Capitulo 17.podía hacerlo

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Perdido.

El tiempo y los años pasaron y seguía perdido.

Miserable.

Había sido muy difícil aceptar la realidad. Sabiendo que no se puede confiar en mucha gente.

No había sido el adiós lo que me dolía...si no todas las memorias que había dejado consigo.

Volví a hacer lo que hacia desde el principio, pero algo murió en mi desde el día que se fue. Al principio no quería aceptarlo, dolía saber que nada volvería a ser como antes, podía sonreír pero no había motivo alguno para hacerlo, pero lo hacia, esa era mi maldición.

El viento helado corría de norte a sur, miraba ido el bosque sentado en el escalón de la entrada a la cabaña, como la hacia todos los días a la misma hora, sabia que no volvería, pero lo hacia, me sentaba a esperarla, era difícil de explicar como era esperar por algo que jamas volvería. Jamas. El amor me había dejada su sabiduría, el sufrimiento, esa era la sabiduría del amor...

Quería volver a ella pero no podía, me levante de mi lugar y entre a la cabaña, no podía despejar mi mente, me sentía atrapado en un gran recuerdo que no me dejaba ir, mi humanidad me había hecho esto, creí haberla perdido hacia tiempo, pero ella, me hizo sentir vivo, las cosas que mas amas te destruyen. Se repetía constantemente en mi mente.

Atrapado en la oscuridad, solo, por siempre, ese era mi destino y tenía que aceptarlo.

No dure mas de cinco minutos en la cabaña, salí a la ciudad en busca de desahogar lo que sentía sin éxito alguno como siempre, caminaba con la mirada clavada en el suelo, esperando encontrar a alguien a a quien provocar le un sufrimiento semejante al mio o peor para sentirme un poco mejor, pero nadie podía sentir lo que yo sentía en ese momento, no podía provocar el mismo dolor que Charles me había provocado a mi.

No podía.

Me era imposible.

No había nadie en la calle a esas altas horas de la noche, decidí entrar a las casas, me parecía una linda noche, oscura, iluminada solamente por la luna que se había perdido entre las nubes, el viento helado corría rápidamente llevándome con el, vi una casa y decidí entrar por la ventana, parecía una habitación de chica al parecer, la chica dormía profundamente, sonreí para mi mismo al imaginarme todo lo que le haría, saque mi cuchillo y me coloque sobre ella y sin pensarlo dos veces.

-Shhh...Go to sleep...- dije en un susurro.

Fue algo extraño, la mayoría de las personas se gira de inmediato y comienza a gritar como loca para volver esto mas divertido, para mi, seguía ahí sobre ella con mi cuchillo en mano listo para jugar pero ella seguía son moverse se sentía la tensión en el aire, la gire sin pensarlo y no podía creer lo que veía salte mi cuchillo al verla...era...era...Charles.

-Charles...-dije mirándola a los ojos.

-Jeff...- dijo mirándome a los ojos.

No podía creerlo, estaba frente ami, pero no tenia sus cortadas en el rostro, al verla, algo en mi volvió a latir, tenia tantas preguntas...pero no estaba feliz, había un poco de enojo en mi para ser sincero.

-Charles...-dije de nuevo tomando sus mejillas.-...tus cortadas...¿Donde están?- dije mirándola a los ojos.

-Yo...-tome su mano y la revisé esperando a que sus cortadas estuvieran ahí pero no estaban, no había rastro de ninguna herida.

-No están en tu mano...-dije y volví mi vista a sus ojos.

-Jeff...yo...ya...no soy...una Creepy- dijo mirando hacia otro lado.

-¿Que?¿Como?- pregunte confundido pues no entendía nada.

-No lose...cuando pase por la burbuja aparecí en Londres...pero ya no era una Creepy...al cien por ciento...-dijo mirando el suelo.

-¿Como que no al cien por ciento?-dije confundido.

-Pues...aun tengo un cincuenta por ciento de mis poderes...-dijo mirándome a los ojos.

-Yo...- quería besar la, estaba confundido pero extrañaba sus labios.

-¿Vas a matarme?-dijo mirándome a los ojos

-No...- fue lo único que logre decir pues no iba a matarla, comencé a acercarme a ella lentamente pero ella se giro.

-Jeff...yo...

-Si te volví a encontrar no fue el final de nuestra historia...creo que ahora tengo la oportunidad de arreglarlo todo...-dije dándole un beso en la mejilla y salí por la ventana.

Aun podía arreglarlo todo, si la había vuelto a encontrar podía hacerlo.

No fue el final de nuestra hitoria.

Ella Mi Creepypasta...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora