El Ángel de JunHui - JuNo (3)

Capitulo 2: El Reconocimiento de los Enamorados

Jun entró en la habitación con una sonrisa en el rostro. Dejó las compras sobre la mesa y cuando se dió la vuelta encontró a MinGyu viendolo raro.

–JunHui, ¿estás bien?

–Claro que si. Traje comida, ¿tienes hambre?

–Si, pero luces raro.

–¿Raro? Soy el mismo.

–Estás sonriendo como idiota, nunca sonríes como idiota. Bueno, a veces, pero esta vez es una sonrisa idiota distinta. ¿Qué pasó?

–Me perdí de camino aquí.

–¿Y eso te hace feliz?

–No. Un omega me ayudó. Era muy lindo, me dió un recorrido por la zona. Es gracioso, intercambiamos números.

–¿Planeas verlo otra vez? No estaremos mucho tiempo aquí, hyung. Y nunca te han interesado las relaciones, dices que no tienes tiempo y a mí no me engañas, sigues sintiendo algo por Chan.

–Planeo verlo otra vez. Me cayó muy bien y es cierto, no busco una relación, probablemente él tampoco, se me acercó por insistencia de su amigo. Solo quiero invitarlo a comer, no le voy a proponer matrimonio. Y con respecto a Chan... Él aún tiene un pedazo de mi corazón. -dijo con un suspiro.

–Hmm, bueno, ya que trajiste comida, vamos a comer, tengo mucha hambre.

–La siguiente vez tu irás a comprar, estoy cansado.

–Está bien, tengo mejor sentido para la orientación que tú.

–No busques que te golpee, Kim.

Ambos alfas abrieron la bolsa y sacaron dos envases con pollo frito.

–Delicioso, Jun, te amo.

–Eww.

–¿Cómo que "EWW"? Ve a lavarte las manos antes de comer, vienes de la calle y seguro te agarraste las bolas.

Jun rodó los ojos, se fue caminando al fregadero de la cocina, y mientras lavaba sus manos pensó en Dino.

¿Habrá llegado a su casa?

No quería parecer desesperado, pero le escribiría en una hora, talvez. Solo para saludar y saber si llegó a salvo. Eso no lo haría ver como un acosador, ¿cierto?
Era normal, pura cortesía, y tenía esperanza de establecer una conversación y de paso invitarlo a comer... ¿El domingo? Si, estaría bien, le dejaría comida a MinGyu y saldría con Dino, si es que aceptaba.

Jun no se reconocía a si mismo. MinGyu tenía razón, estaba raro.

Aunque un omega guapo se le cruzara por en medio no le prestaba la mínima atención. O incluso si le hablaban. Claro, oía lo que decían pero no le daba importancia.
Se cerró a la idea de una relación romántica porque no estaba interesado en nadie, no le gustaba y a su lobo tampoco. Es como si se guardara para la persona indicada, y cuando pensaba en quién sería esa persona, lo primero que llegaba a su mente era Chan. Lo admitía, cuando se fue de la manada tenía sentimientos más allá de la amistad por su joven amigo, pero no lo admitía en voz alta por lo raro que sonaría y porque Chan era un niño.
A veces se sintió abrumado por sentir un amor distinto hacia él, pero mientras pudiera seguir jugando, bailando y riendo a su lado, todo estaría bien, no era necesario que alguien comprendiera lo que sentía o que Chan supiera la verdad. Eran auténticos juntos y sus lobos se sentían a gusto, conectados, nada más era más importante que estar juntos.

Sin embargo, con Dino sus defensas cayeron, todo se sintió bien, natural, correcto.
Chan seguía en su mente, pero ahora también el omega que conoció hace menos de una hora.