Lo que podemos hacer

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Sus pasos hacían eco en el pasillo, era el tercer día que decidía quemar tiempo en su casa para llegar tarde y evitar encontrarse con su novio o con Craig. Era cierto que no lo pensó mucho antes de cometer semejante show, pero en su defensa Craig alteraba su razonamiento.

-Tarde de nuevo, señor Tweak.- Le reprendió Garrison cuando entró al salón.

-Lo siento, mi despertador no suena y no he tenido la oportunidad de comprarme otro.

Esa excusa pareció ser suficiente para el hombre mayor, caminó hasta su lugar sin levantar la vista, una vez que lo hacías seguido ya no pesaba tanto ignorar a las personas. No desvío sus ojos del pizarrón ni del profesor por muy observado que se sintiera, era obvio que se había comportado como un imbécil y no tenía cara para enfrentar a nadie.

-Oye Tweek, ¿No quieres comer con nosotros hoy también?- Le dijo dulcemente Gary, tomando su hombro y sonriéndole. Gary almorzaba con el grupo de Stan y a veces con Douglas; un viejo amigo de el rubio paranoíco

-Claro- La verdad es que lo de Gary no era solo su característica amabilidad, Tweek y él salían de vez en cuando y era la primera persona a la que pensó recurrir, el mormón sabía todo y aún así decidió ayudarlo.

-Deberías hablarle, pedirle disculpas.- Se aventuró a decir Gary una vez estaban lo suficientemente lejos de cualquier otra persona.

-No recuerdo haberte pedido una opinión.- respondió con el ceño fruncido.

-Bien, espero que te diviertas pasando los recesos solo.- dijo para comenzar a alejarse, algo que no logró porque Tweek tomó su brazo antes de que lo dejase solo de verdad.

Oh no. Deja vú.

Debería dejar de hacer eso.

- Perdón, tú más que nadie sabes que no puedo hacerlo.- Era cierto, Tweek ya había pensado en todos y cada uno de los escenarios catastróficos posibles, desde Craig golpeándolo por haberlo besado, hasta una demanda de la familia Tucker por acoso sexual. Lujitos de tener ansiedad.

- Sabes que no puedes pasar de ellos para siempre.- Aunque sus palabras sonarán duras, ambos sabían que lo único que el rubio quería para su amigo era tranquilidad y paz.

- ¿Y si le mando un mensaje? - Sugirió con algo de pena.

- ¿Para escribir durante diez minutos y no enviarle nada? - Twerk chilló con indignación ante las palabras de su amigo y sacó su teléfono, al desbloquearlo Gary le arrebató el dispositivo y corrió a la cafetería mientras escribía algo. El mundo se le vino encima al cafeinómano.

Harrison estaba a punto de enviar el mensaje, cuando chocó con algo.

No.

Con alguien.

~~~

Sería injusto no mencionar que el corazón de Craig estaba loco también, él, siendo un loco por la rutina había roto cada uno de sus horarios, en especial los de sueño. Estaba seguro de que era la primera vez en su vida que sufría insomnio, pero era cierto que todo esto lo estaba superando por mucho, aún no se animaba a hablar con Kenny sobre el desliz de su mejor amigo y cuánto le había gustado. Por supuesto que no podía decirle que cada cierto tiempo el recuerdo llegaba a su cabeza y no podía controlar la necesidad de rozar sus labios con la yema de sus dedos. Había notado que Tweek lo evitaba a él y a Clyde, de verdad se lo agradecía.

Yo te diré || CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora