Capítulo doce

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Al día siguiente, Donnie se despertó con el sonido de su celular, como no podía levantarse por cuenta del brazo de Camilo que envolvía su cintura, se estiró lo que pudo para tomar el cel que estaba sobre la mesilla. Era Isabel.

– Hola mamá…- Dijo perezosamente al contestar, el menor al escuchar su voz, se revolvió a su lado.

– Buenos días mi amor… ¿Te desperté?- Preguntó aunque fuera bastante obvio por la voz del menor.

– Sí en verdad…- Soltó una risita.- Pero dime, pasó algo?- Preguntó.

– Nada en serio… Solo quería saber si no quieren venir a almorzar con nosotros…- Dijo con un tono alegre.

– Ah… Claro, papá ya me había comentado, en verdad.- “Debo ver como va a estar Camilo…”. Donnie miró rápidamente la pantalla de su celular para ver la hora, eran casi las once de la mañana.- Solo necesito despertar a Camilo primero…- Comentó.

– Claro, les estamos esperando…- Dijo y luego colgó. Donnie dejó su celular nuevamente sobre la mesilla.

– Era mamá?- Preguntó Camilo en un susurro perezoso.

– Sí, quiere que vayamos a almorzar…- Explicó mirando al menor que asintió levemente.- Cómo está my baby boy?- Preguntó mirando al menor. Camilo aún tenía los ojos cerrados y sonrió por la pregunta del mayor.

– Bien, creo…- Se levantó un poco para acercarse a Donnie y luego besarlo. El mayor envolvió su cintura y acercándolo más a su cuerpo. El beso era lento y cariñoso.

– Amor…- Dijo al cortar el beso, mirando al menor.- Dime con sinceridad… Te gustó lo que hicimos ayer?- Preguntó acariciando el rostro del menor. Camilo sonrió levemente, un poco avergonzado.

– Demasiado…- Dijo sonriendo y pudo ver a Donnie sonreír también.

– De verdad?- Preguntó y el menor asintió. Donnie volvió a acercarse y dejó un besito corto sobre sus labios y luego empezó a dejar varios por el rostro del menor, que no pudo evitar reírse.

– Ya! Ya!- Dijo riendo.- Debemos levantarnos…- El mayor se alejó un poco y asintió.

– Tienes razón, mamá se preocupará si nos atrasamos.- Comentó. Donnie se levantó y quedó al lado de la cama, esperando para ver cuál sería la situación de Camilo.

– Ok… Tal vez no esté tan bien…- Camilo se sentó en el borde de la cama y sintió cierto dolor en sus caderas, no tan intensa como la primera vez, pero aún así era algo molesto.

– Que pasa?- Preguntó con preocupación mirando al menor.

– Me duele un poco la espalda…- Soltó una risita.

– Quieres que vaya a buscar alguna pastilla?- Preguntó y el menor negó.

– No, creo que puedo levantarme… No podemos tardarnos…- El mayor asintió y ayudó al menor a levantarse. Camilo abrazó la cintura de Donnie, luego de levantarse y dejó un besito corto en el pecho del mayor.- Gracias…- Sonrió mirando al mayor que acercó su rostro al suyo para besarlo.

– Seguro que no quieres nada?- Insistió.

– Lo estoy…- Ambos se alejaron uno del otro para poder arreglarse. Camilo andaba con cierta dificultad, pero no era nada tan grave, aunque la mirada preocupada de Donnie mostrara lo contrario.- Listo… Cuando quieras podemos irnos…- Avisó al dejar la habitación y encontrar a Donnie en la sala.

– Pues vámonos, mamá ya me ha llamado de nuevo…- Dijo sonriendo levemente. Ambos luego de pocos minutos dejaron el edificio.- Necesitas ayuda?- Preguntó Donnie abriendo la puerta del coche para Camilo, que soltó una risita.

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