Nikola es una persona feliz, aunque no tenía un buen entendimiento social, siempre trataba de recordar cualquier detalle con respecto a los gustos de sus compañeros y amigos. Como la comida favorita de Jack, su té favorito y su disgusto por el café, las melodías favoritas de Gondull que siempre se aseguraba de reproducir cada vez que lo acompañaba en su laboratorio o incluso las escapadas de Qin al inframundo para ayudar a Hades con su trabajo. El propio Nikola había construido un robot que aligerara la carga de trabajo del rey del inframundo, eso les daba más tiempo a Qin y Hades para conocerse, porque nunca fue un secreto el interés del emperador Chino por Hades.
A Nikola le gustaba ayudar, para eso nació, porque el amor se trata de dar y Nikola amaba el descubrimiento, amaba la verdad y el conocer las maravillas del todo, pero también amaba lo que solo su madre le dio en vida: amor.
Sabía que ahora es amado. Amado por la constante compañía y apoyo de Gondull, por las sagradas horas del té junto a Jack, por el cuidado de Adam y Eva que lo hacían recordar al de su madre, por las sonrisas cómplices de Qin, pero sobre todo por las charlas a altas horas de la madrugada con Beelzebub, las flores y regalos, junto a la extraña mirada en el rostro del demonio, cómo Beelzebub le tomaba de la mano o la cintura con tanta adoración que llegaba a ser abrumador para Nikola, la delicadeza con la que lo besaba y como se aseguraba de su comodidad en todo momento.
Sí le dieran a elegir volver a pasar por todo cuando estaba con vida, lo haría sin dudarlo, porque el resultado final después del Ragnarok valió totalmente la pena.
Nikola es feliz, pero a veces, esa sensación horrible que se intensificó después de la muerte de su madre se hacía más fuerte y constante, incluso cuando tenía tanto amor a su alrededor. Esa cosa horrible lo dejaba sin ganas de levantarse, de ocultarse del mundo y no volver, porque pese a su amor por la ciencia y el progreso, se arrepintió de dedicarse a eso en los últimos instantes de vida, sin embargo el pasado se dejó atrás, por eso, cuando el recuerdo de las burlas y humillaciones lo hacían detener cualquier proyecto, siempre sonreía y se recordaba el amor que tenía ahora.
—¿Nikola? —Beelzebub lo sacó de su ensoñación, sus labios en una línea recta y la expresión preocupada del demonio le hizo darse cuenta de su pequeño desliz.
El científico volvió a sonreír de la misma manera, realmente apenado por dejar a esa horrible sensación tomar el control por un momento.
Nikola amaba a Beelzebub (el aumento de dopamina y serotonina cada vez que lo veía es prueba de ello), por eso le daría la mejor versión de sí mismo, la versión de su juventud, del alegre y apasionado joven participante del Ragnarok, porque Beelzebub amaba esa versión de Nikola y él con gusto se la daría.
Porque de eso se trata el amor.
No le importaba ocultar en las profundidades de su corazón esa sensación horrible, aún cuando parecía cada vez más grande y apretaba su pecho dolorosamente, desesperada por salir a flote y arruinar su amada felicidad.
Nikola es una persona feliz, no permitiría que nadie lo arruine, ni siquiera él mismo.
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Mi primer drabble publicado de esta pareja. Desgraciadamente las actualizaciones serán lentas, debido a que me enfocaré en mis otros fics, pero trataré de actualizar lo antes posible.
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Entre luz y oscuridad.
FanfictionSerie de drabbles y one-shots. Centrado en la pareja Beelzebub y Nikola.