Capítulo diez

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Ese día, poco antes de dejar la universidad, Camilo recibió mensajes de Donnie avisándo que no podría ir a recogerlo, entonces Cami decidió ir a la oficina para encontrarlo. La oficina de Julián y Donnie no quedaba tan lejos de la universidad, así que podía ir caminando.
Al salir de la universidad, se despidió de sus amigos y luego siguió su camino hacia la oficina. No llevó mucho más de 25 minutos para llegar.

– Hola…- Dijo Camilo a la mujer que estaba en la recepción.

– Camilo! Hacía tanto que no te veía…- Dijo sonriendo y el menor soltó una risita.

– Síí…- Sonrió.- Lucy, Donnie aún está?- Preguntó sonriendo levemente.

– Sí, creo que esté en la oficina de tu padre, hace poco me llamó, pidiendo que te avisara.- Explicó también sonriendo.

– Ok… Voy a encontrarlos…- Lucy asintió y luego el menor se alejó. Realmente hacía mucho tiempo que no iba a la oficina. Al llegar a la oficina de su padre, tocó la puerta levemente.

– Pasa…- Dijo Donnie desde adentro de la sala. Camilo abrió la puerta luego pudiendo ver a su padre en su escritorio y Donnie a su lado.

– Hola…mi amor…- Dijo Donnie al ver a Camilo entrar en la sala, el menor sonrió.

– Hola…- Julián también le saludó sonriente.

– Hola!- Sonrió y se acercó al escritorio donde estaban, quedando al lado de Donnie, que envolvió su cintura con uno de sus brazos y dejó un besito sobre su cabeza.- Cuál fue el problema?- Preguntó mirando a lo que padre hacía en la computadora.

– Ha llegado un nuevo proceso, un poco complicado, tuve que pedirle ayuda a Don…- Explicó Julián y el menor asintió.

– Perdón no poder ir a recogerte…- Dijo Don mirando al menor que sonrió levemente.

– Sin problemas… La uni no queda tan lejos de aquí…- Se encogió de hombros y el mayor lo miró un poco serio.

– Lo sé, pero no es eso lo que temo…- Dijo refiriéndose a Appolo, aunque, desde la última vez en la casa de sus padres, nunca más volvió a buscarlo.

– Pero no pasó nada… Estoy muy bien aquí…- Dijo sonriendo mirando a Don, el mayor sonrió levemente.

– Lo sé…- Sonrió y quedó mirando a Camilo, en verdad tenía muchísimas ganas de besarlo.

– Listo!- Dijo Julián, apagando la pantalla de la computadora y levantándose rápidamente, asustando a los otros dos.

– Pero quedaba mucho qué hacer aún…- Dijo Donnie un poco confuso.

– Y aún hay, pero estoy demasiado cansado y sé que ustedes también, así que terminaremos eso el lunes…- Dijo mirando a sus hijos, que ahora estaban un poco lejos uno del otro. Donnie rió de la reacción de su padre.

– Bueno, si lo quieres así… Reclamar no voy…- Donnie levantó ambas manos y los tres rieron.

– Vámonos entonces… Necesito descansar…- Dijo Julián tomando sus cosas que estaban en el sofá.

– Vamos, tengo que tomar mis cosas, ¿vienes?- Preguntó Donnie mirando al menor, que pronto entendió la sonrisita que le regaló.

– Sí… Papá… Nos vemos…- Camilo y Julián se despidieron, luego el menor siguió a Donnie hasta su oficina.
Ambos entraron a la sala rápidamente, los dos buscando lo mismo. Donnie cerró la puerta con la llave, solo por si acaso Julián fuera a buscarlos y luego envolvió la cintura de Camilo con ambos brazos para levantarlo, haciéndolo envolver su cintura con las piernas.

My Baby Boy...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora