01 Bigger Than The Whole Sky

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El viento soplaba de tal forma que agitaba las ramas de los árboles, era tan fuerte el soplido del viento que se sentía más helado el día. El invierno estaba por llegar, por lo que las frías temperaturas endurecían las tierras, enfriando todo a su paso.

Giyuu y Shinobu le daban la espalda a todos los sirvientes, guardias y aliados que habían asistido al funeral, quienes se habían quedado en el castillo para terminar de planear posiciones. Era temprano por la mañana, incluso estaba nublado, por lo que los terrores quienes eran la mayoría pudieron salir al ventoso día.

A tan solo unas horas desde su fallecimiento, el diminuto y frágil cuerpecito de la pequeña prematura fue en vuelta en su totalidad con vendas, colocada suavemente en un recipiente sobre una piedra, los padres con la antorcha que ambos sostenían, prendieron fuego al cuerpo quien ahora descansaba en paz.

Shinobu se encontraba pálida, sus ojos estaban hinchados por tantas lágrimas que derramó. Su cabello estaba suelto por lo que las hebras oscuras caían como cascada sobre sus hombros, su vestido negro con manga larga cubría su cuerpo como a un guante, una capa hecha con la piel de un oso la cubría del helado clima. Incluso destruida emocionalmente seguía viéndose hermosa.

La pequeña y difunta Reiko fue cremada en la playa cerca del castillo. La pequeña nació sin vida, siendo sostenida por Shinobu quien se había roto emocionalmente al entrar en labor de parto de forma prematura, rompiendo en miles de pedazos su corazón. Giyuu no pudo transformar a su hija, su cuerpo era demasiado pequeño y débil, no habría podido soportar la transformación.

Ningún padre está preparado para la muerte de un hijo. Se supone que los padres no viven más que sus hijos. 

Giyuu volteó a ver a su esposa, Shinobu tenía su mirada perdida en las llamas que consumían el cuerpo de la bebé, llena de tristeza.

No hubo palabras, ni discursos, tan solo acciones.

— Todos somos atormentados — Giyuu comenzó a recitar un pequeño discurso para su esposa, el silencio se estaba poniendo incómodo, no quería que se sintiera intimidada con tantas miradas sobre ambos, no en un momento de perdida, no ahora. — ...por aquellos que amamos y aquellos a quienes perdimos. Por las decisiones que tomamos y aquellas con las que aún luchamos — Shinobu no volteó a verlo, pero lo escuchaba, tenía toda su atención. Giyuu la rodeo por sus hombros con su brazo.

«nuestras vidas son como una serie de historias de fantasmas, a veces lo único que podemos hacer es cambiar de página, soltar...  es lo que necesitamos ahora, no estoy seguro de si alguna vez volveremos a ser los mismos, o de cómo me sentiré si eso pasa, pero estoy seguro que podremos superarlo, juntos.»

Shinobu comenzó a llorar, derramando grandes lagrimas por sus mejillas, aún sin verlo, recostó su cabeza sobre el pecho de su esposo, intentaba no desmoronarse en ese instante.

"La sal brota de mis ojos y de mis oidos"

— Será nuestra historia de fantasmas, como el espíritu sorprendente que llegó a nuestras vidas, la puso de cabeza y luego se desvaneció en la noche. — con su mano libre, secó la lágrima que caía por su mejilla izquierda — No aprendimos a ser padres, lo aprendimos con el paso del tiempo, el dolor de estas pérdidas siempre será parte de ambos, pero debemos avanzar, porque no fue tu culpa, mi amor.

«Ahora es momento de que descubramos quienes somos... juntos.» Reiko siempre será recordada, porque será más grande que todo el cielo, porque fue más que un corto tiempo.

La muerte de un hijo no se supera nunca, sino que se integra en la vida de los padres. Es un trauma y hay que aprender a vivir con ello. Y se puede hacer y, aunque al principio parezca imposible, también se puede llegar a ser feliz con el paso del tiempo.

Luna || GiyuuShinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora