CAPITULO 1

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"Estoy bien "es una frase muy recurrente en la cual todos la tenemos en automático, en parte creo que se el porqué.

Para nuestros seres queridos es para no preocuparlos.

Para los que no nos caen bien es para no demostrar debilidad.

¿Pero cuando nos lo decimos a nosotros mismos? yo pienso que es para intentar ser fuertes, para no caer a un lugar al que no te vas a poder levantar.

Llevo ya casi un año viviendo en Cambridge independientemente y estudio en Harvard Psicología y Negocios.

En mi familia soy la señorita perfecta, la persona perfecta que nunca hace nada malo, nadie en mi familia cercana a terminado ni la prepa, ni se diga la universidad.

Pero ¿si soy tan perfecta porque estoy tan "rota"? ¿cómo se supone que voy a ayudar a alguien con sus problemas si ni siquiera yo puedo con los míos?

Liliana me estas escuchando? -me cuestiono mi novio, pero por alguna razón su voz sonaba tan lejana hasta que me pude enfocar en sus palabras -

Si cariño -la verdad es que no, y hace tiempo que ya estoy harta de las escenas de celos estúpidos que me arma -.

¿Y qué opinas? -no sé de qué carajos me está hablando, pero decido decir que si -.

¿claro que si...? -digo esperando un reclamo de su parte lo cual ya suele ser habitual en nuestra relación -.

De terminar la relación -el mundo se me ha paralizado, fue como si todo fuera en cámara lenta-.

¿Qué? -digo esperando que esto sea una broma, una que llevaba mucho tiempo esperando escuchar -.

Liliana por una vez en tu puta vida puedes dejar de ser tan idiota -me toma tan fuerte del mentón que sé que me va a dejar una marca durante varios días -.

No sé qué decir -digo ya con un nudo en la garganta, el agarre en la mandíbula no deja de esta presente, pero para hace muchas peleas que dejo de dolerme como las primeras veces, ahora solo es como un ligera sensación -.

Liliana solo fuiste un juego, y tu caíste en esto tan fácil, porque estas tan necesitada por amor que a la más mínima muestra de amor te fías de cualquier persona que te la de -eso dolió más que cualquiera de los golpes –.

Jodete Andrew, jodete tú y toda tu maldita familia de hipócritas, y te largas de mi departamento, porque incluso el maldito lugar donde duermes lo pago yo porque eres un maldito mantenido y ni vengas por tus cosas que al rato las voy a convertir en leña -le digo soltándome de su agarre, fingiendo que no me duele como la mierda, intentando no caer frente a el -.

¿Crees que tus mandas Liliana? -dice el con esa sonrisa que me da escalofríos -.

Lo siguiente que siento es un tacto tan peculiar, y solo sé que por más que ruegue no se detendrá, la ropa comienza a desaparecer poco a poco y sé que resistirme no me va a servir hace demasiado tiempo que ninguno de mis intentos había funcionado.

Después de unos minutos los cuales se sintieron eternos el salió del departamento, en este punto no sé qué me duele más, si haber sido tan idiota como para confiar en él o haber perdido la persona que yo era entes de sus maltratos y todas sus... duele hasta pensar en eso.

Mañana llega mi papa y mi madrastra y no sé cómo voy a poder levantarme de la cama y hacer como si nada hubiera pasado, como si todo estuviera bien, ahora mismo solo pienso en no derrumbarme en las 2 semanas en las que se quedaran en mi departamento.

Lucho por mantenerme de pie en la ducha todo el cuerpo me duele como la mierda, tantos golpes me están pasando las facturas, a la mañana siguiente después del colegio tengo que ir a recoger a mi papa y madrastra a el aeropuerto, me tendré que poner mucho maquillaje si quiero que nadie se dé cuenta de lo que pasa.

UN AMOR EN DO MENORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora