Capítulo 5.

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Abrí los ojos y miré hacia el frente. Lo primero que pudieron observar mis ojos fueron unos brillantes y centelleantes ojos, también podía presenciar una fuerte respiración frente mía. Rápidamente levanté la mirada y, al segundo, me levanté. Aaron hizo lo mismo y nos sentamos en la mesa que, previamente, habíamos elegido.

Yo intentaba actuar de la forma más natural que podía, Aaron intentaba hacer exactamente igual.

Nos tomamos los granizados y la bolsa de patatas de jamón York y queso. Después de todo eso, me llevo a casa en la moto.

-Muchas gracias por llevarme a comprarme la guitarra y, gracias también, por llevarme al bar ese. Me lo he pasado realmente bien hoy.

-De nada. Aunque creo que las gracias te las tengo que dar yo a ti, hoy me lo he pasado en grande.- dicho esto nos despedimos con dos besos y se marchó.

Entré en casa, fui a mi cuarto a dejar la guitarra y para irme a la playa a correr. Entré en mi cuarto y allí estaba mi hermana, sentada en mi cama.

-¿Qué haces aquí? ¿En mi cama?

-Te estaba esperando.

-Joder, que siniestro. Acabas de decir la típica frase de las pelis de miedo cuando el asesino va a matar a la víctima.

-Vale...

-Bueno y, ¿que querías?

-Pues nada en concreto. Sólo quería saber cómo te ha ido tu cita con Aaron.

-Primero, eso no era una cita. Vino casualmente y me acompañó a comprarme una guitarra. Segundo, ha estado muy bien.

-Sabía que iría genial. A ti el chico este te guste mucho, ¿a que si?

-No me gusta... Me parece un chico atento, guapo, majo, agradable... Pues eso, un gran chico.- miré a mi hermana que me miraba con una cara de que no se lo creía, cosa que entiendo porque ni yo misma me creía la respuesta que le había dado.- Esta bien... Sí, me gusta un poquito Aaron. Pero aun así, da igual que me guste o no, no creo que se haya fijado en mi.

-¿Qué no se ha fijado en ti? ¿Bromeas? pero si te come con los ojos, le tienes loquito de amor al pobre chaval...

-Bueno da igual. Si tiene que pasar algo pasará, ahora no me voy a preocupar de ese tema.

-Lo que tu digas... Pero un consejo hermanita, no pierdas a este chico, vale mucho.

-Pues vale. Esta tarde tengo ensayo, ¿vas a venir?

-Ya sabes que no me llevo especialmente bien con tus amigo y no me gustaría molestaros.

-Sister, ¿a ti desde cuando te importa no molestarme a mi o a los de mi grupo?

-También es verdad. Iré.

Después de todo eso mi hermana salió de mi habitación. Abrí el armario y elegí un pantalón corto de chandal de Adidas y una camiseta de tirantes lisa, me lo puse, cogí mis zapatillas de Nike. Saqué del cajón de mi mesilla el iPod nano y los auriculares, me enganche el iPod en el pantalón y me puse los auriculares. Puse la primera canción que había y me fui a correr un poco.

Cuando volví a mi casa de correr entré al baño a darme una ducha. Mientras estaba en la ducha oí que llamaron al timbre. Mi hermana fue la que abrió, yo pensé que sería para ella, pero al salir del baño pude ver que estaba equivocada.

-¿Aaron?

-Hola linda.

-¿Qué haces aquí?

-¿Te has olvidado ya? Me dijiste que podía venir a verte ensayar con tu grupo y a eso he venido.

-Ahh, es verdad. No me acordaba. Espera, que me cambio y vamos.- en este momento era cuando me di cuenta de que sólo iba con la toalla.- Enseguida vuelvo.

-Vale linda.

Fui a mi cuarto y cogí lo primero que pillé. Me puse unos shorts azules claros y una camiseta negra de tirante en la que ponía kiss me. Pillé la guitarra cogí dinero y el móvil y fui al salón.

-Ya estoy lista. Nos podemos ir ya. ¿Al final vienes, sister?

-No. Es que me ha llamado Diego y me ha dicho que si podíamos quedar que tenía que contarme una cosa, entonces no he podido decirle que no, además tu tienes muchos más ensayos...

-Si lo entiendo, no te preocupes.

En ese momento me llegó un whatsapp. Lo abrí era de la banda.

-Ensayo cancelado.- leí para mis adentros.

-¿Ha pasado algo malo?- me preguntó Aaron.

-No si malo no es lo que pasa es que acaban de decirme que se ha cancelado el ensayo de la banda.

-Bueno, pues entonces me voy.

-Yo no he dicho eso, tú y yo vamos a algún sitio.

- Pues vamos dónde tú quieras.

-¿Vamos a la playa?

-Vale.

-Pues espera que me pongo el bikini y te dejo un bañador de mi padre.

-Vale.

Entro en la habitación de mis padres, abrí el cajón de mi padre y saqué un bañador de Calvin Klein, fui al salón y se lo di.

-Toma, cámbiate en el baño, esta en la tercera puerta a la derecha.

-Vale, gracias.

Después de eso fui a mi habitación cogí un bikini, me lo puse y salí.

-Ya estoy, ¿nos vamos?

-Sí. Pero antes tengo que hacer una cosa.

-¿El qu...?- y antes de que pudiera terminar la frase Aaron de iba acercando lentamente hacia a mi. Sus labios cada vez estaban más cerca de los míos, estábamos a milímetros. Nuestros labios se rozaron con suavidad, primero fue suave y después apasionado.

Al poco nos separamos y nos quedamos mirando a los ojos

-Me gustas mucho.- me dijo Aaron.

-Y tú a mi.- le contesté y de nuevo nos fundimos en otro beso.

Todo tiene un comienzo y un final. ||PAUSADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora