Preguntas a los cuatro vientos.

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El elfo sacudió la cabeza al escuchar la voz del misterioso hombre frente a él, escuchando lo que decía atentamente.

"¿Ryan?" preguntó, interrumpiendo su discurso de una, desde luego, incómoda bienvenida. Movía los hombros y muñecas tratando de hacer todo lo posible por zafarse del agarre de las cuerdas, en vano.

"Me alegro que no me hayas olvidado desde aquel día, ¿Qué haces aquí?" El tono del licántropo era serio, y, quizás, algo intimidante, Feanor podía escuchar los pasos de este por la oscura sala, de vez en cuando se escuchaba como agarraba algunos extraños papeles. No podía descifrar lo que estaba aconteciendo. 

Elrond, esperando unos segundos para pensar afirmó. "Buscarte, me informaron de que desapareciste del pueblo, básicamente como si te hubieses desvanecido." habló, de la manera más jocunda posible. 

Silencio. Puro silencio. 

Ryan prendió otros candelabros más. "¿Seguís asesinando licántropos, no es así?". Preguntó, cazcaleando por la sala con las manos entrelazadas tras su espalda.

"Ya no. Sin embargo siguen estando mal vistos." La verdad es que Elrond no tenía ni idea, los Elfos dejaron de preocuparse de asesinar esa raza cuando fueron, finalmente, desterrados, aunque tendría sentido que los guardias no lo hiciesen, eso de matar a gente por su raza es muy inveterado, al menos para Elrond. De todos modos daba igual, ellos tenían culpa del fallecimiento de su hermano y pensaba tomar rienda de ese asunto, empezando por encontrar al líder de ese... ese... cubil de ultracrepidarios, inbeneméritos y zafios.

Ryan continuaba caminando congatibundo, pensando en lo que le acababa de decir el ojizarco, pensando si lo hizo con tal de no zaherir sus sentimientos, por ser bienquisto o simplemente, honesto. "Vale." musitó, girándose para no estar a contraluz y que Elrond pudiera verlo. Se aproximó a él para quitar las cuerdas de sus manos, apreciando los raspones y heridas que estas causaron en sus muñecas. "Qué delicado, por favor." se burló.

Con alguna erusbencia, Elrond giró a mirarlo. "No es mi culpa que las únicas cuerdas que tengas a mano las haya formado el mismísimo Corvax." nada más sintió sus brazos aliviar la presión que estaban ejerciendo contra la cuerda, presionó sus manos contra su pecho, como forma de aliviar el picor de las heridas, mientras se levantaba y seguía a Ryan.

Ryan le mostró a Elrond toda la Guarida de su especie. Una vez hubo conocido todo, este le invitó a pasar una hebdómada, así podría conocer a los íncolas del lugar junto con los más ínclitos lugares de esa ciudadela.

Para mala suerte del Alto Elfo, él no era muy diserto y el pobre padecía de un miseoneísmo increíble para esa clase de cosas, así que, él, con su tremebundo porte, iba casi temblando por el lugar, pegado a Ryan, el cual siempre se iba riendo de él y haciendo bromas sobre su comportamiento. Pero, Elrond no era miedica, todo lo contrario, era la cosa más valiente que podía haber, y lo más elegante, poseía la mayor filis del mundo y le es fácil ocultar cuando se encuentra flébil o trémulo, también era muy cultipicaño y jamas badajeaba de nada, siempre se mantenía recto y serio, sin dejar ver ni un poco de sus emociones, pero Ryan le hacía sentir que podía. Aunque no le causaba mucha gracia a Elrond, ¿Qué clase de elfo se sentía "seguro" alrededor de licántropos? ¿Qué clase de deshonra era esa?, El elfo no tenía respuesta para esas preguntas, simplemente sabía que estaba haciendo algo mal, y no le importaba, o eso creía. Bien, de todos modos, a pesar del nerviosismo que sentía en el corazón, él estaba tranquilo y sabía que nada iba a ocurrir. Y si lo hacía, bastaba con llamar a su Hindrik y salir corriendo- para pelear, claro. . .

"¿Y bien? ¿Qué te parece?" preguntó Ryan mientras se dirigían a su casa. "Diferente." le contestó Elrond, torciendo un poco la cabeza. "No es a lo que estoy acostumbrado, desde luego, pero no me disgusta." Se formó una pequeña sonrisa ladina en la cara del licántropo. "Me alegro, puesto que pasarás aquí una semana, o dos." Eso no era una pregunta, era como una orden la cuál Elrond no podía rechazar, por más militar o guardia que fuese. Era una orden. 

"Por mí bien" le dijo, sonriendo un poco, solo un poco.

"Perfecto, creo que tengo algo de ropa para tí, en caso de que te agrade, no sé que soleis llevar los Elfos Pijos." Ryan solía meter así bromas irónicas de repente, y eso era algo que a Elrond no le fascinaba, pero le daba igual.












AY MIS GAYS MIS NIÑOS EHHEHEHEHEJJSNASHBAVJG

mañana hay sexo.

*•.What About Him?.•*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora