Pequeños momentos IzaHina.
Un Three-shot lleno de amor.
* Los personajes de Tokyo Revengers no me pertenecen creditos a Ken Wakui*
* Esta historia es Izana/Hinata si no te gusta el ship no estas obligado a leerla*
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Año 2006 :
Había empezado como un día normal, pero fue todo menos eso.
Desde el momento en que habrío sus ojos tenía un mal presentimiento y no la había abandonado en todo el día.
Hace un tiempo que perdió a la persona que se volvió una de sus amigas más cercanas Emma, era el nombre de la chica rubia que en poco tiempo se volvió su mejor amiga, su confidente.
No negará que desde ese día había estado deprimida.
Cuando se enteró de que había fallecido, algo en ella se quebró, grito y lloró negándose a creer que su amiga había muerto,sin embargo, cuando la vio ahí, en el ataud supo que era verdad y aunque se negara al final lo aceptó, a la mala pero lo hizo.
No negara que, enterarse de que la persona que había mandado a matar a la rubia fue su mejor amigo le dolió.
Sintió que la habían traicionado.
Se enojo bastante con el oji-morado ese día e incluso le reclamo el hecho de haber matado a su propia hermana.
Lágrimas, gritos e insultos fueron dichos ese día y algunos golpes leves por parte de la castaña. Se dijeron verdades y lo tonto que había actuado cierto peli-blanco en un intento de hacerlo entrar en razón, cosa que no logro.
Pero a pesar de lo que haya hecho ella todavía lo sigue queriendo y es que no ha podido sacarlo de su corazón.
Esa mañana había quedado en encontrarse con el Kurokawa en una cafetería, la cafetería en que descubrio que sus sentimientos hacia el moreno no eran de amistad.
- Nattie - oyó que susurraron su nombre, volteó a ver detrás de ella y se encontró al dueño de su corazón y su sufrimiento.
- Na-kun - susurró ella de vuelta, sin creer que el en cerio había ido, creyó que la volveria a dejar plantada como hacía desde hace dias.
Y es que desde su discusión habían dejado de hablarse y verse tanto como antes.
A ambos les había dolido estar separados de la persona que creían era su mitad faltante.
Se vieron a los ojos perdiéndose en ellos, intentando expresar todas sus emociones a través de ellos.
- ¿Como has estado? - después de tragar saliva, Izana fue el primero en apartar la vista y hablar.
Desde que dejó de hablar con su reina no ha estado muy bien.
Algo que fácilmente se notaba gracias a sus ojeras y su mirada dolida cuando veía a la castaña.
- B-bien - respondió llevando su vista al té en sus manos, le indicó al más alto que se sentará - sigo dolida por la muerte de... Ya sabes quien, - le dijo con una mirada triste y melancólica al recordar a su amiga - pero intento sobrellevarlo lo mejor que pueda. - le dedico una sonrisa de falsa calma y felicidad.
