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Estaría mintiendo si decía que no estaba nervioso.

Cuando se promocionó la nueva película de "La casa de la muerte" (ahora en el número 14) se hicieron promociones para ser los participantes.

Requisitos:
*Ser mayor de edad.
*No tener deudas.
*No tener enfermedades.

Técnicamente la deuda está a nombre de Deidara así que podía participar.

Originalmente son un promedio de quince participantes los que llegan a la competencia, por eso debe haber una selección al azar sobre quienes serán los diez que participarán.

Y Naruto podía ver alrededor de 100 personas en la sala dónde por fin llevarían a las diez personas elegidas en un helicóptero (porque la casa de la muerte está en un bosque alejado).

Esperaba poder ser uno de los diez "afortunados". No esperaba que asistieran tantas personas. La casa de la muerte es una gran oportunidad de ganar dinero a costa de tu vida y por eso muchos se acobardan. Así que su sorpresa fue grande al darse cuenta que podía ser o no elegido.

Comenzó a implorar que pudiera ser seleccionado para poder pagar la deuda de Deidara y vivir cómodamente, odiaría si perdía a su única familia.

Los cien participantes estaban sentados en sillas acomodadas de 10 filas con 10 asientos en cada fila. Cada uno de ellos se les dió un número para hacer un tipo de sorteo.

Naruto vió su "boleto" para ir a la casa de la muerte.

#7

"Que coincidencia" pensó Naruto. El número 7 es de la suerte. Ojalá ese mito sea verdad.

Los encargados mostraban una máquina muy parecido a esos mecanismo que usaban las personas mayores en el bingo. 100 bolitas dentro de esa cosa y solo 10 serían elegidas al azar.

Después de pedir silencio, comenzaron a rodar la bola para poder sacar los números participantes del concurso.

27

Fue el primer número y un chico se levantó para ir al frente, dónde mostraría su boleto y los dejarían aparte.

46

Ahora fue una chica.

70

A medida que pasaban los números, Naruto se ponía cada vez más nervioso. Le sudaron las manos y comenzaba a hiperventilarse, sin perder ni un detalle en las bolitas que daban vueltas sin parar.

8

Demonios! Le falló por uno.

El que se levantó era un varón azabache de piel pálida y ojos onix, debe admitir que estaba guapo pero quizás no sobreviviría al juego.

Comenzó a pensar que no sería elegido y rogaba internamente.

-Último número- susurró una chica a su amiga que se encontraba delante de él.

Es su última oportunidad.

-El décimo número es... 7!-

Lo logró... LO LOGRÓ!

La casa de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora