✓ 𝗜 ♡ Infidelidad ( 𝗁𝗒𝗎𝗇𝗅𝗂𝗑 )

ㅤׁ✧𓂃 22

―Intento resolver toda esta mierda de forma civilizada, Bangchan, ―pronunció su nombre con firmeza, remarcando cada letra. ―Reconozco que tienes algo de razón, lo más importante es actuar con honestidad, ¿No creés?―señaló acusativo.

Bangchan gruño, a este punto parecía que su lobo tenía posesión de sus acciones y pensamientos, asustando a Felix, quien ya tenía un refugio improvisado en su mente.

―¿Cómo llegaste a mi casa? Jeongin te trajo ¿Verdad? ―consultó, distanciándose de él.

―No, ni siquiera sabe que lo venía siguiendo. Fue idea mía. ―avanzó lento, mirando al más bajo. ―Quieto omega.

Felix se paralizó al oír su voz de mando, la odiaba, aborrecía la voz de mando en cualquier alfa. Por eso le había hecho prometer que nunca la usaría.

"Nunca la uses en mi, a menos que debas detenerme de hacer una locura ¿Prometido?"

Ese pensamiento, y la voz de su ex esposo prometiendo llegaron a su mente. Negó, moviendo la cabeza de un lado al otro, en pánico. Sus pies rechazaban cualquier orden de su cerebro.

―Alfa... ―Felix utilizó su voz de llamado.

Bangchan, mejor dicho, el alfa interior no sintió el llamado, ignoro la voz débil del lobo opuesto.

―Bangchan... Bangchanie, no escuches al lobo, escúchame a mi...P-Por favor... ―suplicó.

De tanto pánico sintió sus pies adheridos al piso.

Los ojos amarillentos retrocedieron por un instante. Dando paso a las orbes oscuras del ser humano.

―Felix, p-perdoname, no quise asustarte mi amor. ―su voz resonó con normalidad, aunque algo aterrado claro.

―Tranquilo, ya...ya pasó. ―El corazón del omega palpitaba a mil por hora.

Para su fortuna la puerta estaba sin llave, razón por la que Hyunjin ingresó rápido al departamento. Observando al rededor, hasta encontrar al omega hecho una bola de nervios y el alfa de pie agitado.

―Felix... ¿Estas bien? ―por instinto corrió a su lado, el lobo le ordenaba con desesperación acudir al llamado de su omega.

―¡No lo toques!, ―Bang intervino, colocando su cuerpo entre el omega y el pelinegro.

―Eres tu el que no debe tocarlo, ―Hyunjin dejo ver a su lobo, orbes verdes y brillosas miraron con hartazgo al otro lobo, pecheando su cuerpo, empujándolo. ― No debes tocarlo, ni mirarlo, ni siquiera respirar su mismo aire, te quiero muy lejos de MI omega.

Ordenó en voz de mando, los gruñidos arruinaron el ambiente. Dos lobos hambrientos querían batirse a duelo por el omega.  

Felix no era amante de los conflictos para nada, estas situaciones solo lo estresan más de lo debido. Tenia la costumbre de alejarse cada que sentía algún enojo, más ahora los dos alfas que ocupan un lugar en su corazón se retaban a pelear frente a sus narices.

―¡DETENGANSE! ―elevó la voz tanto como pudo. Le dolía hacer eso, si fuera por él nunca en su vida le hubiera levantado la voz a una persona.

Los alfas proyectaron su atención hacia el omega, dejando sus lobos de lado.

―Es mejor que me vaya, luego hablaremos solos.

Acaricio la mejilla del omega, colocando sus dedos pulgar e índice en el mentón de este. Felix le corrió el rostro con cuidado. Mientras con la mano izquierda le hacía señas a Hyunjin para que se contenga.

Minutos después cerró la puerta con llave, por fin estaban solos. Hyunjin observo como el omega colapsaba en llantos, excesivamente nervioso. Apenas se dejó abrazar por él, respirando con dificultad por el llanto.

Hyunjin cargó el delgado cuerpo en sus brazos y lo llevó hasta el baño, encendió la ducha y se metió junto a él.
Permitiendo que el agua fría calmará sus lamentos. Tuvo que esperar un rato,  sufriendo en silencio por el estado de su compañero.

Cerró la regadera de la bañera apenas le vio calmarse. Abrazo su cuerpo, que tiritaba por el frío repentino.

―Ya terminó, bonito, pasó. ―acuno el rostro del omega en su mano.

Felix se apoyó sobre el hombro de Hyunjin, descansando su cabeza.

―Me da vergüenza que me veas así. ―susurró respirando hondo.

―¿Porqué? Es la primera vez que te veo en crisis, y debo aprender como cuidar de ti, quiero hacerlo bien. ―beso su frente mojada.

―Lo haces bien, alfa. ―una mínima sonrisa fugaz iluminó su rostro, se sentía bien llamándolo así.

"Alfa", su alfa, claro que lo era.

―Gracias, mi omega. ―tomo su mano, entrelazando los dedos de ambos. ―¿Porqué te dio tanto miedo? Es decir, ¿Pasaste por algo extremo antes?

Si quería seguir ayudándolo, también necesitaba entender el porqué de algunas cosas.

―Hoy, afronte mi miedo por primera vez, y logre controlar la situación. ―suspiró orgulloso de si mismo. ―Cuando apenas me había casado con Bangchan...Fui acosado por un beta.

El silencio fue la mejor respuesta a ese extraño momento. Hyunjin abrazo al pálido, presionando su brazo con cuidado.

―¿Cómo sucedió?

Ninguno de los quería moverse de la bañera por ahora.

―Jisung me daba todas las oportunidades que podía dar, ―sonrió pensando en su amigo. ―Me hizo trabajar como cocinero, ayudante, jefe y además me eligió como corresponsal de negocios, es decir, yo era el representante visible de Eat Sung. ―apoyo la cabeza en el mármol de la pared, y la muñeca en su rodilla, dejando su mano meciendose casi en el aire.

―Tal puesto requería hacer muchos viajes, tratar con gerentes de todo tipo de restaurantes, hasta que llegue a Red Side Star... como lo odio― risillas amargas se volcaron de sus labios. ―Hang MinSeok era el mismo demonio, todo iba bien al principio, charlamos, nos pusimos de acuerdo. ¿Muy rosado verdad? ―Miro al alfa, quien solo escuchaba expectante. ―Comencé a sospechar desde la primer excusa, luego la secunda y la tercera, ¿Quien pone tantos pretextos para un contrato que vale millones? El desgraciado dijo que si no me acostaba con él no había trato.

Hyunjin se tensó, intuyendo la clase de cosas que vendrían en ese relato. Felix le tomó la mano.

―Claro que me sentí arrinconado, le dije que respondería pronto y hablé con Jisung, él me dijo "Tu salud y tranquilidad es más importante que un trato, déjalo así, yo me haré cargo de la cancelación", creí que me salve el pellejo, vaya idiota. N me llamó por teléfono, el día de mi aniversario con Bangchan, y no fui yo quien atendío el maldito teléfono, fue él, el alfa menos indicado.

Antes de continuar se levantó e hizo que Hyunjin lo acompañara, saliendo de la ducha. Dejó al alfa sentado sobre la tapa cerrada del inodoro y comenzo a desvestirse, quedando únicamente con un bóxer.

―Mírame, mi espalda, mi hombro, mis piernas. ―el omega tenía cicatrices en las zonas mencionadas, algunas visibles otras selladas con el tiempo que apenas podían vislumbrarse a la luz. ―Mi cuerpo es horrible, ―sollozo haciendo una mueca de amargura.

―¿MinSeok... ―Hyunjin no podía ni hablar, el corazón le pesaba horrores, el pecho apretaba tanto que no podía respirar. Las venas en sus muñecas se marcaban de la impotencia, respiraba entre cortado, solando pequeños gruñidos.

Lagrimas amargas rodaban lentamente en sus mejillas sonrosadas.

―No...El lobo de Bangchan, me atacó como un lobo salvaje deguella a un ciervo en el bosque. Simplemente perdió el control de si mismo.

Apoyo los brazos en el lavatorio, dándole la espalda. Hyunjin creía estar viendo a un ángel herido.

―Juramos que nunca se lo diríamos a nadie, él no tenía la culpa. Fue cuando supe que no era un simple alfa, Bangchan le debía su carácter agresivo a la herencia "Theta" de su madre, es decir, ella era una beta hiper-agresiva, por eso su alfa es un perro-lobo, la crianza de su familia dio por resultado un carácter agresivo de su parte animal. Un salvaje.

Con ello ya le había confesado todo, abrazo su propio cuerpo, de pronto los brazos de Hyunjin lo envolvieron, brindándole contención y calidez. Los dulces besos en las cicatrices del hombro le hacían demasiado bien. El alfa le colocó una bata blanca que estaba allí colgada, lo cargo con tanto cuidado como en una entrada nupcial.

Hyunjin tenía una misión apartir de ahora, su omega iba a sanar, y él se encargaría de que eso sucediera, cueste lo que cueste.

©missin_kitten_

Gracias por leer.