Hyunjin es el cantante de una banda indie que jura amor eterno a su novio, Felix. Pero parece que siete años después, las cosas ya no son lo mismo.
Ahora Hyunjin tendrá que salvar a Felix de su oscuro destino.
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× Adaptación
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Aun en el pasado
Jeongin estaba pasando un mal rato al ver a ese chico rogar de forma tan penosa para que lo dejara vivir, mucha gente antes había hecho lo mismo, pero había algo en él que le causaba lástima, por eso al final decidió cumplirle el deseo, además que le causaba curiosidad ver como se desenvolvía ese amor.
-Muy bien, te dejaré vivir, pero a cambio, deberás mostrar tu amor todos los días, solo vivirás mientras ustedes dos se amen.
-Lo haré, sin embargo, hay una condición, haré lo que me pediste y para mostrar mi amor, llenaré este buzón con recuerdos todos los días, además, si tu dices que se terminó nuestro amor, moriré como tú digas sin decir nada.
-Entonces, ¿cuál es la condición?- Felix inquirió levantando una ceja curioso.
-Cuando muera, quiero que Hyunjin sea feliz.
-Debo hacer que él sea feliz... -el peliblanco ubicó su índice en el mentón, pensativo- ¿eso es todo?
-Sí, eso es lo único que te pido.
-Trato hecho.
Felix salió corriendo directo a la casa de su novio, ahora estaba dispuesto a no desperdiciar ni un solo minuto a su lado, le habían dado una segunda oportunidad de vida, tenía que cuidar este amor con todo lo que tuviera.
Subió corriendo las escalas hasta el pequeño apartamento del cantante y cuando tocó la puerta estaba demasiado agitado y cansado. Hyunjin abrió mientras rascaba su pecho con una expresión medio dormida, y al ver al menor allí abrió los ojos con asombro y lo agarró de los hombros.
-¿Pasó algo? ¿Estás bien?
Felix sonrió inmediatamente y lo abrazó con fuerza- te amo, hyung.
-Yo también te amo- Hyunjin lo abrazó con más fuerza sonriendo demasiado feliz, Felix no era el tipo de persona que decía esas cosas, él era demasiado tímido y reservado, así que era toda una grata sorpresa escuchar esas palabras.
-Te amo, Hyunjin hyung, no volveré a reprimir mis sentimientos, te daré todo lo que tengo y te amaré sin remordimientos.
-Está bien, lo haremos- el peliblanco susurró empezando a acariciar el cabello castaño del muchacho.
-No voy... a regresar a casa esta noche.
El mayor abrió los ojos con sorpresa y se separó para tratar de buscar algo, lo que fuera, en los ojos de su novio, todo esto era repentino y extraño, Felix nunca se había quedado a dormir en su casa antes, y no pudo evitar ponerse nervioso, aunque por supuesto que lo dejó entrar.
-Está bien, pasa...
Hyunjin comenzó a recorrer su desastre de apartamento con la mirada, agachándose a recoger el desorden aquí y allá, había mucha ropa sucia por ahí tirada y empaques de ramen instantáneo vacíos.
