Wyllthen, el padre de Elrond entró por la casa muy alegremente, más de lo que él suele estarlo, algo había pasado y sería demasiado bueno. Wyllthen irradiaba alegría, dando pequeños saltos atravesó el largo pasillo blanco decorado con orquídeas y telas de la más suave seda hasta llegar a donde se encontraba Elrond, era una habitación simple: una cama blanca perfectamente hecha al lado de un gran ventanal con cortinas de seda doradas y blancas.
- ¡Elrond! Hijo mío, querido, he encontrado una bella elfa que está dispuesta a ser tu amada y tú esposa, se llama Alagriel, es de la familia Ilindta, creo recordar que la conoces, ¿no es así?, de todos modos ya dispondrás de tiempo para platicar con ella, lo más importante es que su familia acepta pagarnos una suma de dinero casi tan grande como el valor de Eivor, hijo mío, debes aceptarla, es la indicada, la he visto y es educada y comportada. - dijo Wyllthen sin permitir articular palabra a su hijo. Detestaba que le interrumpiesen.
- Alagriel. . . Me suena, ¿no es esa bella dama de cabellos rojizos? Oh, si, ella es muy bonita y educada. Pero, ¿cuanto dices que nos pagarán?, si el valor es razonable, aceptaré, ya conoces mis requisitos, padre. - Contestó Elrond, zanjando así el tema, hoy no tenía ganas de hablar sobre casarse.
Elrond acostumbraba a patrullar por las ciudades, mas bien un pueblo, los elfos tuvieron la empatía de dejar que otras razas conviviesen allí y les pagasen impuestos, es raro que los elfos permitiesen algo así en sus tierras. Seguramente el día que el rey y la reina lo decidieron no estarían sobrios. Últimamente se había fijado en un licántropo que acostumbraba a ver. Tenía los cabellos blancos como la nieve y orejas de oso, no habia duda, un licantropo, un asqueroso ladrón. Elrond le prestaba mucha atención para así poder atraparlo el día que robe un mercadillo.Una noche de otoño Elrond iba patrullando en su ciervo favorito, Eivor, el cual emitía una bella y tenue luz que le ayudaba a ver por la noche. En un callejón vio una sombra asomarse, claramente lo estaba mirando. El Elfo sacó sus dagas y bajo de su montura, la cual dejó que las enredaderas lo enterrasen en el suelo para luego desaparecer. Se acerco al callejon daga en mano. Que sorpresa, ese licantropo. Seguro que estaba robando, puesto que estaba encapuchado y en un callejon, ¿que más estaría haciendo?
- Déjate ver, quítate esa capa, ordenes del ejército. - Dijo el guardia apuntando al licantropo con la daga, cualquier minimo movimiento lo llevaría a la muerte.
Para sorpresa de Elrond, no tuvo que usar la fuerza, el chico se quito la capucha y dejó ver su palido rostro, con algunas heridas.
Elrond lo arresto y lo llevó a una celda, al fondo del pasillo, para que nadie los viese.
- Mi nombre es Ryan, Ryan Miller. - dijo el licantropo, el cual posiblemente moriria minutos, si no es segundos, después.
Elrond lo miro de arriba a abajo, para ser un licantropo hombre tenia bonitos rasgos, le recordaba a un Elfo del Bosque.
- ¿Que hacías en ese callejon con esas heridas? ¿Que robaste? - Contestó el mayor lo mas fríamente que pudo.
- Unos Elfos me estaban persiguiendo. Y no robe nada, fue por ser un licantropo, seguramente. -
Ryan no sabía muy bien si debería decir eso o no.
- aja -
Elrond asintió. Apunto unas cosas en un pergamino, levanto la vista para mirarlo a los ojos y dejo salir una muy pequeña sonrisa.
- Mi nombre es... Elrond-
Contestó.
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*•.What About Him?.•*
Misterio / Suspenso"Los Educados, Delicados, Ágiles y Rectos Altos elfos no son de fiar." -Contaban los licántropos a sus hijos en su guarida. "El bosque blanco de los Altos Mandos alberga muchos de esos traicioneros"- Elrond era la clara representación de un traicion...