PRÓLOGO

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Todo empezó con una beca que obtuve a la hora de realizar mis estudios. Sí, se trata de Nueva York. ¿Quién lo iba a imaginar? El sueño de toda persona, menos el mío, claro.

Siempre quise independizarme, vivir sola, por mi cuenta, sin tener a mis padres encima echándome la chapa una y otra vez, y adivinen que...

― ¿Ángela, tienes todo listo? ― preguntó mi madre por enésima vez y acabo suspirando agotada.

― Que si, mamá. ― dije cepillando mi pelo frente al espejo que tenía en mi cuarto.

Mi nombre es Ángela Rodríguez Casanova, tengo veinte años y estudio derecho. Empecé a estudiar aquí en la universidad de Barcelona por dos años, hasta que me dieron una beca increíble, estudiar en la universidad de Columbia, sigo sin creérmelo, pero sí...

No me gusta tener que alejarme de mis amigos, de la ciudad, de mi familia, pero será una gran aventura para mi, y más porque lo viviré con mi mejor amiga, Brigitte.

― ¿Seguro lo tienes todo listo? ― preguntó la mujer que me dio vida y la verdad es que ya me está cansando.

― Mamá llevo todo. ― dije de forma seria y agotada.

― ¿Condones también? ― sonrío ella de lado.

― ¡Mamá! ― chillé cabreada ya que sabe perfectamente que no me junto con ningún hombre.

― Es por si acaso. ― susurró y fruncí el ceño asqueada. ― Hija mía, ya va siendo hora de que superes a Raúl. ― suspiré cansada de todo.

― Mamá, no voy a Estados Unidos a ligarme a nadie. ― dije seria.

― ¿Y por qué no? ― sonríe de lado. ― Imagínate tú y un americano juntos y... ― le tiro una almohada en la cara antes que pueda acabar la frase y luego se echa a reír a carcajadas. 

― Voy a estudiar, no a conocer hombres. ― dije seria metiendo mi libro favorito dentro de la maleta.

― Siempre los estudios, hija mía, tienes que salir a conocer el mundo. ― dijo mi madre cruzándose de brazos, observándome con sus ojos celestes, que por cierto, yo no los obtuve, los míos son marrón caca.

― Mamá, no quiero conocer a nadie. ― dije agarrando mi chaqueta negra de cuero. ― ¿No ves que todo el mundo se está yendo a la mierda?

 ― Siempre habrá alguien que valga la pena, pero si te cierras, nunca lo conocerás. ― dijo ayudándome a acomodarme la chaqueta.

― Para mi nadie vale la pena. ― le respondí agarrando mi maleta y bajándola por las escaleras.

― Que madrugadora andamos. ― dijo mi padre al verme bajar las escaleras, desde la cocina con su taza de café en la mano.

 ― Te recuerdo que tu única hija va a desaparecer de la casa. ― contesté agarrando mi iPhone y metiéndolo en el bolsillo.

― ¿Me vas a dejar solo con tres monstruos en casa? ― dijo asustado mi padre y mi madre le miró seriamente. ―  Ah, me olvidé de la ogresa.  

― ¡Fernando! ― chilló ella y yo suspiré tomándome mi zumo de naranja de un solo trago y preparándome para irme.

― Brigitte vendrá a recogerme. ― les dije. ― Así que hora de despedirse famili... ― empezaron a escucharse gritos por las escaleras desde el piso de arriba y ruido que parecía que un terremoto estaba apunto de llegar a nuestras vidas.

― ¡Maldita cabrona! ― chilló mi hermano Alex. ― Te vas a Estados Unidos.

― A la ciudad de Spider-Man. ― dijo Roberto.

My Shadow (Spanish Versión) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora