¿Y si la historia hubiera sido diferente?
¿Y si Dazai se quedaba en la port mafia?
¿Y si el que escapa de la mafia fuese Chuuya?.
✨🖤✨
-Demonio prodigio.-comento mirando hacia la entrada-.¿Hace cuánto no nos vemos?.-pregunto con una sonrisa el pelir...
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Estaba parado en medio de la oscuridad observando a todos lados atento, buscaba algo que le indicara en donde estaba, pero no podía ver literalmente nada.
Se arriesgo a caminar un par de pasos ciegos, y desconfiados. No era estúpido, estuvo en la mafia y siempre que pasaba por situaciones similares, así que jamás se confiaba.
Era mejor tener cuidado y buscar alguna ruta de escape. Observaba a su alrededor a medida que caminaba hasta que el sonido de un disparo lo provocó agacharse y mirar detrás de el.
-—ODASAKU!—aquel grito desgarrador lo tomo por sorpresa, reconoció aquella voz, la reconocería aún si pasarán mil años. Se levantó a toda prisa y corrió hasta donde provenía aquel grito. A medida que corría parecía que aquel grito se hacía cada vez más y más lejano. Se estaba empezando a desesperar por aquel grito que no paraba y ahora parecía que se lo gritaban directamente en el oido.
Callo de rodillas en medio de la oscuridad llevando sus manos hasta sus oídos queriendo dejar de oir ese grito que le causaba tanto daño y lo llevaba a aquella noche que todo cambio.
—¡Por favor!, ¡Lo siento!.—gritaba en medio de la oscuridad, arrodillado y apretando sus cabellos rojizos mientras lágrimas de sangre caían de sus ojos.—¡Lo siento!.
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Chuuya despertó un poco agitado, sudado y con lágrimas rodando por sus mejillas, se sentó en su cama y paso su mirada por su cuarto, la cual se detuvo en uno de los muebles que tenía ahí, en el cual había un sombrero negro bastante familiar para el.
—¿Cuánto más van a torturarme esos dos?.—pregunto en voz alta a la nada esperando una respuesta que no llegaría.
Se levantó y camino hasta aquel mueble para tomar el sombrero que solía usar cuando pertenecía a la port mafia.
Observo aquel sombrero que fue la representación de todo el poder que alguna vez tuvo, aquel sombrero era una de las prendas más significativas de su vida. No iba a negar que haber pertenecido a la mafia lo hizo inmensamente feliz en aquellos años, la port mafia le dio una familia, le dio un empleo en que era muy bueno, y le permitió conocer a personas increíbles a través de los años.