El Ángel de JunHui - JuNo (3)

Capítulo Final: Para Siempre

–MinGyu, ayúdame, esta gente loca me tiene preso.

Chan le dió un golpe en el abdomen y MinGyu se echó a reír mientras mecía a su hermanita.

–Lo estás torturando Chan, ponlo a barrer aunque sea. No se morirá por eso.

–No. -respondió cortante.

–Bueno, ya dijo el mandamás. -dijo burlón el moreno.

Jun gimió y se hundió en la cama.

–Al menos recuperaste tu piercing de pene, amigo. Lavarte eso es lo más extremo que harás en esta casa.

–Ni eso, Chan me ayuda a bañarme.

–Aww.

–No, no es aww. Necesito moverme o voy a estallar.

–Tengan sexo.

–Dios, MinGyu, tienes a una bebé en los brazos, cuida tu lenguaje.

–Hagan el sin respeto sin engendrar niños, les hace falta y sé que ambos lo quieren.

–Virgen.

–Cállate, papá oso, intento ayudar.

–MinGyu, estamos en casa de mis padres, no podemos hacerlo. -explicó Chan.

–Entonces deja que Jun vaya a caminar aunque sea, el pobre parece un vampiro.

–Él sale a caminar, solo es una reina del drama.

–Dime algo que no sepa.

–¿Hola? ¿Todavía estás ayudándome, MinGyu?

–Nop, ya no, ahora soy team Chan.

Jun se hundió más en la cama.

Jun llevaba tres semanas en casa de los Choi. ChangBin y Félix volvieron a Anyang para manejar el salón.
ChaeYoung se reincorporó y con respecto a Tzuyu. Fue inevitablemente despedida.

Hasta donde JunHui sabía, ChaeYoung llegó a un acuerdo con ella.
Se sentía decepcionada y dolida por la traición de su amiga, entonces le dió dos opciones.
Que ella misma confesara su culpa en el caso de acoso contra Chan y pasara lo que tuviera que pasar.
O que se aleje de ellos, y como se llegaran a topar de nuevo, aunque sea por accidente, sería la propia ChaeYoung quien la denunciara.

Y no han vuelto a ver a la chica desde entonces.

A Chan le daba lastima, Tzuyu no era mala pero cometió un error y estaba pagando por eso.

YunSung sigue encerrado en una celda y Jun contaba los días para poder liberar su frustración con ese patán.

MinSeo empezó a moverse inquieta.

–Creo que la señorita está por hacer un berrinche, ya me voy. Suerte con tus bolas azules, JunHui.

–Te odio.

–Bye bye. -el moreno salió de la habitación.

Chan miró se reojo a JunHui y se sentó en su regazo.
Por costumbre sus manos pararon en la cintura del omega.

–¿Me amas?

–Te amo. ¿Seguiré aquí en cama?

–Jun, siempre sales y caminas, no te tengo amarrado aquí, deja de exagerar.

–¡Pero estoy aburrido! Ya jugué todos los juegos de la Playstore.

–Estoy seguro de que no has jugado ni el 1%.

Jun hizo un puchero.

–Bebé, necesito hacer algo.

Chan suspiró y se sujetó de los hombros de Jun.