'- Por fin de regreso a casa -'

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Ryan se dirigía a su casa, en el norte, donde se hallaban las deshabitadas y gélidas montañas, las cuales los humanos evitaban y las arpías odiaban. Harto de tener que dar tantas explicaciones a los elfos sobre porque va con capucha, que si lleva dos manzanas en el bolsillo y ellos creen que la ha robado, que si le miran y abuchean por los callejones del pueblo, abrió la puerta de madera de la cabaña y la impulsó hacia atrás dando así un fuerte portazo, que probablemente habría resonado por las montañas, se tiró en la cama forrada con mantas para poder ablandar el incómodo colchón encima de la dura madera de abeto con la que estaba hecho su piltra, pudo descansar por primera vez después de dos largos días. No tardó mucho en ser capaz de dormitar por casi todo el día siguiente.

Elrond encontrábase atravesando los muros de su ciudad, donde a no muchos pasos y no lejos del castillo se halla su casa. Como de esperarse era, no encontró gran cantidad de íncolas por el camino. La rutina que realizó el norteño no se distinguió mucho de la del sureño: cerró con suma delicadeza la puerta de la casa, puesto que su decumbente padre posiblemente estaría dormido, y no pretendía despertarlo de su sueño. Avanzó rápidamente por el extenso pasillo que separaba su lar del resto de la casa, abrió la puerta y dejó paso a sus aposentos. Se deshizo de sus polainas, su tahalí y el resto de accesorios de cuero que empleó esa noche, dejándolos a parte, listos para ser usados la mañana siguiente. Recogió sus plateados cabellos en un simple moño y se sentó en su cama a la vez que admiraba la luna por el ventanal cercano a su lecho. Seguramente dos horas habrían pasado cuando el Feanor pudo por fin cerrar los ojos y relajarse.


Apenas salía el sol cuando la aldaba de la casa de Elrond comenzó a resonar con insistencia, como si una persona en desespero y dolor estuviera rogando a alguien que se negase a abrir. El elfo se erguió en su cama y acomodó su cabello antes de ir a abrirle al desconocido, al mirar por el hueco donde la llave pudo ver una insignia del ejército, supuso que sería un mensajero a punto de decirle que estaba tarde para la reunión pendiente ese mismo día. Al abrir la puerta, lo primero que distinguió fue el ojizarco Gord'Ehimer, el mismísimo nieto del rey y futuro heredero de la corona, también su primo.

-Habla Gord'Ehimer Viz-ka'h Feanor Id-Mer'ril - Dijo el mensajero antes de darse cuenta que era su primo, inmediatamente cambió su expresión y lo abrazó con gran regolaje. -¡Oh, Elrond, mi pequeño Elrond! ¿Qué tal has estado? ¡Cuánto tiempo!-

-Digamos que podría haber estado mejor, ¿Que tal has estado tú, querido?- Añadió el más bajo con la menor acucia.

-¡Me alegro! Venga, vamos, tengo varias cosas que contarte, aunque primero podrías vestirte- Gord estaba tan emocionado que no se percató que acababa de despertar a su amado primo. Elrond se vistió con gran velocidad y acompañó al nieto del rey a su castillo. Durante el largo camino compartieron todas las noticias de una semana, no se veían tan seguido como les gustaría, lamentablemente. Una vez llegaron frente a su rey, lo saludaron sin mucha formalidad, puesto que son todos familia, y fueron todos a la gran mesa de reuniones.

