«Cuando las cámaras se apagan, él ya no vuelve a ser el mismo».
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Estar en la cima y arriesgarse a tomar decisiones equivocadas tiene sus consecuencias. Y caer en la arrogancia, las debilidades del ego y la subestimación puede llevarte hasta lo má...
«Tan hermosa y delicada como rosa, pero con espinas envenenadas que la hacían peligrosa».
Aquellas palabras me parecían perfectas para describir a Jade Echeverría. Su rostro angelical y mirada tan azul como el mar eran capaces de engañar a cualquiera.
Y así como podía arrastrarte al mismísimo infierno sin darte cuenta, solo los afortunados lograban ascender con ella al cielo y disfrutar del paraíso.
jadecheverrialju
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jadecheverrialju Hi!
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Ibrahimvedu ¿De cuantas terapias estamos hablando? Ibrahimvedu No me mires así porque me estremesco. Ibrahimvedu A mi me gustan mucho de esas😍
Jadecheverrialju @ibrahimvedu ¿No y que no soy tu tipo🤨?
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Sonreí al ver que respondió a mi comentario, al aparecer estaba de humor. Temí que todo se descontrolara por mis fans, pero al menos solo vi personas asegurando que ella era «el tipo de chica ideal de todos».
Lo decían por su físico, era lo unico que conocían de ella. Su forma de ser dejaba mucho que desear. Aunque no iba a negar que me parecía preciosa.
Lucia hablaba maravillas de ella, pero no entendía como siguió siendo su amiga después de que le dio la espalda. ¡Era imperdonable! O yo era muy rencoroso. Solía planear como desquitarme de las personas luego de decirles hasta el mal del que se iban a morir.
—¡Primoo!
El grito a la lejanía me hizo alzar la mirada. El yate se aproximaba a toda velocidad y mi primo Kevin saludaba agitando su camiseta en el aire. Claramente estaba ebrio, sobrio solo me saludaba para pedirme prestado.
Esperé pacientemente que llegaran a la orilla par acercarme. De haberlos acompañad, lo más seguro es que hubiese terminado igual que él, pero tenía otras cosas de las que encargarme.
—¿Que les pasó? Se ven horribles.
—Cállate, tú siempre te ves horrible y nadie te dice nada —me responde Axel, que se peinaba con los dedos.
—Regresamos agresivos por lo que veo.
Kevin estaba rojo por el sol, llevaba sus rizos alborotados y se balanceaba como hoja incapaz de dar pasos en línea recta. En una mano sostenía una pequeña corneta en donde sonaba una canción de vallenato.
