Hay un Nosotros (Star Ant)

En tus Piernas 🚘

Cuando vas a un viaje por carretera con tus amigos es increíble, disfrutas de los momentos especiales, las bromas, los paisajes, pero cuando vas en una camioneta con 6 personas a bordo el viaje se te hace eterno, bueno solo cuando llevas a alguien en tus piernas porque ya no cupo en un asiento.

Y más cuando esa persona te gusta desde hace mucho y le toca sentaste en tus piernas, lo peor es que a esa persona le gusta verte sufrir.

Peter Quill es prueba viviente de ello.

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Steve: ok, es hora de que se suban a la camioneta – se subieron – pasarán lista para ver si estamos completos – Rogers era el que va a manejar y Tony el copiloto.

Tony: ¿Peter?

Peter: Aquí.

Tony: ¿Thor?

Thor: Estoy aquí.

Tony: ¿Cuernitos?

Loki: Que gracioso Stark.

Tony: Si está, ¿Aguacate?

Wade: Yo también lo quiero suegro.

Tony: lamentablemente, si está ¿Quill?

Quill: Presente.

Tony: ¿Marc?

Marc: si estamos, incluyendo a Steven y Jake.

Tony: Lo bueno es que los últimos dos, no ocupan asientos, ya estamos todos amor, puedes arrancar – pero al momento de prender el vehículo, unos toques en la ventana los hicieron voltear.

Quill: ¿Scott? – susurró, Loki que estaba en la ventana, la bajó.

Tony: ¿Qué haces aquí, pulgarcito?

Scott: Es que los demás ya se fueron y me dejaron, no llegué a tiempo.

Tony: Si, eso se nota.

Steve: Sube, nosotros te llevamos – abrió la puerta.

Scott: muchas gracias – saludo a todos con una sonrisa y con la mano – ¿Dónde me sentaré?

Loki: Exelente pregunta.

Steve: siéntate en las piernas de Quill – ambos se miraron.

Quill: ¿Qué?.

Tony: corre, Tenemos que alcanzar a los demás.

Scott: ¿Si puedo sentarme en tus piernas? – Peter estaba sonrojado.

Marc: Si quieres, te puedes sentar aquí – también señaló sus piernas.

Quill: ¡No!, Ven Scott – lo tomó de la muñeca para sentarlo en el – estamos listos.

Marc: alguien se puso celoso – por fin el vehículo se movió.

Steven: Que gracioso Spector.

Scott: Espero no te sientas incómodo.

Quill: No, tu tranquilo, estaré bien – le guiño el ojo.

Pasaron dos horas, solo dos horas y a Quill ya le parecían eternas, ya que en el transcurso del viaje había baches y la camioneta brincaba, parecía que Steve lo hacía a propósito, ya que esos movimientos ocasionaban que la entre pierna de Quill y el trasero de Scott se tocaran bruscamente, ambos hombres cerraban los ojos con fuerza, Scott apretaba con fuerza el sillón que tenía enfrente y Quill se resistía en apretarle la cintura, ya que es de dónde se estaba agarrando.

Pasaron otro bache, pero este si fue algo fuerte, Scott brinco, soltó un suspiro fuerte y cerró los ojos, ahora sí, Peter apretó su cadera con ambas manos.

Quill: ¿Estás bien? – Scott, con la cabeza pegada al sillón solo dijo que si y mostró su pulgar – ¡Ten más cuidado Rogers, no traes papas!

Steve: lo siento chicos, es que la carretera anda muy mal – lo miró por el retrovisor, pero cuando el castaño desvío la mirada, el rubio sonrió de lado, estaba logrando su objetivo.

Los presentes se quedaron dormidos, aún faltaba tiempo para llegar a su destino, pero los únicos que no podían cerrar sus ojos fueron estos dos.

Quill: Scott, se que llevamos ya dos horas en esta posición, ¿Seguro que te sientes cómodo?, ¿No quieres que nos detengamos para que puedas estirar tus piernas? – con su mano tocó el muslo del pelinegro.

Scott: Tranquilo, estoy bien, puedo aguantar un poco más, pero si tú ya te cansaste, podemos parar – volteó su cabeza para verlo, sus caras estaban algo cerca.

Quill: Quisiera, pero tengo algo bien duro y no es el escudo de Steve.

Quill: Yo estoy bien, no pesas tanto y lamento si te apreté muy fuerte, es que no tengo de donde agarrarme.

Scott: Tu agarrate fuerte, estamos en confianza – volvieron a mirar para enfrente, pero Scott se acomodó y sintió algo que le hizo sudar y ponerse tenso.

Quill: ¿Qué tienes? – dijo cerca de su oído.

Scott: No, nada nada, estoy bien – las manos le sudaron, pero este viaje se estaba volviendo algo aburrido, así que decidió divertirse un rato – me voy a acomodar.

Quill: Ok – se movió en círculos y de Adele para atrás, Quill puso la cabeza para atrás pegándose con el respaldo del asiento, cerró sus ojos con fuerza – Scott.

Scott: mande – dijo inocentemente.

Quill: no te vuelvas a acomodar – apretó con fuerza su playera de Scott – estás entrando a zona roja.

Scott: Lo siento – en verdad no lo siento, a ver si así ya me haces caso.

Después de unos minutos de volver a tomar valor, se volvió a mover, provocando que sintiera más la erección de Peter y que ambos soltara un gran suspiro. Lo bueno es que los demás estaban dormidos y Steve tenía música, no podía escucharlos.

Quill: ¿Te gusta jugar con fuego verdad? – metió ambas manos dentro de la playera de Scott para poder sentir su piel.

Scott: la verdad no me importaría quemarme – dió un pequeño brinco – se siente muy bien estar aquí.

Quill: Dímelo a mi, tengo una erección dolorosa hace dos horas – le dió un pequeño beso detrás de la oreja, Scott río bajito, con las mejillas ardiendo.

Unos segundos más adelante, Peter tenía una mano en la cadera de Scott y la otra recorría su abdomen y pecho.

Quill: Tu piel es muy suave – susurro en el otro oído.

Scott: Peter...me gustas – se confesó ahí misma, la camioneta se detuvo.

Steve: muy bien, pararemos para ir al baño y comprar algo de comer – se abrieron las puertas – todos abajo.

Marc: Si, por favor, casi quedo traumado – salió del vehículo.

Steven: más traumas no creo que puedas tener.

Quill: Nosotros iremos al baño – hizo que Scott se bajara para luego salir el y tomarlo de la muñeca he ir corriendo a los baños.

Scott: Salimos en 15 minutos – los demás veían como corrían hacia los baños.

Loki: ¿Para que quieren quince minutos?.

Wade: Pues esos dos obviamente no harán del dos, más bien al chiquitín lo pondrán en cuatro – llegó recargandose en la camioneta, los presentes se le quedaron viendo – ¿Qué?.