Allá por el pueblo se encontraba Ryanair, el cual caminaba encapuchado por las calles del mercadillo buscando comida que llamase su atención para comer durante la siguiente semana, algo de ropa, pergaminos y, en caso de haber, tinta negra y roja. No le costó mucho esfuerzo encontrar los materiales que necesitaba, el mercadillo era un lugar grande donde se reunen todas las razas y edades, las mujeres y niños por la mañana comprando comida para hacerles a sus maridos por las tardes, y los hombres un rato después de comer, a veces pasaban por allí para ir a la taberna con sus amigos a pasar un buen rato, otras para curiosear por las calles donde pudiesen gastar su dinero en algo interesante o incluso en pequeños animalillos para impresionar a sus familias y compañeros, desde luego un lugar muy agradable. Donde podías caminar oliendo todo tipo de especias, atender a los precios de las telas y productos de los puestos mientras escuchabas las risas de las mujeres, los niños jugar y la suave música tocada por los intérpretes o las fabulosas historias contadas por los bardos. Ryan disfrutaba yendo a ese tan recreativo lugar donde podía distraerse un rato de todos sus deberes de la compañía, familiares, y, sobretodo, de los estresantes elfos, que solo prestaban atención a los ladrones y no a la raza de las gentes del lugar.

Distraído contando las coronas reales que le sobraban se chocó con alguien dejando caer sus cosas, para su muy mala suerte no era nada mas ni nada menos que Elrond Feanor, desde que ayer le interrogó, Ryan notó que ahora se lo encontraba hasta en la sopa.

-Oh, lo siento, permítame ayudarle caballero- El alto elfo se agachó a recoger las cosas de Ryan antes de que este pudiera reclamar nada.

- Eh. . . No era necesario, Feanor- Vió como los dorados ojos del elfo lo miraban fijamente, creyó notar, por un segundo, que Elrond estaba adamado de él.

-No te preocupes, Ryan, buenas tardes, por cierto. Estás haciendo la compra, por lo que veo- Elrond no se daría por vencido, iba a conseguir esa conversación con Ryanair Miller cueste lo que cueste. Simplemente era curioso, nada más.

- Si, de hecho si, ¿Por qué se supone que te interesa eso?- Notó las ganas de hablar de Elrond, ¿Qué podría salir mal? es solo una conversación informal.

Ambos fueron caminando por el mercadillo y, sin darse cuenta, pasaron los muros de los bosques blancos. Ryan estaba algo tenso por lo lejos que estaban llegando, quizás lo iba a presentar contra el rey. Pero no fue así.


(NSFW ADVERTENCIA, AVANZA HASTA LA SIGUIENTE ADVERTENCIA PARA EVITAR, NO APARECE NINGUNA PARTE IMPORTANTE <3)


Gemidos por toda la habitación, sus cuerpos no paraban de emitir ruidos obscenos, Elrond se aferraba a la fuerte espalda de Ryan mientras este lo sujetaba y lo embestía. Ambos sin ropa, abrazados y sudados, llevados por la lujuria se comían el cuerpo del otro a besos y mordidas, lagrimas de placer brotaban de los ojos del elfo mientras que el licántropo no paraba de resoplar y gemir, morder el pálido cuello de Elrond y lamer su suave piel, clavar sus uñas en los muslos del mayor mientras que, cerca de llegar al límite, ambos pedían mas y mas. Finalmente llegaron. Elrond no podía pensar más que en el cuerpo de Ryan, y Ryan no podía pensar más que en el cuerpo de Elrond.


(FIN DEL NSFW; UNO BASTANTE CORTITO)


Se tumbaron juntos en la blanca cama, ya manchada, el ambiente estaba pesado y seguían acalorados.

-No tenía pensado llegar a esto- Dijo entre jadeos Elrond abrazado a Ryan.

-Ni yo, pero tampoco me puedo quejar, pensé que los elfos pijos no eran gays- Desde luego el mejor momento para bromas, ¿A que sí, Ryan? Si el padre de Elrond estuviese en casa, que es lo más probable, ambos habrían acabado quemados o torturados y expuestos al pueblo.

-Me gustas- . . .












BUENAS, de nuevo soy yo, es mi primera vez haciendo NSFW y si, sé que es corto, pero a lo largo de la historia habrá MUCHO más, así q no hay drama :)))

espero q os haya gustado este cap y nada, nos vemos mañana, a ver si al final queman a ryan o no, quien sabe.

Hoy no tengo foticos para enseñaros, probablemente mañana si.

nos vemos <3!!

-IzhXn. -



*•.What About Him?.•*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora