Capítulo 5: Con el Viento a Favor

1.8K 101 67
                                    

–Oye, ChangBin, recoge el teléfono, estoy ocupado aquí. -Jun le dijo a su trabajador mientras limpiaba la sangre de la piel del hombre que estaba tatuando.

–Como usted diga, jefe. -ChangBin dejó a un lado la escoba y se aproximó al mostrador.

–¡Lo tengo! -Tzuyu brincó a la mesa y descolgó el teléfono del auricular.– Te gané.

–Jun me ordenó a mi, vuelve a tu estación, dejaste a ese niño con la aguja clavada en el labio y sé lo doloroso que es eso. -le quitó el teléfono y la oyó bufar antes de volver con su cliente.– Dark kINK, ¿en qué podemos ayudarle?... Oh... Ooh... -ChangBin esbozó una sonrisa malvada.– Dalo por hecho amiguito, él está ocupado ahora, no lo va a notar.

Jun alzó la cabeza y miró tras su hombro.

–¿Quién es?

–El hermano de Chae. Chae se llevó algo suyo y va a venir a buscarlo. La pequeña está ocupada con la espalda de esa mujer y tiene los audífonos con volumen alto, no lo oirá.

JunHui elevó una ceja y lo miró de arriba abajo.

–Bueno. -encendió su máquina de nuevo y volvió a su trabajo.

ChangBin regresó al teléfono.

–Tranqui, bro, todo bien. Nos vemos aquí. -el alfa colgó la llamada, volvió campante a su sitio anterior para recoger la escoba.

MinGyu estaba en la caja ese día, y estaba algo aburrido. Le hizo señas a ChangBin y este se acercó con escoba en mano.

Cuenta el chisme.

–Bueno, verás...

Mientras ellos cotilleaban, Félix entró con el almuerzo de todos.

–Hello, bitches, regresé. Había descuento en el restaurante de la abuela de ChaeYoung, no hay nada más delicioso que su estofado de ternera.

Los cuatro hombres, y Tzuyu porque ChaeYoung no los oía, gimieron ante la mención de la deliciosa comida.

–Voy por un plato extra.

–¿Plato extra? ¿Por qué? -le preguntó Félix a su novio.

–Ya verás, pollito. -le guiñó el ojo y corrió (con su escoba) hacia los cajones que tenían bien ocultos por ahí. Trabajaban turno corrido, debían comer ahí.

–Parece una bruja con esa escoba a todos lados. -se rió Tzuyu.

–No se lo digas, pero también lo pensé. -concordó Félix dejando todo sobre el mostrador de MinGyu.

–Oye, si no vas a pagar algún servicio con eso sácalo de aquí. Después llegan los de sanidad y nos demandan. ¡ChangBin, trae una cucharilla extra también!

–Agh, que fastidio. -cargó las bolsas y las llevó a la otra mesa cerca del teléfono.– ¿Qué onda con todo extra? ¿Viene alguien? ¿MinGyu, acaso dejaste de ser virgen?

El moreno puso los ojos en blanco.

–Eso no es asunto tuyo.

–Traducción: aún no ha usado la herramienta. -dijo Tzuyu.

–Te vas a oxidar si no sacas esa herramienta de vez en cuando, amigo, aunque sea para darle un buen apretón. -rió con sorna el australiano.

–Hay clientes aquí. Vayanse a la...

La puerta se abrió con cuidado. MinGyu se paró erguido y Félix miró a la curiosa criatura que entraba al local.

–¡Hola! Bienvenido, ¿primera vez, cierto? No te preocupes, estás en buenas manos, soy Félix. -estrechó su mano.– Tranquilo, no tiene sangre. Al menos no aún.

El Ángel de JunHui - JuNo (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora