estanterías de esa habitación, posaba su mano en su cadera mientras que con la otra sostenía los grandes libros,  Park tenía dos cosas que eran completamente claras para él.
Una era que sin duda alguna era que la precognición era el don que tenía, la segunda era que podría aprender a controlar sus pequeños ataques raros.

Rápido un leve quejido en el aire llamo la atención de Park, sacando su nariz de aquellos libros, mirando por encima de su hombro, obsevo cómo es que Samuel comenzaba a despertar de aquella paliza que le había proporcionado hace un par de horas.
El Rubio tomo su mochila, la cual se encontraba a escasos metros de la silla donde había Sido inmovilizado, para guardar unos cuantos libros que se le habían hecho útiles y sabía que podría encontrar algo más adelante.

— ¡Aaah! — un murmullo de dolor muy bajo provino de aquellos hinchados labios.

— oh ¿ya despertaste?  — Park musitó poniéndose a escasas alturas de el chico en el suelo.

— por favor... No me mates — con dificultades hablaba encerrado, por tener toda la mejilla aplastada en el suelo.

— oh, no Samuel, la diferencia entre tú y yo es que yo no mato — mostró sus dientes haciendo una sonrisa, completamente tranquilo.

— No le hagas daño... Tengo que cuidarlo — soltó para volver a caer rendido en el frío asfalto, Park solo ladeó su cabeza con un poco de incertidumbre pero lo ignoro un poco.
Entre las cosas pudo encontrar un cintillo de metal, colocó su mano y la pata de la silla de acero, esponsandolos para que no se liberará tan fácil.

Park tomo sus pertenencias y camino tranquilamente por el pasillo para comenzar a bajar lentamente por aquellas escaleras que al parecer iban al primer piso, el rubio tenía en mente volver a conectar con todas sus amistades y volver a revivir todo, pero sabía que todo tenía que ser poco a poco, ya que sabía que se trataba de una gran carga, obviamente la primera persona con la que hablaría de lo ocurrido era con su madre, después de haberlo hablado con ella lo haría con Min, pero tenía muchísimo miedo el saber que él ya no lo quería más en su vida, recordaba como anoche se había sentido tan mal y triste, el mismo Park pudo sentir la decepción en su corazón, así que buscaría alguna idea para volver a estar juntos.
Rápido una sonrisa cálida y tierna apareció en sus labios al recordar que aún con memoria perdida, pudo enamorarse una vez más de Min.

Bajo por completo las escaleras, camino hasta lo que parecía ser la entrada principal de aquella casa, pero antes de jalar de la perilla, escucho como varias cosas caían al suelo, el ruido provenía de tal vez la cocina, con cuidado camino por los pilares de la casa para no hacer ruido, perflejo miro como en la cocina se encontraba una pequeña silla para bebés, Park manifesto sorpresa en su rostro al mirar como un pequeño niño se encontraba sentado en aquella mesa, parecía haber estado ya un buen rato, pues el babero del niño estaba lleno de lo posiblemente ser Papilla.

— ¿Quién eres tú? — el rubio hablo con un tono tranquilo, se acercaba lento a la silla, tenía miedo de que el bebé empezará a llorar y aquel chico regresará.

Miro como el pequelo niño lamía y masticaba dos de sus dedos de la mano derecha

— Tienes hambre, eh — se acercó ahora teniéndolo completamente enfrente de él, tomo con cuidado el babero del niño, mirando como por la parte superior de este tenía bordado el nombre de "Yeonjun"
Park soltó con miedo la suave tela, rápido una coincidencia le llegó a la cabeza. — ¿Qué estos no son los baberos que le daban a los bebés en el hospital donde trabaja mi madre? — había muchas preguntas y posiblemente respuesta que no quería saber, Park se quedó pensando más, teniendo una respuesta talvez un tanto obvia pero no lo quería aceptar.