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–Llegaste.–Dijiste sonriendo.
–Perdón por tardar.
–No importa, por lo menos llegaste.
Dejaste entrar a Tomura y viste que Makki fue directamente a recibirlo.
Risa.–Makki te tiene confianza y cariño.
–Aún no me terminan de agradar los gatos.
–Tendrás que acostumbrarte. Makki siempre va a estar aquí.
Tomura se sentó en el sofá.
–¿Que vas a hacer hoy?
–ramen.
–Siempre cocinas lo mismo. ¿No te cansas?
–No, porque el ramen es mi comida favorita, y después del ramen están los onigiri.
Fuiste directamente a la cocina.
Hoy tenías que decirle algo importante a Tomura, por eso lo invitaste a comer. No era nada malo... o puede que sí, dependiendo de como se lo tomé el.
Hoy querías decirle todo lo que sentías por él. Sí el no aceptaba no ibas a decir nada, pero solo querías decir todo lo que sentías desde hace 2 meses.
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–Bien. Me llené.
Dijiste mientras te estirabas en el sofá.
Tomura te miraba silencioso.
–¿Te gustó la comida?
–Si.
–Que bien.
Ambos se quedaron en silencio.
¿Era un buen momento para decir lo que sentías?
Probablemente sí.
–Eh, Tomura quería decirte algo.
–¿Que?
–Eh, mm..
Te pusiste nerviosa y no podías articular ninguna palabra.
–Es que, yo... tu..eh.. AGH me cuesta. Que estúpida soy..–Susurraste.
Tomura alzó una ceja y no dijo nada.
–Es que... no lo sé..
–¿Me lo vas a decir?
Tomura estaba perdiendo la paciencia.
–Bueno... esquemegustastomura.
–¿Eh?
–QUE ME GUSTAS TOMURA.
No dijo nada.
Seguro la cagaste.
–Tu también.
–¿Eh?
–Tu también me gustas.
Casi te desmayas.
–¿Estás bien?
–¡Por supuesto! ¿Cómo no lo iba a estar?
Estabas roja, como un tomate.
–¿Solo eso me querías decir?
–No. Me gustas, quiero ser algo contigo, no quiero que vengas cada 2 días a mi casa, quiero que estés conmigo, quiero vivir contigo aquí, no quiero seguir siendo una madre soltera, quiero que seas el padre de makki, no quiero que seamos solo amigos. Te amo Shigaraki Tomura.
1 minuto de silencio.
Lo miraste mal.
–¡Oye! di alg-
Tomura te beso.
–¿Eso te lo dice todo?
–Creo.. que si.
–No, no es un creo.–Te volvió a besar.–Es un sí.
Ahora sí te desmayaste.
–Dramática.
–¿Entoncess?
–¿Entonces que?
–¿Somos... pareja?
–¿Me escuchaste o no? te dije que si estúpida.
Abrazaste a Tomura y sonreiste.
–Quiero otro beso.
Ambos se volvieron a besar.
–Bueno basta... que Makki está aquí presente.
–No me importa.
Al final del día... tener de hilo rojo a Shigaraki Tomura no fue tan malo como lo pensé.
