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Las madrugadas son tenebrosas en un lugar algo abandonado y en medio del bosque. ¿Preferirían quedarse a dormir en medio de la nada o en una habitación en ésta misma, en pleno Halloween?

Han, en definitiva estaba inquieto. No podía conciliar el sueño, apesar de estar agotado, algo en su interior no lo dejaba relajarse completamente. Su frente empezó a sudar, sus cabellos pegados en sus ojos, que a menudo tenía que despegarlos para poder ver. A su lado, estaban los menores, los cuales se mantenían absolutamente dormidos, miraba con curiosidad el interior oscuro. Quiso por meras ganas ir a investigar, con cuidado salió de su pequeño lugar, los más jóvenes le habían reducido el espacio, así que con tal de no despertarlos, se salió con cautela. Dirigiéndose lejos del resto.

- ¿Sung? ¿A dónde vas? - El australiano asomó su cabeza entre las sábanas.

- Eh, sólo iba a... - Analizó el hecho de que no podía escabullirse solo, porque estaba en vigilancia todavía, por lo sucedido anteriormente. Contando que Lee, se ofrecería a acompañarle, pero Felix le tiene miedo a la oscuridad. - No, a ningún lugar. Duerme.

Asintió y se recostó de nuevo en su lugar, entre Hyunjin y Changbin.

Tomaron sus lugares y se dispusieron a intentar dormir, cosa que consiguieron afortunadamente.

El de hoyuelos se removió pues el sueño no quería atraparlo, se fijó en que sus amigos estuvieran cómodos y calientes, colocó mejor la almohada del bajito de su lado, quien se limitó a gemir cuando lo movieron pensando que le habían quitado su almohada y cuando la sintió de regreso se dispuso a agarrarla con sus manos abajo de la funda. El pelimorado estaba perfectamente bien, así que tan solo recorrió un poco más arriba de sus brazos su sábana para evitar el frío. Después de eso, se paró y salió del cuarto, no sin antes observar a los demás, resguardando que todo estuviera bien.

Como era de esperarse, se veía increíblemente tenebroso, pero Chris, necesitaba caminar algo. Sus pasos no se alejaron demasiado, debía cuidar a sus amigos, pues estaban solos. Sabía que toda el área era sumamente cuidada por una buena seguridad, aún así, podía escaparse algún animal salvaje o persona y no podía darse lujo de confiarse. Priorizaba estar preparado ante cualquier situación con tal de que sus amigos estuvieran a salvo.

Perdido en sus pensamientos, se escucharon unos ruidos no muy alejado de donde se ubicaba, sus ojos no podían ver sino solamente pura oscuridad, así que, fue guiado de sus oídos únicamente para llegar al proveniente del ruido.

- ¿Uhm, Chris? - El pelinegro abrió levemente sus párpados, pues el nombrado, estaba parado sin hacer nada. - ¿Por qué estás parado?

Sin decir nada se deslizó entre la sábana que estaba cubriéndolo, sus manos fueron colocadas en su abdomen, y ejerció reducida fuerza, para finalmente colocarlas en su cintura, como un cinturón, poniendo su pecho encima de él, y recargó su cabeza en su pecho, para lentamente subirse hasta cerca de su rostro.

- Nada, he salido. No me hagas caso. - Susurró suavemente y su nariz buscó su cuello para descansar. - Vamos a dormir.

Seo no se opuso, simplemente se dejó, así que con el líder abrazándolo de esa manera, se quedó quieto suspirando para luego volver a dormir, poniendo sus brazos extendidos y habituarlos alrededor de la espalda ancha sobre de él.

El amanecer llegó, los ocho amigos se iniciaban a despertar del mundo de los sueños. Con pereza se levantaban de sus sitios y el frío no había sido tan terrible, porque habían estado prácticamente pegados, como pollitos buscando calor entre ellos.

El australiano se encontraba llamando, pues había un móvil en el cuarto, que vió oportuno utilizar. Sin embargo, no atendía nadie, desde muy temprano había intentando pero aún no conseguía respuesta. Los demás por su parte, estaban ansiosos por una respuesta de parte de la línea.

走向光明 //  No vayas a la luz!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora