Dentro de escasas dos horas empieza el interminable mes de las famosas “vacaciones familiares”. Cada año es lo mismo, al mismo sitio de siempre, cada día la misma rutina. No lo soporto.
¿Lo llevo todo? Creo que sí. Repasemos. Camisetas: sí, shorts: obvio sí… Sí, lo llevo todo.
Apenas quedan diez minutos. Odio este mes de vacaciones. Siempre hacemos lo mismo, playa, piscina y, cada vez que conozco a un chico medianamente “mono” llegaba mi hermana mayor y me hacía un cuestionario: ¿Quién es ese? ¿Es tu novio? ¿Sabes que a papá y a mamá no creo que les guste mucho ese chico? ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo le has conocido? ¿Está bueno?
Odio sus interrogatorios. Cada año que pasa es peor y menos mal que dentro de poco podré escaquearme de esta malditas vacaciones familiares, justo este mes cumplo los dieciocho y mis padres siempre me han dicho que si me quería librar de ir a las vacaciones familiares de verano debería ser mayor de edad y ya, quedan unos pocos días para que pase. ¡Qué bien!
Ya partimos hacia Alicante, son cuatro o cinco horas de trayecto, cada año lo soporto peor, pero menos mal que me voy con el pendrive con tarifa de internet y con mi maravilloso mac que me compraron el año pasado por mi cumpleaños.
Ya queda menos de media hora. La verdad es que espero pasármelo bien, no debo de ser siempre tan negativa y pesimista.
Al fin, ya llegamos. Estaba harta de estar tanto rato sentada en el coche con mi hermana al lado cotilleando las cosas que hacía en el ordenador, me pone enferma…
Entramos al bungaló que alquilamos para todo el mes, para mis interminables treinta y un días de vacaciones. La verdad es que el piso estaba bien, era muy grande y espacioso, te podías perder sin que nadie se enterase del lugar en el que estabas. La urbanización en la que estaba localizaba también estaba bien, no dejaba nada que desear, había como doscientos o doscientos cincuenta bungalós en total. Había un par de piscinas enormes para todas las casas, una, también grande, para los niños más pequeños y luego había cinco jacuzzis en una enorme terraza con una pequeña piscina y con un bar fabuloso. Mirándolo de ese modo, no sé a qué viene el odio que le tengo a esa época del año. Ya recuerdo, casi no me levo con nadie porque soy muy tímida y soy casi incapaz de hacer amigos yo sola. Casi todos los que tengo, por no decir todos, me los han presentado. Mi mejor amiga de allí se llama Laura que me la presentó mi hermana Annie, a la que tanto critico, después de conocer a Laura ella me presentó a su pequeño grupo de amigos de la urba que lo forman Claudia que es una chica un poco hiperactiva y en ocasiones algo prepotente y agresiva; Lorena, pero ella casi no está solo suele ir una semana o, en ocasiones muy especiales dos; Carlos o Carlitos como lo llamamos todos, es un chico con ojos verdes, alto, muy majo y sensible y luego por último está Leo es bastante guapo, pero nunca me llegó a llamar mucho la atención y tiene un hermano de tres años menos que se llama Óscar y que, en ocasiones, se junta con nosotros.
Mi hermana como es tan “guay” ella tiene otro grupo de amigos al principio se llevaba con los de mi “grupito” pero tuvieron una gran discusión porque ella quería ser la líder y se portaba como la superior de todos y ellos ya se hartaron y se revelaron. Ella ahora se va con un grupo bastante distinto al mío y, cómo no, ella es la líder de todos esos panolis.
No tenía nada que hacer después de deshacer la maleta así que decidí irme a dar una vuelta yo sola para asimilar lo que va a pasar este verano. Salí y me puse el bikini debajo, me puse unos shorts vaqueros muy, muy cortos y una camiseta blanca con en la que ponía: “no dejes nunca que te corten las alas para volar”, esa es mi camiseta favorita me la regaló mi prima a la que no veo hace mucho y la que tengo mucho cariño, ella se llama Carmen.
Iba escuchando música en mi IPod touch blanco que me compré hace una semana con mis ahorros. Me encanta la canción que estaba sonando en ese momento Quello che mi davi tu es una canción preciosa en italiano, esa canción hace que desaparezca, me pierdo en la letra, ahora mismo estaba tan perdida en el mundo que casi muero. Sí, casi muero. Crucé la calle que iba a la playa a la que me dirigía y venía un chico en moto muy rápido, tanto que casi no le da tiempo a frenar. Medio metro antes de que frenara mi canción acabó cosa que me hizo reaccionar y darme cuenta de que me iban a atropellar, pero mis piernas no reaccionaban, no conseguí moverme ni un centímetro. Me quedé completa y absolutamente paralizada. Mi cerebro le mandaba a mis piernas que se movieran pero estas no reaccionaban. Menos mal que el motero frenó que si no ahora estaría muerta o, con suerte, en el hospital.
