Las cosas ya no son como antes

3.7K 211 13
                                    

- Todo depende de ti, amigo. - aunque estuviera a espaldas de Klaus, juraría que estaba sonriendo maliciosamente con cada palabra que salía de su boca. - Apaga tu humanidad o despídete de Alexia.

- No lo hagas...- pedí dificultosamente.

Stefan se quedó inmóvil. Primero fijó su vista en donde estaba Elena, y le dedicó una mirada de disculpas. Como si estuviera adelantando lo que iba a hacer. Y luego me miró a mí. Sus ojos verdosos me miraban con dolor. Le dolía verme así y sabía que estaba meditando lo que Klaus dijo.

- Stefan, no. - negué con la cabeza, pero el negó con la suya también.

- No dejaré que nada te pase si puedo evitarlo. - Fue lo último que dijo antes de cerrar los ojos. Pasaron unos segundos y los abrió. La mirada de tristeza que tenía, ya no estaba. Ahora en su lugar, había una mirada vacía y oscura.

- Así me gusta...- pronunció con orgullo el híbrido. Al ver que había cumplido con el trato, sacó su mano de la herida, pero no sacó la madera.

- ¡¿Qué le hiciste?! - grité al ver la cara que ahora tenía Stefan.

- Lo liberé. - mencionó con un tono oscuro. - Ahora aliméntate de Elena, destripador.

- Ste...- pero todo se tornó negro. O había muerto momentáneamente o la madera había atravesado mi corazón.

+++

(...POV Damon...)

Genial, simplemente genial. Ahora todo nuestro plan para matar a Klaus dependía de la ex novia del pequeño Gilbert.

No confiaba en Anna. No sólo por ser una adolescente, sino por ser hija de Pearl. La misma que me mintió acerca sobre Katherine. Pero en estos momentos, Katherine Pierce no podía formar un nuevo problema en mi vida. Ya tengo demasiados.

Encontrar el arma que destruya al Klaus y recuperar a mi hermano, encabezaban mi lista. Pero el más urgente en estos momentos era salvar a Elena. Estaba en el hospital según me dijo Bonnie en su llamada, y ahí es donde me dirigía en estos momentos.

Alexia ya no sería un problema. Debía olvidarla; me lo dejó muy en claro. No pensaba perder mi orgullo una vez más y suplicarle que vuelva a mí, no más.

"Un clavo saca a otro clavo"

Y eso era lo que estaba haciendo exactamente. Mi hermano estaba desaparecido indefinidamente, y Elena buscó consuelo en mí y yo sólo tomé la oportunidad.

Quería mucho a Alexia, y la sigo queriendo. Pero ya sufrí mucho por chicas en el pasado, y aceptar que esto me dolía más que toda mi fallida vida amorosa junta, ya era demasiado. Debía seguir adelante.

+++

Llegué al hospital de Mystic Falls tras una hora de viaje y aparqué el auto el uno de los varios aparcamientos vacíos del lugar. Bajé rápidamente del auto y me dirigí a paso rápido hacia cierta camioneta negra cuya puerta trasera estaba abierta y si mi vista no fallaba, había un cuerpo tirado. Pero eso no era todo, Klaus estaba fuera del vehículo y se percató de mi presencia.

- Vaya, pero si es el mayor de los Salvatore...- finjió cierta alegría en su voz.

- ¿Dónde está Elena? - pregunté sin rodeos.

- Bueno, la señorita Gilbert está haciendo un muy preciado donativo de sangre a la causa. - sonrió el muy desgraciado.

Intenté apartarlo para poder entra al hospital, pero este me lo impidió instantáneamente.

- Apártate...- amenacé. Pero Klaus me atacó y aventó contra la capota de la camioneta. Estaba confundido por el impacto, y este lo aprovechó para volver junto con una estaca de madera y presionarla contra mi pecho.

Amor con Colmillos © - 2da TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora