Otra vez una hoja en blanco, en la pantalla de su computador portátil, la señora golpeaba la mesa una y otra vez con su mano empuñada, cada golpe mostraba todo el peso de su frustración, ni siquiera ella misma se había dado cuenta que lo estaba haciendo.
Había hecho todo lo que ella consideraba parte fundamental para escribir, una habitación sola y fresca, una silla cómoda, un vino fuerte y dulce, una vestimenta adecuada, sin ruidos ni teléfonos.
Aún así, no conseguía como plasmar esa idea en su cabeza en esa hoja digital en blanco... Ella no era una escritora novata ni mucho menos inexperta, sus libros habían Sido los mejores vendidos en más de diez ocasiones era una experta del terror psicológico o al menos lo había sido.
Aunque sí recordaba que la mayoría de esos libros fueron escritos cuando tenía de veinte a treinta años. Uno bueno a los treinta y cinco con los pocos retazos de inspiración que le quedaban y luego dos buenos a los cuarenta y tres, pero eso había sido con la ayuda del secreto del club...
Su difunto esposo la había incluido a ese club de escritores unos años antes de morir y eso la había ayudado notablemente en la escritura.
Se había dicho así misma que no recurriría al club de escritores una vez más. No después de las noches sin dormir por las pesadillas que le había causado. Aunque admitía que a veces deseaba eso más que nada, incluso las pesadillas eran inspiración y ahora ya ni eso tenía.
Su nombre era Tatiana Julia Jiménez y todos sus libros iban con su nombre artístico Tatiana JJ. Ahora una mujer de cincuenta y tres años, solo pasaba su vida firmando autógrafos de sus viejos libros.
Ya eran las 10:33 PM y la señora Tatiana empezaba a rascarse la cabeza con ansiedad, su cabello se había caído notablemente de tanto estrés y por eso lo llevaba corto y pintado de un vinotinto del mismo color de su bebida esto también para ocultar sus canas y las ronchas cicatrízales de su cabeza que ella misma había hecho después de tanto rascarse y romperse la piel del cuero cabelludo.
Tomó la copa y le dio un gran sorbo esperando que la ebriedad le diera la inspiración que necesitaba pero no lo hizo.
De pronto su teléfono celular sonó, perturbando el silencio de la habitación... Ella creyó haberlo puesto en silencio. Pero sin embargo ahí estaba sonando... Normalmente no interrumpía su momento de escritura pero realmente no estaba ni cerca de escribir algo y la ansiedad la carcomía.
Contestó el teléfono y le habló un hombre, ella reconoció su voz...
—Buenas noches señora Tatiana —dijo el hombre en el teléfono —. Le habla el Anfitrión del club de escritores —A Tatiana se le erizó la piel... ¿Lo había llamado con el pensamiento?
—Hola anfitrión —respondió ella, afinando su voz y respirando profundo —. ¿A qué debo su llamada a estas horas de la noche?
—Está usted cordialmente invitada a una cena hoy a las 12:00 am dónde exploraremos y conversaremos sobre los talentos de la actualidad, sería un honor que volviese a asistir al club —explicó el Anfitrión —. Tenemos la certeza de que será una cena bastante provechosa para usted además recuerde que estará rodeada de grandes escritores.
Tatiana dudó en responder, ella sabía que necesitaba esa reunión pero no estaba segura de que le gustara lo que sacaba de ella.
—Muchas gracias por la invitación, allí te estaré —respondió dudosa.

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Las Seis Formas Del Miedo (TERMINADA)
TerrorEspecial de Halloween 2022. Seis cuentos de terror mezclados con otros géneros clásicos y modernos que sirven para explorar las formas de percibir y lidiar con el miedo. Desde cosas simples y vanales como el miedo a enfrentar a los Bullying, el mied...