La gente que estaba a nuestro alrededor que habían presenciado mi “muerte” en primera fila estaban boquiabiertos y, a la vez, cuchicheando sobre lo ocurrido. Unos hacían preguntas tan tontas como las que me hacía yo a mí misma y de las que no encontraba la mínima respuesta. Cada día me estoy volviendo más estúpida…
El chico rápidamente se bajó de la moto, la apartó la dejó en la acera y vino corriendo hacia a mí, para ayudarme a llegar a la acera. Esta vez ya mis piernas reaccionaban poco a poco pero lo hacían. Conseguí llegar a la acera y sentó en un banco, él fue a un chiringuito a comprarme una botella de agua. Cuando volvía puede apreciar que ya se había quitado el casco que llevaba en la moto, venía con una botella de agua en la mano y la otra la estaba usando para colocarse su flequillo castaño con los que ocultaba los preciosos ojos que tenía, eran azules, pero no un azul cualquiera, era un azul cielo pero más claro. Le brillaban mucho los ojos, me perdí en ellos. Su mirada me transmitía seguridad, ¿la razón? A saber. Llegado a este punto ya no me pregunto el por qué de muchas cosas y, mucho menso teniendo que ver conmigo, yo soy un caso aparte.
Estaba en mi mundo y cuando, medianamente, volví me di cuenta de que me estaba hablado, me decía que bebiera agua que me veía muy pálida y que no le gustaría que pasase nada de lo que arrepentirnos.
-Gra-gracias…-un triste gracias, ¿enserio? Qué estupidez, pensará que soy tonta…
-De nada, es lo menos que puedo hacer por una chica tan guapa como tú.-dijo con una enorme sonrisa que le ocupaba toda la cara, no sé qué es lo que me gusta más de él si sus ojos o su sonrisa.-Por cierto, me llamo Aaron.
-Yo me llamo Lucía.
-Me alegro de haberte conocido. Tú no me suenas mucho, porque si no, no me habría olvidado de ti. ¿No eres de por aquí, verdad?-dijo sin perder esa hipnotizadora sonrisa.
-No, pero se podría considerar como se que este es como mi segundo hogar porque desde que tenía tres años llevo viniendo aquí de vacaciones veraniegas.
-Pues no te he visto nunca. ¿Quieres venir conmigo y te invito a tomar algo?
-Vale no tengo nada mejor que hacer, pero te aviso que a las una y media tengo que estar en mi casa que sino mi familia se preocupa.
-Trato hecho.- dijo y me entregó su casco para que no me pasase nada.
Fuimos a la heladería más famosa que hay por allí, su nombre era muy raro para ser una heladería pero me encanta se llama Clave de Sol un nombre especial para un lugar especial. Es un sitio precioso para tener una cita, sobre todo al atardecer ya que se ve la playa porque justo estaba en frente.
A la una nos fuimos de allí y me llevo a casa. Su moto molaba mucho, era negra y llevaba el símbolo de grimey y la parte trasera de la moto. Me dejó en la puerta y cómo no mi hermana allí estaba husmeando como hacía siempre.
-Mierda…-solté yo espontáneamente sin darme cuenta de que estaba con Aaron.
-¿Qué pasa?-dijo él extrañado.
-Nada mi hermana que es una cotilla, es la que nos está mirando descaradamente desde la ventana del piso de arriba.
-Mi hermano hace igual, no te preocupes. Son hermanos y su misión es fastidiarnos…-dijo y empezó a reír y yo con él.- Bueno, cambiando de tema, ¿quieres quedar esta tarde conmigo? Un colega da una fiesta y era por si querías venir conmigo.
-Por mí, bien. Pero, ¿se podrían venir unos amigos?
-¡Claro, cuántos más seamos mejor! A las seis paso a buscaros.
-¡Vale!-dije y al instante se acercó a mí y me dio dos besos.
¡Genial! Mi primer día y ya tenía un amigo nuevo y tenía plan con mi pandilla para esta tarde aunque, también casi muero, pero eso es lo de menos, ¡sigo viva y eso hay que aprovecharlo! ¡Vivir a tope!
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Todo tiene un comienzo y un final. ||PAUSADA||
RomanceTodo comenzara un verano en mis odiadas vacaciones familiares.