Tate No Yuusha, El Escudo Hipnótico

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- (Raphtalia) -fue lo que pensó Naofumi con emoción mirando a la joven bestia encerrada frente a él.

- Chico -llamo el esclavista recuperando la atención del Héroe- este es el esclavo que recomiendo -señalo una jaula.

Naofumi fue con él y tal como espero le mostro un hombre lobo con un nivel que era veinte veces más grande que el suyo y se especializaba en el combate, obviamente era demasiado caro para comprarlo y solo se lo enseño para que lo viera.

El héroe del Escudo le dijo que quería uno más barato y sepa obedecer, entonces el traficante de esclavos le enseño a los semi humanos, quienes no se especializaban en combate físico, a Naofumi no le importo porque pensaba entrenarlos para que fueran fuertes, las mismas respuestas que en el anime.

Cuando se paró a mostrarle los mejores semi humanos.

- Levanta la cabeza -dijo Naofumi de repente mirando a Raphtalia.

Ella aun tosiendo con fuerza obedeció y por su mirada, se podía notar los frágil y rota que estaba.

- Esta Racoon está enferma física y mentalmente -dijo el esclavista- me está dando muchos problemas, su anterior dueño era un aficionado a la tortura, dudo que dure mucho.

Se podía ver en la espalda de Raphtalia marcas de latigazos y profundos, Naofumi lucho mucho por no mirarla con pena, siempre pensó que el pasado de Raphtalia era demasiado cruel e injusto para una niña pequeña. Ella se merecía más que nadie una vida feliz y ser la heroína de este mundo.

- Decidido -declaro Naofumi sorprendiendo al traficante- comprare a esta esclava.

...

En poco tiempo Raphtalia fue sacada de la jaula y fueron a la oficina del traficante donde este le paso un cuchillo a Naofumi, con este se sacó un poco de sangre para luego ponerla en la tinta de esclavo que se usaba para realizar la maldición, todo mientras que la pequeña Raphtalia se mantenía bien quieta en un rincón, ni siquiera se atrevía a escapar porque temía que las cosas podrían empeorar para ella.

Naofumi de verdad odiaba verla así de asustada, pero aún no era el momento de ser bueno, internamente también agradecía que siguiera aquí, tanto en el manga como el anime no especificaba el día en que Naofumi la compro, le asustaba pensar que alguien más lo hiciera, por eso de vez en cuando hipnotizaba a un tipo al azar para que viniera y se asegurara de que aún estaba aquí.

- Muy bien... -el esclavista se acercó a Rapthalia y la hizo mostrar su marca de esclavitud, luego con un pincel puso la tinta con la sangre de Naofumi.

Esta al contacto se impregno en la marca y pareció ser un proceso doloroso para Raphtalia haciéndola llorar.

- Oye... -se quejó Naofumi no pudiendo evitar expresar su preocupación.

- No se preocupe, se le pasará pronto -dijo el esclavista relajado- el distintivo de esclavo en su pecho le impedirá desobedecerte.

Al mismo tiempo en la ventada de Estado de Naofumi apareció el anuncio de que el contrato de esclavo ha sido completado y mostro el estado de Rapthalia.

- Desde ahora la niña ya es tuya -dijo el esclavista.

- Son 30 monedas de plata ¿No? -le entrego una bolsa con la cantidad y después fue con Rapthalia.

- Hay una moneda de más.

- Por las molestias, pensabas pedírmela igualmente, ¿No?

- Vaya, vaya, me conoce bien -respondió el esclavista complacido.

- Ahora, ¿Cuál es tu nombre? -pregunto Naofumi a su esclava, obvio ya lo sabía, pero no debía levantar sospechas, esta se la paso tosiendo y no respondí- di tu nombre... Tu nombre.