¿Qué hacía aquí? No habíamos quedado. Yo ayer quedé pero no con él, quedé con mis amigos de la urbanización.
-Aaron, ¿qué haces aquí? Que yo sepa anoche no quedamos.
-Ya lo sé, pero es que me aburría y, no se... Pensé en ti.
-¿Cómo?- pregunté extramadamente impactada.
-Que me aburría y, pensé en tí.- dijo por segunda vez haciendome parecer un completa estúpida.
-Sí, te había oído pero me pareció realmente extraño y quería asegurarme de no haber oido mal.- dije espontaneamente para excusarme.
-Ah, vale. Entonces, ¿quieres que vayamos a algún sitio?
-Es... Que... Eh... Bueno... He quedado con mis amigos de la urba a ensayar, no creo que les importe que vengas, ahora les digo.
-Bueno, si no da igual. Además, no quiero molestar y, aparte, no conozco a ninguno de tus amigos... No quiero estorbar y, tampoco crearte un problema.
-Mierda...
-¿Qué pasa?- preguntó extrañado por mi espontánea reacción.
Rápidamente cogí mi Samsung Galaxy Ace 2, entré en Whatsapp en el grupo de amigos de la urba que formábamos parte de la banda de música. El grupo de Whatsapp se llamaba igual que el de música, Jump to the sky. Tecleé lo más rápido que podían mis dedos.
"Chicos lo siento, no puedo ir al primer ensayo del verano 2012 de la banda, me he dejado la guitarra en Madrid, así que ahora voy a ir a comprar una guitarra. Espero poder ir al siguiente ensayo. Un beso chicos.
Disfrutad mucho."
-Aaron, me podrías llevar a un sitio y luego si quieres vamos a cualquier otro sitio que tú quieras. ¿Te parece bien?
-Vale, pero... ¿Ha pasado algo malo?
-No, gracias por preguntar. Ahora vuelvo, voy a cambiarme.- fue en ese instante cuando me di cuenta de que aún seguía vestida con mi pijama de Snoopy.
-Aún que fueses así, seguirías estando guapa.- ese comentario me hizo ponerme más nerviosa de lo que ya estaba y también hizo que me pusiera como un verdadero tomate.
Salí lo antes que pude de ese momento incómodo y, a la vez del salón. Fui a mi cuarto, abrí el armario y, saqué la ropa que me iba a poner. Elegí una camiseta de tirantes azul oscuro como la tinta de un boli bic, unos shorts de un color verde pastel, unas vans rojas y mis famosas ray-ban. Cuando terminé de arreglarme fui al baño y me maquillé un poco, me pinté la raya y me eché un poco de rímel, después salí del baño y cogí mi bolso en el que guardé mi móvil y el dinero, y me dirigí al salón donde me estaba esperando Aaron para ir a comprar la guitarra.
*Minutos antes en el salón*
-A ti te gusta mi hermana, ¿verdad?
-¿Se me nota tanto?
-Sólo un poco, lo que pasa es que ella es demasiado estúpida como para verlo.
-Pero, ahora gracias a lo me has dicho estoy aún más nervioso... ¿Y si se da cuenta? ¿Y si me rechaza? Eso nunca me ha pasado.
-¿Nunca te han rechazado?- pregunta Annie flipando.
-A ver, rechazarme me han rechazado alguna que otra vez, pero lo que pasa es que nunca me he enamorado de una persona al instante de conocerla, y no quiero cagarla, aún que no estemos juntos como pareja, quiero estar con ella, aún que sea, como amigos, simples amigos.
-Me ha gustado mucho lo que has dicho. Nunca he conocido a ningún pretendiente de mi hermana y tú eres el primero, también eres el primer chico al que trae a casa. Me has caído bien. ¡Te voy a ayudar!
-¿Cómo me vas a ayudar? No eres un hada...- dijo Aaron en un tono bastante burlón.
