Here's Your Perfect (Traducción)

*❁ Capítulo I ❁*

Un vistazo a los varios rubores apilados uno encima del otro en su tocador, y Harry inmediatamente elige el segundo de arriba, el color ya memorizado. Podría haber optado por un rubor con un tono púrpura, algo que está más de moda últimamente con los omegas en su academia, pero Harry siempre tiene una debilidad por el rubor rosa perlado. Es el mismo color que usó el día que sus padres lo llevaron a su primer día en la academia, y Harry cree que es apropiado usar el mismo tono para su último evento antes de la graduación.

Tomando la brocha esponjosa que descartó hace unos segundos sobre la mesa, Harry lo sumerge en el rubor antes de pasar la brocha por sus mejillas. El color se deposita perfectamente en la manzana de sus mejillas e incluso sin sonrojarse, sus mejillas tienen un bonito color rosa. Antes de que Harry pueda volver a colocar la brocha donde corresponde, un fuerte golpe contra la puerta de su habitación lo hace ponerse de pie. Ya tiene una idea de quién puede ser.

Él abre la puerta a una Sarah que parece muy frenética, sus ojos oscuros muy abiertos por el pánico. "¡Oh bien, ya terminaste!" exclama, el alivio inundando su expresión. "¿Puedes ayudarme?" pregunta, empujando una caja de terciopelo rojo en las manos de Harry y girando sobre sus talones, tirando de su cabello oscuro y lacio hacia un lado de su hombro antes de que Harry pueda siquiera responder a su pregunta.

Harry se ríe. Sus habitaciones han estado una frente a la otra desde que Harry ha estado inscrito aquí y cada vez que tienen un evento, Sarah se las arregla para llegar tarde y entrar en pánico durante toda su forma de prepararse sin perder una oportunidad, lo que provocó que golpeara al azar puertas de personas que viven en su pasillo.

"¿Es este el regalo del que hablaste? ¿El que enviaron tus padres?" Harry pregunta, conversando un poco con la esperanza de que Sarah deje de entrar en pánico mientras abre la caja de terciopelo en la mano. Es un collar de cadena de oro con un elegante colgante de corazón, el diamante solitario en el medio brilla bajo la luz brillante de su pasillo. Extrayendo con cuidado el collar de la caja, Harry lo asegura bajo sus brazos mientras desabrocha el broche.

"Sí. Acabo de recibirlo por correo hace dos días", responde Sarah, sosteniendo el colgante en su pecho, indicando su longitud preferida y Harry hace clic en el broche. "¿Crees que se ve bien?" pregunta, girando su frente hacia Harry con sus cejas fruncidas.

"Se ve encantador, cariño", complementa Harry, hoyuelos profundos en sus mejillas. A pesar de lo mucho que se preocupa Sarah, siempre luce deslumbrante sin esfuerzo, especialmente en el día informal con sus jeans rasgados y blusas recortadas combinadas con una chaqueta de mezclilla de gran tamaño. Harry nunca sería capaz de lucir ese tipo de ropa. Cualquiera que sea el alfa al que Sarah sea asignada tendrá suerte.

Sarah suspira aliviada. Su surco desaparece lentamente antes de que jale a Harry en un fuerte abrazo. "Sólo lo creeré porque viene de ti. Gracias," dice efusivamente, besando fingidamente el aire junto al cabello de Harry para no arruinar el maquillaje cuidadosamente aplicado por Harry.

Harry se aparta primero, cepillando la punta del cabello de Sarah con sus dedos mientras coloca varios mechones sobre su hombro, complementando la apariencia del relicario contra su pecho. Haciendo un gesto hacia la puerta de la habitación de Sarah, insta: "Ve y prepárate. No querrás llegar tarde".

"¡Nos vemos!" dice Sarah, saludando con la mano a Harry antes de desaparecer detrás de la puerta de su habitación.

Harry niega con la cabeza, riendo para sí mismo sobre las payasadas de Sarah. Cuando se muden de la academia, seguramente Harry la extrañará. Recostándose en la silla de su tocador, Harry escoge el iluminador más sutil que tiene en su colección, uno que no cegará a ningún invitado en la fiesta de esta noche, pero lo suficiente como para hacerlo notar si alguien está prestando atención.