One Shot's y pequeñas historias de Ennead.

Del Duat al cielo (1/5).

Pareja: Horus x Anubis.

La vida de Horus había cambiado mucho desde que llegó a la Eneada junto a su madre Isis, había vencido a Seth en las tres batallas otorgadas por Maat y la corte de la Eneada, se había convertido en el nuevo rey de Heliopolis como correspondía pero aún era un semi dios, sin embargo eso no era impedimento para manejar el país, además era buen soberano, un faraón muy bondadoso a comparación de su tío, quién aún residía en la Eneada ya que su sobrino se había negado a darle un castigo fuerte pues no era el villano del cuento como todos creyeron. Simplemente su sentencia fue recolectar las almas perdidas de sus víctimas y ayudar a los pobres, Horus apreciaba demasiado a su familia y por lo tanto no quería que nadie más vuelva a sufrir, lo consideraban un ser con buen corazón, incluso su madre había quedado conmovida con aquel gesto de bondad y a pesar del rencor y odio que aún tenía hacia Seth ella lo había aceptado.

Nuevamente todo volvió a estar en paz como antes, Seth había renovado sus votos matrimoniales con Neftis ya que estaban dispuestos a empezar de cero, su hijo Anubis había vuelto del Duat al palacio de la Eneada para ver a sus padres casarse nuevamente, pese a que Seth no era su padre biológico lo consideraba su papá ya que lo crió durante toda su infancia y siempre estuvo con él a pesar de las adversidades, ese día todo fue felicidad nuevamente y el dios de la guerra pudo sentirla. Tiempo después Horus se casó con Hathor ya que esta le había insistido mucho y la diosa del sol, Ra lo había convencido de que su hija iba a darle el amor que cualquiera podría anhelar, iba a ser una buena esposa.
El joven faraón lo pensó bien y finalmente aceptó, dándose la oportunidad de poder sentir el amor de las parejas que veía en varias aldeas de Egipto, ese día la boda se llevó a cabo y no iba a mentir, estaba feliz y su suegra tenía razón, Hathor se veía como una buena consorte además de bella, era muy afortunado de tener a alguien como la diosa del amor y la belleza, su actual consorte, a pesar de que ella le llevaba unos cuantos años de diferencia él era feliz a su lado, el amor reinaba en su matrimonio.

Unas lunas más tarde Hathor dio la noticia de que estaba esperando un hijo de su consorte, quien lleno de gozo abrazo a su esposa llenandola de besos en la cara, su deseo de ser papá se había cumplido, a pesar de que aún era demasiado joven iba a ser todo lo posible por estar para su esposa e hijo, él nunca deseo un hijo para conservar la línea del trono, siempre quiso ser padre porque anhelaba formar una familia algún día.
Todos los dioses familiares los felicitaron y desearon que ese fruto del amor entre ambos nazca fuerte y sano, la diosa de la magia, Isis lloró de alegría abrazandolos a ambos, Seth golpeó a su sobrino levemente en el hombro para felicitarlo, todos les dieron cumplidos. El día del nacimiento del niño había llegado, Horus estaba nervioso y le pidió a Amón que su esposa e hijo estén bien, el dios lo tranquilizó con palabras de aliento y que confiara en que todo iba a salir bien.

El llanto de un bebé se escuchó al otro lado de la habitación y él empezó a derramar lágrimas de felicidad al escuchar a su primogénito, se le dio el permiso de entrar a la habitación y la imagen que lo recibió lo dejó enternecido, su mujer con su hijo recién nacido en sus brazos. El faraón se acercó a ambos y les dio un beso en la frente, la fémina le entregó al pequeño y este no dudó en cargarlo, una sonrisa adornó su rostro y el pequeño bebé se quedó dormido en sus brazos.

— ¿Qué nombre deseas ponerle?

— Ihy. — Respondió ella.

Horus asintió y besó a su pequeño en la frente otra vez, el sentimiento de amor paterno surgió en su pecho teniendo a Ihy durmiendo en su regazo, en realidad lo amó desde el día en que su esposa le dio la noticia sobre su espera. Hathor se dedicó a descansar mientras su esposo los cuidaba a ambos, el joven se había quitado su tocado de halcón para que el bebé pudiera ver bien su rostro.