-Tú déjame eso a mi, tú solo encárgate de seguir conquistándola como lo llevas haciendo hasta ahora...
-Lo haré, supongo.
*En ese mismo instante en unas habitaciones más al lado*
¿De qué estarán hablando esos dos? Tengo que darme prisa, no quiero que mi hermana asuste a Aaron y se vaya, es tan guapo, tan simpático, tan dulce... A lo mejor estoy sintiendo cosas... No creo. Nunca me ha pasado, no al menos de verdad, nunca me he enamorado de nadie de la cual estés loca y perdidamente enamorado de esa persona, que no puedas vivir sin ella, a la que eches de menos a cada segundo del día, eso nunca me ha sucedido a mí. Quizá sea un bicho raro, es una opción que no descarto, pero quizá este chico me haga sentir lo que sienten la mayoría de parejas verdaderamente enamoradas.
-Ya estoy.- digo en voz más alta de lo que pretendía, al instante salgo de la habitación y fui derechita al salón, no quería hacerle esperar mucho tiempo.
-Espero que no te hayas aburrido mucho con mi hermana, Aaron.- digo simultáneamente.
-¡Oye que estoy aquí!- refunfuña ella.
-No te preocupes, no es tan aburrida y pesada como mi hermano, algún día le conocerás y me darás la razón. ¿Nos vamos?
-Claro. Annie diles a papá y mamá que he ido con un amigo a comprarme una guitarra.
-Osea, soy una pesada pero me quieres tener como mensajera... Muy bonito nena, muy bonito...
-Sabes que se lo dirás de todas formas así que no te hagas de rogar.
-Vaaaaleee... Pasaroslo muy bien...
No tardamos casi nada en llegar allí, a tienda tenía un gran letrero en la parte superior de la puerta ponía: "LA ÚLTIMA NOTA". Me gustaba ese nombre para una tienda de música.
Tampoco tardé mucho en elegir, cuando me compre mi guitarra tuve que ir a muchas tiendas para encontrar la que yo quería, pero aunque recorrí todas las tiendas que había en mi ciudad no encontré ninguna guitarra negra que me gustase del todo. Aquí todo fue distinto, fue ver aquella guitarra negra y enamorarme de ella, esa iba a ser mi guitarra durante mucho tiempo, lo sentía.
-Hola, me gustaría comprarme esta guitarra por favor.
-Vale, son trescientos noventa y nueve con noventa y nueve euros, por favor.- dijo el dependiente.
-Vale, aquí tiene.- dije entregándole el dinero.
-¿Necesita que le explique o le ayudé con algo?
-No gracias, llevo un tiempo tocando la guitarra y ya se muchas cosas. De todas formas muchas gracias por su atención.
-Gracias a usted, se lleva una guitarra buenísima. Que la disfrute mucho.
-Gracias, eso espero.
Salimos de la tienda, estaba bastante cansada, además me apetecía tomarme algo y eso propuse.
-Venga vamos que te invito a tomar algo.
-No, te invito yo que ya te has gastado mucho en la guitarra.
-Vale.
Fuimos a un pequeño bar que estaba cerca de la playa, para ser precisos estaba estaba en la playa, era un chiringuito de playa. Él fue a pedir y yo me quedé sentada en una mesa a que llegara. A los pocos minutos llegó con dos granizados, uno de menta, para mi, y otro de fresa, para él. También traía una bolsa de patatas fritas que había comprado, que se le cayeron al suelo. Yo me levanté y me agaché para recogerlas, él dejó las bebidas en la mesa e hizo exactamente lo mismo, se agachó para recogerlas.
Cuando menos lo esperábamos estábamos los dos agachados recogiendo una bolsa de patatas, nuestras manos se chocaron,nuestras caras estaban a a menos de tres centímetros de distancia y nuestros labios deseosos de ser juntados.
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Todo tiene un comienzo y un final. ||PAUSADA||
RomanceTodo comenzara un verano en mis odiadas vacaciones familiares.